002 | no me dejes así

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No me dejes así

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No me dejes así

[12/mar/2016] ♡ 8:09am

Aun no puedo creer las palabras que he escuchado salir de los labios de Paulo. Sé que es poseedor de un gran talento, de hecho, estuve mentalizandome con que en algún momento él se irá a otro lugar para poder cumplir sus sueños, jugar en algún club o algo por el estilo, pero nunca pensé que tendría que irse tan lejos.

— ¿tenés que irte? — pregunté nuevamente mirándolo a los ojos, intentando no llorar

La brisa despeina mi cabello mientras que nuestros pasos sobre la arena son bastante lentos, tomados de las manos nos sentimos de maravilla. En este momento no puedo dejar de extrañarlo, aunque aún está a mi lado.

— Sí, Bel. — responde — es mi sueño ¡me ficharon en La Juventus! ¿Sabes? Jugaré con grandes estrellas — dice con un entusiasmo que me rompe en mil pedazos el alma

No es que quiera que se quede y que no cumpla sus sueños, al contrario: no hay nada que yo desee más que verlo feliz jugando en grandes ligas, igual de enormes que su talento, pero es mi mejor amigo, crecí con él ¿cómo puedo asimilar esto?

— estoy orgullosa de vos. — sonreí mientras siento las gotas acumularse en mis ojos — vas a ser el mejor y yo seré siempre tu fanática número uno. — asegure deteniéndome para mirarlo a los ojos

— te prometo que voy a venir a verte en todas las vacaciones. — asegura extendiéndose su meñique

— eso espero eh, mira que es una promesa de dedito — solté una risita mientras entrelazo mi dedo pequeño con el suyo

—así va a ser, vendremos aquí juntos.— asegura él refiriéndose a la cancha de arena — vení a jugar

— Pau, sabes que soy re muerta. —advertí con diversión — eso se lo dejo a los cracks como vos

— vení a jugar o sos bostera — inquiere burlón

De mala gana solté un suspiro y me quitó las sandalias para jugar con él, puedo ser mala para el fútbol ¿pero de Boca? Nunca. Soy gente de bien y ando por el camino correcto.

Con el balón en el suelo, comenzamos a correr, Paulo haciendo todo muy torpemente a propósito para hacerme reír y para dejarme ganar, así, tan solo por un par de segundos hacerme sentir como toda una estrella del fútbol mundial.

Al terminar, estamos bastante sudados y acalorados por la intensidad del sol.

— ¿vamos por un helado? — propone Paulo

— que sea de chocolate — mencioné mientras caminamos hacia una heladería no muy lejana

—como a vos te guste — dice complaciente

Vamos por nuestro helado y al terminar, vamos hacia el lugar que encontramos hace más o menos cinco años, creo que teníamos unos dieciocho o por ahí. No es algo fuera de este mundo, tampoco es secreto, pero es un lugar que hasta hace poco no conocíamos, lo que es bastante raro cuando decíamos conocer las calles como la palma de nuestra mano.

Un pequeño arroyo de aguas bastante claras es el paisaje que apreciamos sentados debajo de un árbol. Paulo está recostado en mis piernas mientras aprecia la vista.

Solo estamos sentados así, sin decir nada, solo escuchando el sonido del caudal. Es tan relajante, voy a extrañar tanto estos momentos, pero no hay problema, porque podré ver los partidos de Paulo, hablaremos todos los días, él vendrá en vacaciones.

¿Lo mejor de todo? Sé que pase lo que pase, él siempre va a ser mi mejor amigo. Entre nosotros dos hay algo que parece mágico, aunque para muchos la magia no existe.

Yo pensaba lo mismo, pero eso cambió hace mucho tiempo. Cuando a los cinco años más o menos, conocí a Paulo y esos ojitos verdes para mí, estaban llenos de magia y así sigue siendo.

— te voy a extrañar — menciona él

—sí, yo a vos. — respondí — te vas re lejos, Italia queda como a un billón de kilómetros — agregué

— que exagerada que sos, Bel — se burla con una carcajada para nada disimulada - pero sí es muy lejos - se calma un poco, ahora mirando hacia el cielo

— ¿me prometes que siempre vamos a ser amigos?

— te lo prometo, cielo. — asiente con una amplia sonrisa completamente convencido — ¿vas a ir a todos mis partidos, cierto?

— te lo prometo.—  aseguré abrazandolo — ya es tarde — miré el cielo completamente oscurecido y la luna que se esconde detrás de algunas nubes levemente transparentes

— te llevo a tu casa — se levanta y me ayuda a hacerlo

Caminamos hasta mi casa, ahí nos despedimos.

Caminamos hasta mi casa, ahí nos despedimos

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DE CERO ─── Paulo DybalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora