Un deseo único que anhelo cumplir por ti, verte con esa bella sonrisa que caracteriza tu rostro cada vez que me ves cerca, un revuelco en mi estómago como si fuera un adolescente nuevamente, me haces sentir como una persona nueva.
Pero no quiero se...
Un baile de graduación había sido organizado por los apoderados y estudiantes de la academia que ibas, personas invitando al baile a otras, algunas aceptando y otras rechazando.
Te habían invitado a ser la pareja de varios pero los rechazaste a todos respetuosamente, no tenias planeado a ir a bailar o algo así, querías pasarla bien con tus amigos, que según lo planeado no irían con nadie que no sea de su grupo.
La idea te pareció espectacular, tus ojos brillaban al ver la enorme cantidad de opciones de unos hermosos vestidos de graduación.
Una hermosa opción roja se te fue presentada, un vestido apegado hasta las piernas y suelto en lo que resta, un escote pronunciado con unos delgados tirantes.
Miraste con asombro aquel hermoso vestido que anhelabas con tu vida comprar, con el dinero que te había dado tu madre te alcanzaba demás, feliz por ello te vendieron gustosos el vestido, quizás será una buena noche.
(...)
El dia del baile habia llegado demasiado rapido a tu gusto, pero daba igual, no esperabas a la hora de poder mostrarles el vestido a tus amigas y amigos ya que, fue una maravillosa compra.
Buscaste tus zapatos de tacon color crema, en la parte trasera del zapato un color vino rojizo.
El vestido se veía maravilloso, casi como si estuviera hecho para ti, los zapatos combinaban a la perfección, tu cabello arreglado le daba un toque elegante, ya que, de eso iba el tema a elegir.
Te arreglaste y viste al espejo por ultima vez mientras tu madre te veía del marco de la puerta de la habitación.
-Te ves estupenda- Argumento con orgullo al verte.
-Gracias mamá- Te sonrojaste al ver cómo ella te miraba fijo con esa sonrisa tan característica.
-Ve a divertirte, linda.- Dicho esto se retiró de la habitación mientras bajaba las escaleras, yo a los momentos hice lo mismo dirigiendome al auto de la cochera.
Me subí en el asiento de copiloto mientras dejaba mi cartera sobre mis piernas.
-¿Estas lista?- Mire hacia el asiento del conductor asintiendole a mi madre.
Miré por la ventana de mi costado mientras el auto comenzaba a avanzar, admirando una vez más el paisaje del vecindario, después de esta graduación nos cambiaremos a otra ciudad para poder cumplir mi sueño, estaba emocionada por ello aún que sigo triste por la despedida de mis amigos, no los volveré a ver nunca más.
Pero estaré dispuesta a hacer sacrificios si significa enorgullecer a mi madre, es la única persona en el mundo que me importa no decepcionar..
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