Huntlow Week 2022/2023

Día tres: Entrenamiento y estrellas

Confundí los días y con eso, los pedidos del día. Pero ya había avanzado así que las estrellas están metidas de porraso.

En todo ese tiempo en el reino humano lo que a Hunter le encantaba eran las mañanas, los despertares y el amanecer, pero su momento favorito de las mañanas era el tiempo que pasaba junto a su amada capitana.

Desde la llegada en el reino humano, fue una enorme caída en sus entrenamientos matutinos en la mañana, así que cuando la situación de todos se vio mejor y empezando a aceptar el hecho de que estarían en el reino humano por un indeterminado tiempo.

Sus ahora salidas seguidas a correr por la ciudad y hablar de vez en cuando empezaron gracias a que un día, su capitana salió de mañana a caminar y él la acompaño, ambos vieron el buen momento para hacer ejercicio al menos dando pequeños trotes.

Sí, las mañanas son las favoritas de Hunter, pero parece que las tardes estarán compitiendo con las mañanas.

-La señora Camila me dijo que tenían tarjetas para el gimnasio que dejaron de usar, pero dijo que nosotros podríamos usarlas si queremos ¿Qué opinas? ¿te apuntas?- Fue lo que le dijo Willow animada, esperando su respuesta.

Si eso significaba que podría pasar más tiempo con ella ¿Por qué diría no?

El primer día en el gimnasio fue más para acosumbrarse que hacer ejercicio, habían estado mirando las máquinas y viendo como otros lo usaban para darse una idea de cómo eran más cosas aquí, no falta decir que la más rápida en acostumbrarse y amar el lugar fue Willow.

En el segundo día, se puso en práctica lo que vieron el primer día, iniciando con ejercicios de brazos y luego con piernas, aunque para mal él escuchaba risas burlonas por parte de otros hombres grandes y fornidos, mirando a su querida capitana mientras se reían.

Eso había enojado a Hunter cada vez más con el transcurso de los días.

Un día Hunter se cansó de todo eso, mejor dicho finalmente tomó el valor, así que decidió que aquellos que se burlaban de ella vieran de lo que su capitana era capaz de hacer.

Aunque pareciera debilucho, Hunter en realidad tenía buen cuerpo y era fuerte, después de todo no estuvo entrenando día y noche en el Aquelarre del Emperador, estar en esa miseria de lugar debió servir de algo y eso era la fuerza.

Hunter quería resaltar la fuerza de ella y la única forma de hacerlo era que él se rebaje de nivel o que ella lo utilice como parte de su entrenamiento, como hizo en unas ocasiones en casa cuando el clima no favoreció a su salida.

Se lo propuso en el camino, a pesar de su negativa en el transcurso de su caminata al gimnasio, terminó accediendo por su insistencia.

Hunter no tenía problema en verde algo débil si era junto a su capitana, ella es la mujer más fuerte que haya conocido y sabe que con el tiempo lo será aún más, ella lo puede cargar con facilidad y si no fueran amigos, también podría acabarlo con facilidad.

Es decir, ella también es la mujer más poderosa refiriéndose a la magia de plantas, incluso si hubiese intentado acabarla cuando aún estaba en el bando equivocado nunca lo habría hecho.

Dejando esos pensamientos de un lado, la suerte estuvo del lado de Hunter después de tanto tiempo, porque su plan salió a la perfección, aquellos hombres quedaron impactados con la facilidad que ella podía cargarlo o como si fuera una pesa más.

Todo salió de acuerdo al plan, él estaba sonriente de camino a casa mientras que su capitana estaba algo agotada, pero curiosa.

-Hunter.- Dijo ella, mirándolo.

-¿Si, capitana?

-¿Hiciste todo eso solo para lucirme frente a esos hombres del gimnasio?

Su caminata se detuvo de repente ante las palabras de ella, sintió que su cara ardía de vergüenza y que sus piernas empezaron a debilitarse.

Willow lo miró expectante, ella estaba esperando una respuesta, aunque de seguro ya sabía cuál era.

Hunter trago duro al estar acorralado con las palabras, su respiración empezó a acelerarse y su vista se volvió borrosa, lo mínimo que recuerda es que la mirada juguetona de su capitana de volvió de preocupación.

Finalmente, Hunter cedió y se desmayó.

Cuando Hunter volvió a abrir los ojos, lo primero que divisó fueron las estrellas brillantes que contrastaban con el cielo nocturno, lo segundo que vio fue a la mujer más hermosa cargándolo como si de una princesa se tratará, con delicadeza y cuidado.

No falta decir que el rostro del rubio se volvió rojo cuál tomate, compitiendo contra Amity.

Miró los ojos verde de su capitana, fijos en el camino, hasta que se posó en él, su rostro se suavizo y mostró una sonrisa.

—Hola Hunter ¿Mejor?

¿Cómo no estaría mejor si estaba siendo cargado por la mujer de sus sueños bajo las estrellas? Con una sonrisa de tonto, asintió, desviando su mirada y mirando el cielo. Recordó algo que vio en un drama junto a Luz, así que cuando divisó la luna se atrevió.

—La luna esta hermosa esta noche.

Para su buena suerte, Willow no entendió lo que quiso decir y solo asintió, concordando con él.

Feliz año nuevo.