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La expresión del azabache se congelo en ese instante, ¿acababa de ser golpeado por un cojín?, se quedó así un par de segundos tratando de asimilar lo que había ocurrido y cunado finalmente salió de su trance le lanzo una mirada mortal al castaño.

Jin Ling opto por no moverse y retroceder lentamente. Sin embargo, ya era demasiado tarde para que el castaño tratara de huir del lugar, había despertado a la bestia y ahora debía pagar por las consecuencias.

— No debiste haber hecho eso Rulan –la expresión del azabache realmente era aterradora. — Ven aquí en este instante.

El castaño se sorprendió por el tono de voz utilizado, nadie jamás en su vida le había alzado la voz a menos de que fuera alguno de sus dos padres. No sabía cómo actuar, hasta que nuevamente fue llamado.

— Rulan, te dije que te acercarás.

El castaño trago grueso y asintió. A pasos cortos se acercó hasta el azabache. Sizhui tomo un gran respiro antes de comenzar a colocar las túnicas del otro, no fue gentil como pensaba serlo con anterioridad ahora sólo estaba molesto por la conducta infantil del otro.

Sizhui tomo de la muñeca del castaño y tiro de ella, haciendo que el contrario chocara con su pecho, los ojos negros del azabache miraron con algún sentimiento indescriptible al Jin, mientras que los ojos del otro sólo pedían compasión y había algo de culpa en ellos. Sizhui separó abruptamente al contrario y lo lanzó a la cama, causando que el miedo incrementara en el castaño, ¿qué estaba por ocurrir?

— No me gusta que me reten Rulan. Aprende eso.

Se colocó encima del otro y las manos del castaño trataron de empujarlo fuera de él, pero ¡joder, ese tipo era muy fuerte!

— No lo vuelvas a hacer.

Justo en ese instante la puerta de la habitación fue abierta dejando ver a dos guardias algo consternados y avergonzados al mismo tiempo.

— Mis disculpas mis príncipes, pero sólo venía a dejar un aviso del emperador.

Sizhui asintió desde su posición sin intenciones de quitarse de encima del castaño.

— Mañana se debe presentar el príncipe heredero en la corte imperial para hablar asuntos sobre el matrimonio de usted con la princesa. Además la princesa será escoltada por la mañana al palacio del fénix helado pues la emperatriz la quiere instruir para un par de cosas.

— ¿Es todo? –preguntó con molestia.

— Si mi príncipe.

— Largo, y no vuelvan a entrar así.

— Mis disculpas mi príncipe pero tocamos más de un par de veces y nadie respondió así que nos alertamos. No volverá a suceder, lo prometo.

Los guardias hicieron una rápida reverencia hacia las personas en la cama pero obviamente fueron ignorados.

Una vez estuvieron solos nuevamente, Jin Ling complicó su expresión, en los ojos del contrario se ponía notar algún extraño sentimiento. El hechizo silenciador terminó su efecto y lo primer que salió de la boca del castaño fue un:

— ¡Eres un salvaje Lan Sizhui!

Ambos se sorprendieron por lo antes mencionado, sin embargo, el desconcierto quedó a un lado y fue remplazado por algo parecido a diversión.

— Vaya, sí que eres mal educado Jin Rulan.

— Y-yo., l-lo lamento –dijo avergonzado.

— Tendré que castigarte.

La princesa heredera °Zhuiling°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora