La obsesión de Lucía por Javier llegó a un punto tal que, cuando éste terminó con su enamorada, ella lo invitó a su casa y le puso unas pastillas para dormir en su bebida. Una vez inconsciente, ella se desvistió y se disponía a manosearlo, pero algo inesperado pasó.
- Lucía... - empezó a decir él somnoliento.
Ella saltó del susto y pasó un rato antes de asegurarse que estuviera dormido realmente.
- Lucía - repitió susurrando - gracias por ser mi amiga.
Fue entonces donde ella puso un alto a sus intenciones, se vistió y se acurrucó a su lado envuelta en lágrimas.
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100 Microrrelatos para pasar el rato - [COMPLETOS]
RomansaUn conjunto de 100 microrrelatos entre diversos géneros, desde historias cortas, así como pensamientos varios sobre temas ligados al amor, la vida y el futuro. La única regla a seguir: - 100 palabras o menos sin contar el título ni notas de autor. E...