01. lionel scaloni.

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enemies to lovers.
palabras: 2177
categoría: explícito+18





— Que pendeja boluda —exclamó Scaloni viéndote entrar de lejos, nunca le caíste bien y viceversa, no sabías porqué te odiaba de todas formas te chupaba un huevo lo que pensara de vos.

— No le des pelota y deja de quejarte, te van a salir más arrugas —le dijo Pablo tocándole el hombro y se fue con los demás jugadores para continuar con el entrenamiento.

La situación era la siguiente, vos eras ayudante técnico de la selección mayor y a veces te llamaban para los entrenamientos de la sub-20 cuestión que todo el mundo te conocía ahi, te llevabas bien con todos, todos te veían como uno más de ellos y te hacían sentir parte, bueno, no todos, a excepción de uno, Lionel Scaloni, el día que llegaste te presentaron a todo el plantel pero no sabías por qué siempre el director técnico de la selección hacia la diferencia con vos. Pensaste al principio que podía llegar a ser un tema de egos o porque había una mujer joven en el cuerpo técnico y por ahí eso no le gustaba mucho, pensaste miles de cosas y obviamente no había respuesta, para variar, las pocas veces que cruzaban palabras se ponían a discutir entonces decidiste tener el menos contacto posible con él, pero a veces era inevitable no cruzartelo básicamente era el jefe.

Apesar de esa rivalidad que había entre ustedes a vos te parecía un hombre muy atractivo, era tranquilo, andaba con cara de orto todo el día y se vestía con unos conjuntos deportivos que lo hacían ver como el hombre definitivo y estaba tan bien como para tener los años que tenía.

Llegaste hacia su dirección para saludar a Pablo y Walter entonces viste como Scaloni empezó a caminar hacia la otra dirección, era tan obvio que te daba bronca ¿por qué siempre te evitaba? No le diste pelota y te concentraste en trabajar con los muchachos, para ese entonces toda la selección estaba en la cancha y todas las boludeces de entrenamiento que usaban. Empezaron con estiramientos, vos observabas todo desde tu lugar, te encantaba tu trabajo y te encantaba ver a toda la selección entrenar. Viste que faltaban un par de cositas para el próximo ejercicio así que fuiste a buscarlas al interior del predio, y quién justo estaba ahí, si, Scaloni pasaba concentrado en lo suyo y claramente no te vio porque te chocó y casi te caes a la mierda pero si no fuera porque te agarró del brazo ya te hubieras comido el piso.

— ¿Por qué no te fijas por dónde vas? —le dijiste enojada, aprovechaste la ocasión para sacarte las ganas de decirle de todo.

Scaloni enseguida tomó postura y te soltó.

— Discúlpame no te vi —dijo neutro, no le creías nada.

— Y no, como me vas a ver si te llevas todo puesto por delante —no querías verlo más, te diste la vuelta y continuaste con tu camino en busca de los artefactos para entrenar—. Maleducado.

— ¿Maleducado?

Escuchaste atrás tuyo como protestaba, se hacía el inocente que bronca te daba, seguiste caminando pero cuando escuchaste pasos firmes atrás tuyo sabías lo que se venía.

— Que pesado sos, dios ¿No tenes una selección que entrenar? —suspiraste entrando al cuarto de servicio.

— Vos también trabajas acá, no sos la única eh.

— No parece porque nunca me tenés en cuenta —por fin se lo dijiste, se sentía tan bien sacar todo lo que tenías acumulado desde la última vez que discutieron.

— ¿En qué no te tengo en cuenta? A ver.

— Nunca tomas mis opiniones, nunca incorporas nada de lo que agrego para mejorar —agarraste unas bolsas que buscabas y te diste vuelta, lo tenías cara a cara mirándote serio con los brazos cruzados.

scaloneta; one shots!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora