《Someone's someone》 ◇Yoonmin Au◇⁴

★21★

Ambos chicos caminaban por todo el parque, sus manos entrelazadas y Jimin en la otra mano tenía un helado de chocolate, Yoongi lo miraba con mucho amor e ilusión, limpiando de vez en cuando la naricita del omega.

— De verdad que eres un bebé. — Susurró Yoongi, limpiando una vez más la nariz y las mejillas del menor.

— Me gusta que limpies mi carita, hyungie. — Confesó con una sonrisa.

— Tan caprichoso.

Siguieron caminando hasta que Jimin soltó la mano de Yoongi y corrió hasta una banca cercana. Se sentó, esperando a que el mayor llegara hasta allí.

— Que lento eres, hyungie. — Se quejó. — Eres como un abuelo.

— Mi belleza pesa, Minnie. — Se excusó, sentándose junto al menor.

Jimin subió su pierna a las de Yoongi y siguió comiendo en silencio hasta que terminó. Se recargó sobre el hombro del alfa y se quedó con la mirada perdida en los pequeños que jugaban en el tobogán y en los columpios del parque, jugando a las escondidas o solamente corriendo por el lugar.

Puso sus manitas en su vientre de manera inconsciente, acariciando y ronroneando de tan solo imaginar el tener uno de esos pequeños seres en su pancita.

Y Yoongi...

Bueno, Yoongi no sabía que hacer, escuchar a Jimin ronronear y acariciar su vientre era una clara señal de desear un cachorro y por supuesto, a el le agradaba en exceso la idea.

Pero ¡Vamos! Ellos llevaban a penas dos semanas en cortejo, pensar en eso era demasiado prematuro.

— Yoonie hyung~. — Le habló. — ¿Qué quieres en un futuro?

— ¿A qué te refieres? — Preguntó en voz baja.

— Uh... ¿Quieres casarse? ¿Tener... bebés? — El alfa sonrió enternecido al notar la timidez en la voz del omega.

— Bueno, no había pensado en casarme. — Jimin puchereó. — Pero claro que quiero bebés. De hecho, tengo uno. — El omega se separó de inmediato, para poder verlo a los ojos.

— ¿T-Tienes un bebé? — Preguntó incrédulo.

— Si. — Asintió con una sonrisa. — Es muy hermoso, ¿Sabes? Tiene las manitas chiquitas y regordetas, tiene una mejillas tan apachurarlas, me dan ganas de morderlas siempre... — Jimin parpadeo repetidas veces, tratando de procesar la información. — Se mancha la naricita cuando come helado... ¿Quieres verlo?

— Eh... ¿Si? — Yoongi sacó el celular de su pantalón, lo desbloqueó y le mostró la pantalla a Jimin. Tenía de fondo al omega, la foto que esa tarde le había enviado para mostrarle su tatuaje. — ¡Ah, hyungie~! — Chilló emocionado, abrazando al alfa del cuello.

Yoongi rió al ver el cambio de semblante en Jimin y no dudó en rodear la estrecha cintura del omega mientras escuchaba los soniditos que hacía, al parecer, más feliz que hace un momento.

— Que bobo eres, Jiminnie. — Se burló el alfa entre risas.

— ¡Ya, hyung! — Se quejó. — No sabía si creerle o no.

Yoongi negó divertido y en cuanto quiso buscar la mirada de Jimin, su naricita chocó con la del omega.

No sé puso nervioso, Jimin tenía la costumbre de cepillar su naricita con la de él, así que está vez, fue el alfa el que hizo el lindo beso esquimal con sus naricitas.

Sin embargo, Jimin si se puso nervioso.

Hace unos días, sus ojitos iban directo a los delgados y rosados labios de Yoongi, queriendo, no, deseando, aunque sea un roce con él.