Donde una adolescente tiene el poder y el deber de proteger a su ciudad, pero no sabe que hacer con su corazón.
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Donde un adolescente se encuentra enredado en una telaraña de amor y no sabe como salir sin usar un "Cataclysm" que lo destruya todo a...
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Aquella mañana Colette quiso aprovechar que la Srta. Bustier faltaría a la clase de primera hora, por asuntos personales, y se puso a tocar la guitarra.
La guitarra española era su instrumento favorito, empezó a tocarla de muy pequeña gracias a su tía, actualmente fallecida, quien era música.
Tras su fallecimiento Colette pasó una mala época, sobre todo para su talento innato para la música pues dejó de tocarla. Pero ahora siempre que toca la guitarra, siente a su tía a su lado, a ella y a sus seres queridos. Sobre todo si tocaba la guitarra que le regaló su tía personalizada y al cabo de unos meses ella pintó con colores vivos la madera de la guitarra para acompañar al diseño.
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Cuando empezó a tocar Coton se levantó de la camita que tenía en su habitación y se acurrucó a un lado de sus piernas. A su gatita parecía gustarle la melodía pues no se apartaba de su lado.
Tan pronto como llegó la hora de irse al instituto guardó su guitarra en su estuche personalizado, cogió su mochila, su bolso con zumos para Silkk, le dejó comida y agua a Coton y se fue mientras se comía una magdalena.
Al llegar al instituto se fue como siempre hacia su taquilla para organizar sus libros y mientras lo hacía alguien la saludó.
—Buenos días Lettie.
—Buenos días Adri, ¿qué tal?— Preguntó ya cerrando su taquilla.
—Bien, gracias, ¿y tú?
—Muy bien, he tenido una mañana relajante.— Admitió la pelirrosa.
—Me alegro Lettie pero ¿cómo es que no has venido a primera hora?— Preguntó extrañado.
—Oh, es que como la Srta. Bustier no iba a poder venir me he quedado tocando en casa.— Le explicó al rubio.
—Podrías haber avisado, estaba preocupado.— Le contestó apenado.
Colette le acarició un hombro y le respondió.
—No deberías preocuparte tanto, estoy bien, tranquilo.— Le aseguró con una sonrisa.
—Bueno, eso me alivia, ¿y cómo está Coton Blanc?— Preguntó cambiando de tema.
