𔘓 05 𔘓

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Las respiraciones agitadas del chico eran lo único que se escuchaba en la habitación, eso hasta que las cadenitas de las esposas comenzaron a hacer un poco de ruido cuando el mayor las sacó de la elegante cajita.

Tumbó al chico en la cama y comenzó a dejar un camino de besos que fueron desde sus clavículas hasta sus labios, eran salvajes, tal como los jadeos del menor que jugaban un hermoso papel junto a los tintineos de las cadenas, una completa pieza de arte para los oídos del mayor.

Andrew comenzó a agitarse solo con sentir como el peluche de las esposas se puso en contacto con sus muñecas, sintiendo como se hizo presente una presión junto a un sonoro "Click" Y esto mismo se repitió otras tres veces más.

Sentía la presión en sus tobillos y muñecas, aún podía moverse, pero sólo pensar en el hecho de que dentro de poco, estaría completamente inmóvil, y a completa disposición de lo que el mayor quisiera hacerle, lo llenaba de nervios y adrenalina.

Jayden llevó sus dos índices a los pezones del menor y comenzó a acariciarlos, luego a apretarlos, sacándole pequeños gemidos de satisfacción y placer.

Tomó al menor de la cintura y en un movimiento brusco, lo dejó boca abajo, pero lo hizo con tanta facilidad, que Andrew se sintió tan liviano como una almohada.

El menor quería jugar, así que se levantó e intentó voltearse.

ZAZZ

—Asume la posición, Andrew.

Y nada más ese azote junto a las palabras del mayor, fueron suficientes para que volviera a desplomarse en la cama.

Aún podía sentir el picor del azote, estaba claro que no había sido con algo que ya hubiera experimentado antes, Andrew conocía la mano de Jayden y su cinturón como si se tratara de sí mismo, había usado una de las paletas nuevas. La sensación era fascinante y aún no entendía en qué momento el mayor tuvo la agilidad de alcanzar el dichoso implemento y darle aquel sonoro azote.

Los tobillos más pequeños fueron separados por completo, tal como sus labios, que se abrieron para soltar un jadeo por lo firme y preciso que eran los movimientos del mayor.

"Click" "Click"

Escuchó claramente aquel sonido que junto a la presión que sentía, le dejaban claro que sus pies ahora se encontraban esposados a las barras de la cama, sus piernas bien separadas y sin posibilidad de moverlas ni juntarlas el más mínimo centímetro.

Entonces todo se hizo oscuro, una sedosa tela negra cubrió sus ojos. Estaba boca abajo, dándole la espalda al mayor, no podía ver nada y estar en aquella ceguera, prendió sus nervios.

La adrenalina comenzó a correr por su cuerpo. Era como aparecer mágicamente en un pasillo de un laberinto, en la oscuridad y sin sonido alguno, estando solo, esperando algo o alguien que atacara, sin saber ni siquiera si existía una entrada o salida.

Sus manos aún seguían libres, por lo que intentó quitarse la venda, pero parecía que Jayden esperaba aquella reacción, porque enseguida otro fuerte azote cayó, haciendo que las manos del más pequeño cambiaran su destino de quitar la tela, a sobar su trasero.

—Auch...

Jayden tomó una de las manos del menor y la esposó a la esquina derecha de la cama.

Click

Y volvió a repetir la acción por última vez, dejando al menor con sus dos brazos y piernas bien separados, como si de una "X" se tratase.

Andrew forcejeó, notando como no tenía la más mínima posibilidad de moverse, estaba nervioso, era ese momento en el que no querías detenerte, pero a la vez sentías una parte de ti que se arrepentía.

—Que lindo tu traserito, pero se va a ver a un mejor con un color rojito y algunas marcas...¿Estás de acuerdo con eso?

El menor asintió mordiendo su labio, tratando de detener cualquier jadeo, pero no fue posible.

ZAZZ

—Contestame, Andrew.

—S-si, Jay.

ZAZZ

—¡A-ah! —enterró su cabeza en la almohada para ahogar un par de quejidos ahí, pero la almohada fue apartada de un jalón.

—Levanta bien esa cabecita, nada de andarse escondiendo, bonito~

ZAZZ

Enseguida obedeció, levantando un poco su cabeza, mientras se mordía el labio para no soltar ningún sonido.

FLAZ FLAZ FLAZ

—¡AH!

Andrew realmente quería sobarse cuando sintió la varita impactar su piel, todo cuerpo ardía. Mentiría si dijera que no le dolían los azotes, pero también mentira si dijera que no le encantaba como se sentía.

Jayden comenzó recorrer el trasero del menor como si estuviera haciendo un dibujo en el y amaba ver la reacción que provocaba en el menor, quien apretaba y relajaba su trasero una y otra vez, además de intentar moverse a pesar de saber que no podía hacerlo. Los dos estaban disfrutando.

Jayden siguió en lo mismo e incluso notó como Andrew se puso alerta y ahogó un par de gemidos cuando acarició la linea que dividía su trasero e hizo una pausa en su entrada, con la punta de la varita.

FLAZZ FLAZZ

Volvió a dejar un par de azotes, soltó la varita y se acercó para sobar el traserito del chico, el cual ya comenzaba a tener un lindo color con un estampado de rayitas gracias a la vara.

—¿Cómo vas, mi bonito? ¿Te sientes bien? —preguntó aún acariciando sus nalguitas, notando cómo se dibujaba una tímida sonrisita en los labios del chico, haciendo que el corazón de Jayden se inundara en ternura.

—B-Bien~...sigue por favor.

El mayor sonrió y se acomodó, sentándose cuidadosamente en el espacio que había entre las piernas abiertas del menor.

PLAS PLAS PLAS

—T-tu mano~...—murmuró el menor al reconocer esa sensación.

—Así es, estas manos le darán una buena lección a este chico ¿Crees que lo mereces?

PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS

—P-por supuesto.

—Bien.

PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS

Para este punto, el trasero del joven estaba más que rojito, aunque aún podría soportar un poco más de color, sin embargo, se lastimaría mucho y ese no era el objetivo, no era un castigo.

Una tanda más con una de las paletas sería más que suficiente.

La de madera se veía tentadora, así que la tomó sin dudar y aun en la misma posición, le sacó un gemido y un brinquito al menor, a quien le tomó por sorpresa el uso de un nuevo implemento junto a esa firmeza.

PLACK PLACK

—¡Ayy!~

PLACK PLACK PLACK

Andrew estaba desesperado, nunca imaginó que estar inmóvil le daría ese nivel de desesperación.

PLACK PLACK PLACK PLACK PLACK PLACK.

Dejó caer el último azote, llegando a escuchar un lindo jadeo, se detuvo y se sentó a su lado para acariciarlo.

—¿Cómo se siente, lindo? ¿Estás bien?

—B-Bien, sigue porfavor~

—Intentemos algo nuevo...

¿Más?

̨𔓕¡Take care of me! ̨𔓕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora