𔘓 06 𔘓

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Un frío recorrió el cuerpo del menor ante las palabras de Jayden.

Quería ver, quería moverse, pero no podía, aunque en el fondo, aquello no le generaba mucho conflicto.

Notaba cómo sus otros sentidos estaban más despiertos, como sus oídos, escuchaba y sentía mejor.

Escuchó los pasos del mayor, indicando que se estaba alejando un poco, según sus sentidos, al armario; lo escuchó abrirlo y agarrar algo, en seguida soltó un par de jadeos.

—Tranquilo, bonito, mantente relajado.

Solo su voz logró erizar su piel.

Se acercaba lentamente, podía escucharlo. Intentó comenzar a respirar hondo, deseando que eso lo calmara.

—Eso es, eso es, respira hondo y quédate calmadito.

Quería gritarle que se callara, que cada palabra que salía de su boca, era motivo de que su corazón se acelerara, pero adoraba los efectos que causaba en el.

Klin Klin

Escuchó como dos objetos hacían contacto, estaba haciendo ese ruido a propósito, pero no podía descifrar de que trataba ¿Era vidrio? ¿Metal? ¿Resina?

El sonido se detuvo abruptamente.

El tacto frío del mayor, en su trasero, lo hizo sobresaltarse, no esperaba que lo tocará tan pronto nuevamente.

—Shh shh —intentó calmarlo. — Tranquilito, relájate para mí, corazón.

Andrew no sabía que esperar, aquello lo puso nervioso, sus latidos comenzaron a acelerarse nuevamente, su respiración era agitada a pesar de que tratara de disimularlo.

Su cuerpo se tensó completamente cuando el mayor posó su otra mano en una de sus nalgas y las separó, pensaba que eso sería lo más que llegaría a hacer, pero luego sintió un líquido caer directamente en su entrada, lo cual lo hizo comenzar a removerse un poco, era lubricante, seguro era el nuevo, pero estaba helado.

—Lo sé, esta muy frío, lamento eso, precioso —dijo el mayor como si pudiera leer sus pensamientos.

Jayden llevó su dedo índice a la entrada con el lubricante, y enseguida el menor dio otro brinquito.

—Estás muy sensible, Ann, relajate, cielo.

El mayor sabia las sensaciones y efectos que causaba en el menor y saber que a los dos les fascinaba, lo hacía aún mejor.

Procedió a untar el líquido por todo el alrededor de su agujerito, haciendo cada vez un poco más de presión, hasta que hundió su dedo.

PLAS

El menor recibió una nalgada cuando contrajo su traserito, apretando el dedo del mayor.

—No no no, relaja, Andrew. Suelta el dedo.

PLAS

Otra nalgada cayó, haciéndolo obedecer, y sacó su dedo, dejando que el menor soltara un gemido ante la acción.

—Bien, cielo, quiero que respires hondo y estés bien relajadito.

Andrew no podía evitar tensarse, el no saber qué esperar, lo volvía loco.

Otra vez sus nalgas fueron separadas, pero está vez lo que lo hizo dar un brinquito, no fueron los dedos del mayor, ni tampoco su miembro, el cual había sentido un par de veces en sus fallidos intentos de tener relaciones, porque según el mayor "es muy chiquito, si entro, te lastimaré"

Lo que estaba sintiendo en su entrada era un material sólido, no sabía si se trataba de vidrio, metal o algo por el estilo...enseguida entendió la situación.

Había visto un par de videos donde introducían en los traseros unos de esos plugs anales, habían de diferentes formas, tamaños y materiales, había visto videos donde se veían placenteros, pero otros donde gritaban y lloraban por el dolor... y eso lo ponía a pensar, si ni siquiera podía tener relaciones con su novio, porque su entrada era "muy chiquita" ¿Cómo sería aquello?

Su cuerpo se tensó y empezó a respirar agitadamente.

—J-Jay....Jayden —jadeó con algo de dificultad, eran muchas sensaciones juntas, sentía en su miembro una incomodidad, y su cuerpo arder.

—Calmadito, Andrew. Respira profundo, corazón, seré gentil.

Eso no lo calmó mucho, se removia un poco ante la sensación, soltó el primer gemido cuando sintió como el mayor hundía el objeto suavemente y lo sacaba, para luego repetirlo un par de veces, le desesperaba que no lo metiera completo, quería saber que se sentía, pero a su vez lo ponía nervioso, y al fin entre tantos pensamientos, lo hundió por completo, sacándole un jadeo y hacerlo removerse.

—Se te ve bellísimo —dijo el mayor admirando lo precioso que se veía ¿Cómo te sientes, corazón? Es el más pequeño... —rió ante la respiración agitada del menor ante la última frase.

—E-estoy bien...

—Perfecto, sigamos entonces, si necesitas parar solo dímelo.

—¡Ay! —exclamó cuando sintió como el mayor quitaba el plug.

—¿Dolió?

—N-no, solo...me sorprendí. —dijo causándole una sonrisa al Jayden.

El mayor decidió saltarse el plug de tamaño mediano, ahora se encontraba lubricando el más grande mientras el más pequeño apretaba las sábanas entre sus dedos, expectante por lo que vendría  después.

— ¿Emocionado?

— Nervioso... —respondió Andrew ante su pregunta.

Un jadeo se escuchó en la habitación cuando sintió sus nalgas abiertas con el mismo material del objeto anterior, pero no sentía como si fuera a entrar pronto, era como si el mayor estuviera intentando meter el jarrón de flores en su trasero.

— N-no va a entrar. —el chico se sobresaltó cuando sintió a Jayden empujarlo un poquito más. — ¡Mierda! ¡Es enorme, no va a entrar!

PLAS

— No si sigues apretando el culo, Andrew, relájate. No es tan grande, es como...No sé, la palma de tu mano.

— ¿Piensas que me entra la puta palma en el culo?

— Sin los dedos y sin apretar, quizás, vamos bebito, relaja ese culito.

Andrew mordía sus labios ya hinchados y rojos, soltando gemidos y quejidos mientras sentía que su entrada se abría más y más con bastante dificultad, sentía que se iba a romper, pero a su vez, debía aceptar que era placentero.

Finalmente Jayden empujó aquel juguetito que se deslizó completamente en el interior del chico, expandiendo aquel agujerito, lo suficiente como para que la habitación resonara con un grito que salió de lo más profundo del menor, seguido de gemidos y jadeos que representaban dolor, desesperación y sorpresa.

— ¡MALDICIÓN! ¡La puta que me par-

PLAS PLAS

Las nalgadas cayeron firmes y seguidas en su nalga derecha. Andrew sintió que aquel plug se adentraria por completo y se perdería en su interior.

— No descuides tu boquita.

— ¿M-me rompí?

Una risa se escapó de la boca de Jayden y acarició aquel precioso trasero del menor, ahora dejando besos por toda su espalda.

— Bobito~ ¿Cómo crees?...Ya pasó, lo hiciste bien ¿Cómo se siente?

— A-apretado...pero bien, me gusta.

El mayor sonrió, llevando su mano al juguetito para moverlo y jugar divertido cuando le sacaba esos sonidos al menor.

Andrew gritó cuando el mayor sacó de golpe el grosor de su interior, ahogando gemidos en la almohada que tuvieron como recompensas más caricias y besos.

El mayor se dedicó a quitar las esposas, cuerdas, antifaz, además de limpiar muy bien el cuerpecito del menor y volverlo a poner en su pijama. La noche termino con besos, abrazos y un lindo chico durmiendo entre los brazos de su novio luego de una sesión tan agotadora.

̨𔓕¡Take care of me! ̨𔓕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora