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Después de un gran espectáculo y varias firmas de camisas y brazos king dice se retiro del escenario, cuando las luces ya no lo ensendian y el público no lo veía el gran dado, temido por sus enormes habilidades y su gran carácter callo rendido al suelo, su cara era de horror absoluto, no habia ninguna otra expresión que no fuera miedo, angustia, desesperación y confusión.

-que voy a hacer.. estoy perdido, no hay manera de que sobreviva.

El dado tomando aire se levanto, saco una especie de control y apretó un botón que hizo aparecer un gran ascensor, este se percato que tenía algo diferente desde la última vez, se veía demacrado aunque seguía siendo elegante, las paredes por dentro estaban llenas de sangre y la silla en la que siempre se encontraba secuaz ya no estaba, con miedo pero sabiendo que no tenía otra opción entro suavemente, bajo hacia el infierno quedando justo enfrente de una puerta enorme, la habitación del diablo, sudando y temblando se acercó lentamente, de repente vio una sombra pequeña y regordeta que salía de la habitación, era secuaz.

-eh.. el jefe esta bastante enojado contigo, dice que entres.

-¡secuaz tienes que ayudarme!

secuaz vio la cara de desesperación del dado, suspiro suavemente y puso sus manos en las manos del otro, lo miro fijamente con una cara de preocupación.

-se que lo superaras.. pero yo no puedo ayudarte.

secuaz se fue lentamente hacia el ascensor para luego subir, king dice se quedo hay, petrificado, viendo hacia la nada y con la mente en blanco, levanto la mirada y entro lentamente a la habitación del diablo, al entrar se vio una enorme cama, con una hermosa cobija de tercio pelo roja, cuadros en las paredes, un enorme espejo en una esquina, cortinas enormes rojas que tapaban el escenario horrible de afuera, al pasar vio al rey del infierno en una silla enorme que quedaba cerca de la ventana, estaba de espalda y se veía fumando algo parecido al tabaco.

-jefe.. y-yo se que usted y yo podríamos hablarlo y llegar a un...

-cállate, no tienes mi permiso para hablar.

se escucho una voz gruesa, penetrante y seria que hizo que el dado se estremeciera y sintiera un escalofrió en la espalda y nuca, sintió su cuerpo petrificado, no podía mover ninguna parte de su cuerpo, tenia una parálisis, sintió como si una mano lo tocara por su cuerpo entero, pero no veía nada.

-tu y yo teníamos un trato, sabes que eres mío en todos los sentidos, además, no me gusta que extraños vean y amen cosas ajenas.

el diablo se levanto de su enorme y exageradamente elegante silla y se acerco hacia el dado asustado y aterrado, toco lentamente su mejilla que tenia una tela que tapaba la herida que le había echo, king dice empezó a sentir mil y un manos que tocaban su cuerpo por cada parte y esquina, el diablo se acerco demasiado a la cara del dado, lastimosamente king dice no pudo ocultar su enorme sonrojo que tenia por sus mejillas, el diablo sonrió suavemente y lanzo al dado hacia una mesa, el dado se golpeo su espalda con el borde de la mesa, este pudo volver a mover sus extremidades, vio como el diablo se acercaba lentamente, se veía bastante ansioso de algo, el estaba asustado pero no podía ocultar algo que sucedía en su entrepierna.

-jefe por favor, juro que no volveré a desobedecerlo, por favor no me haga daño.

aquel dado que intimidaba a la gente por su carácter serio y alegre a la vez, su cuerpo dominante y su enorme ego estaba totalmente indefenso enfrente de lucifer, se veía patético.

-basta de hablar.. si quieres que te perdone.. vas a hacer cada cosa que te diga, mi pequeño juguetito.

-¿q-que?...
















SE VIENEN CASITAS GENTE, ¿no tienen el presentimiento de que algo muy malo va a pasar? pues lo descubriremos en el siguiente capitulo, subiré la siguiente parte en unas horas, los amo mucho, byeee

𝓔𝓻𝓮𝓼 𝓼𝓸𝓵𝓸 𝓶𝓲𝓸..[𝓭𝓮𝓿𝓲𝓵 𝔁 𝓴𝓲𝓷𝓰 𝓭𝓲𝓬𝓮]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora