Cuando una relación acaba con verdadera convicción, por una o ambas partes, toca desinfectar el alma por completo. Y es que cuando algo definitivamente termina, siempre es por consecuencia de pequeñas o altas dosis de veneno.
Venenos mortales como infidelidad, maltrato físico, humillaciones. Venenos pasivos como celos, desconfianza, ser posesivo o falta de visión. O Te liberas de ello o dejas que siga matando. Ninguna opción es fácil, el primero suele compararse con el duelo y el segundo es como un virus latente que podrías portar siempre.
Si te sientes o te has sentido así, todo pasará, pero la elección es tuya.
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100 Microrrelatos para pasar el rato - [COMPLETOS]
RomansaUn conjunto de 100 microrrelatos entre diversos géneros, desde historias cortas, así como pensamientos varios sobre temas ligados al amor, la vida y el futuro. La única regla a seguir: - 100 palabras o menos sin contar el título ni notas de autor. E...