2. Lavandería

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Pese a los nervios de los primeros días la clase me aceptó, aprendí un poco el carácter de cada uno, algunos burlones, otros hiperactivos, cascarrabias, tímidos... El caso era que estaba ahí.
Además, aquella parejita por fin se había consolidado (en parte gracias a mí). Por lo que me había contado Mina, llevaban colados el uno por el otro desde primero. Sienta bien ayudar a las personas que lo necesitan.

Aunque si tuviera que quejarme de algo sería del servicio, a pesar de ser un pseudo-internado la limpieza corría a cargo de uno mismo y, peor aún, la colada...

- Está bien, lavadora... No te caigo bien y tú a mí tampoco - hablé con el objeto inanimado -, pero más te vale no encogerme la ropa de nuevo - le amenacé.

Luego de combatir por poner el programa correcto, me senté encima de la máquina a esperar, tenía tiempo para pensar qué hacer en el futuro.
Cuando acabó, dí un respingo y empecé a sacar la ropa, casi tenía medio cuerpo dentro, y es que en la UA era todo exageradamente grande, las puertas, las lavadoras...
Escuché la puerta tras de mí, pero estaba demasiado ofuscada buscando el calcetín perdido dentro del tambor para saludar.

- Y yo que no quería venir... Qué tonto - se regocijo una voz masculina tras de mí.

- ¿Ah? - volteé a ver - Hola Hanta, disculpa me has pillado en plena búsqueda del tesoro.

- Sin ningún problema, tú sigue a lo tuyo.

Noté cómo luego de volver a meterme, el chico se deleitó mirando mi redondo culo.

El poner la secadora fue más fácil y la espera se hizo más amena con la charla que me dio a el moreno.

Sin embargo... El problema surgió cuando volví a mí habitación... ¿Dónde? ¿Dónde están? ¡¿Dónde estaban mis braguitas de la suerte?!

- ¡Sin ellas no puedo completar ninguna misión! - pensé en alto -. Deben de estar allí. Sí, seguro se cayeron, las... ¿habrá tomado él?

Sin pensarlo volví a la lavandería, ofuscada y rápida recorrí los pasillos, incluso me choqué con mi tutor por las prisas, pero no le di importancia.

- ¡Ajá! ¿Dónde es... tan?

Perdí entonación a mitad de la frase, en el momento que abrí la puerta de sopetón el moreno se encontraba de espaldas pero al girarse, lo olí, lo ví.

- ¿Estás bobo? Aizawa viene directo hacía acá.

- ¿Qué?

- Lo acabo de ver hace nada, date prisa.

- ¿Y qué hace por las habitaciones si nunca viene?

- No sé - dije intentando remover el olor de la habitación -. Pero tira ya eso.

Finalmente me hizo caso, apagó la hierba en el suelo y escondió los restos con su pie, pisándola.

Por mi parte, no se me ocurrió mejor manera de ayudarle que utilizar mi don, por suerte, siempre iba con algún utensilio encima. Una aguja bastó para pinchar cualquier venita de mi nariz y sangrar, fue algo muy sutil, si yo comenzaba a sangrar en demasía y al poco Aisawa, se daría cuenta, anularía mi quirk, y castigaría a Sero.

- Satō, Hanta - en cuanto lo ví activé mi don -. No sean una molestia, dentro de poco serán las 8 y no se se permiten ruidos fuertes, vayan acabando con la colada.

¡Bingo! Las pocas gotas de sangre que estaban invadiendo ahora su nariz le impedían oler el intenso olor de la habitación...

- Si, sensei - dijimos al unísono.

- Puf... Te debo una buena, Suzue - el chico me dió un pequeño golpecito con el codo, sonreí.

- ¡Sero! No te pienses que me he olvidado - cambié mi expresión a ser severa.

- No sé de qué me hablas - dijo con una sonrisa burlona.

- Dámelas, me las pongo en todas mis misiones, si no se qué fracasarán.

- Sigo sin saber de qué me hablas - cerró los ojos y caminó hacia la secadora.

- Se que las tienes, en fin... Si no me lo pones fácil...

Sin piedad me acerqué a él y le inspeccioné los bolsillos del suéter pero nada, quizás... en sus pantalones...

Tampoco lo pensé mucho, metí ambas manos en sus bolsillos delanteros, de primeras no vi nada pero a los segundos noté con mi mano derecha. Seguro que eran mis bragas de la suerte, las había arrugado y escondido bien al fondo, sin dudar las fui a tomar pero...

«Oh, oh, está creciendo. ¿Está creciendo? ¿Está creciendo en mi mano?»

La solté rápidamente.

- Lo siento - dije enrojecida.

- Las tienes encima de la mesa - dijo ruborizado -. Me estaba riendo por qué no pensaba que fueras tan ciega, se te cayeron al acabar la secadora...

- Oh... Bueno, será nuestro secreto, ¿vale? En cualquier caso... Me debes dos, una por salvarte y otra por... alegrarte - me burlé y tome la puerta para salir pitando -. Hasta mañana.


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Me lo paso muy bien escribiendo y cuando veo que a la gente le gusta es aún mejor🥰

Tengo otras historias de Boku no Hero Academia y SNK

Bye, bye 🌸🌸🌸

Torpe Tentación (one shots +18) || BNH x OC || TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora