CAPITULO #9

14 5 1
                                    


Corrió como nunca lo habia hecho en sus cortos años de vida, las lagrimas caian vilmente por sus mejillas sin su debido permiso, le ardian horriblemente los pies, las rodillas estaban a punto de colapsarse al igual que el pecho y sinceramente el calor del día no hacia nada más que fatigarlo con mayor rapidez. A sus espaldas se escuchaban los pasos de los soldados, gritos de ordenes y gritos de tristeza de su querida amiga Rilliann (otra cosa que lo tenia hostigado).

- "Me buscan" - cruzó por su juvenil mente la idea de que lo capturaran y que por su reciente crimen, lo ejecutaran. Pensar en eso inmediatamente le heló la sangre, a pesar del clima.

Pronto ya se encontraba a las afueras de la ciudad, surcando por los rincones más inseguros del país, donde ni el mismiso rey nunca habia tocado ni con un palo de mesa. Lugares donde los robos, los secuestros, los asesinatos y los traficantes (de cualquier tipo) abundaban en mayor cantidad que en el resto del mismo. Esa zona, por más irnorica que paresca, se llamaba "Toque de Dios". Seria una cruel broma de parte de quien lo nombre; pero en un principio ese moribundo lugar era la capital del país.

El miedo era intenso, tomo una de sus mangas totalmente sucias y se las paso por la cara, en un intento de secarse el agua salina de la cara y tomarse un respiro. Funcionó, secó en un 80.4% las lagrima y dejó a su paso un ratro de tierra y mugre, que vendria siendo el otro % faltante. Si no fuera por que él sabia quien era y e donde venia, probablemente se hubiera creido que tambien era parte de esa urbanización.

Disminuyo la velocidad de su andar, mas que todo por procurar no llamar la atención, no queria que algún criminal -en cualquiera que fuera su oficio- se le acercara. Rogó en silencio, esperando que algún ser divino estuviera de "buenas pulgas" hoy paraque así no le pasara nada.

A su alrededor oía murmullos, no de los guardias. No. A ellos los perdió hace ya tiempo, entonces los murmullos venian era de ratas de callejones, personas cuyo deber en ese lugar era hacerse la vida a costa de la de los demas. Como la de un niño como él.

Incrementó discretamente su caminar, escuchando ya más cerca los melditos murmullos. Miró hacia atras en un vago intento de identificar a sus usurpadores. Nada, y antes de mirar nuevamente al frente choco con un cuerpo grande, sin exagerar, Daanial siendo un crio pequeño y debil se encuentra con un hombre tamaño mamut (o como se escriba), con esteroides en el cuerpo de sobra.

- No se ven niñatos por estos lares - dijó el mamut, y lo sorprendió. No sabia que algunos animales tenian el tan maravilloso don de hablar. Tragó sonoramente saliva, tanto que pensó que se le secaria el paladar - ¿Sordo? - vociferó de nuevo. Tampoco respondió. A sus espaldas (del hombre animal) salian más escorias como el primero. Extrañamente todos le recondaban a cualquier animal. Animales indeseados por la raza humana (tales como ratas, lagartijos, cucarachas, etc.)

Uno de ellos lo tomó del cuello, y sin cuidado alguno lo levanto del sucio suelo para luego gritar a los otros - ¡Jaja!, al parecer este infante no es de ningún estrato social común. No - cerró la boca un momento para hacer memoria. Cosa que agradecio, " ni los perros tienen tan mal aliento" y casi suelta una risa, y no lo hizo para evitar males a su persona - ¡Ya me acorde!. Este es hijo de Bryony ¿Saben? -

- ¿Estó es primogenito de ese pendejo? - se acercó un tercero, con cara de cuervo. Se sintió ofendido, era SU padre, ¿qué derecho tenian de hablar mal de su papá?.

- Sep... Seguro pagaran mucho por un solo brazo suyo - se burló, y le dedicó una socorrona sonrisa al menor.

- No van a dar nada, nadie - de inmediato todos los presentes tomaron una posisción firme al escuchar tan fria voz. Se acercó un hombre fuerte, no lo suficiente, de cabello amarillo quemado y ojos rojos, le recordo a una serpiente, una boa. Ese debia ser el aminal alfa - Bryony murió hace unas horas, me han llegado con la noticia. - Daanial recobró el sentimiento de culpa que habia dejado atras juntos con los solados - Nadie nunca pagaria por un saco de CERO valor - haciendo enfasis, arrebato al chico de las manos del "aliento de demonio" y de la misma manera lo tuvó al frente suyo - Tú, no sirves ni para abono -

Se enojo, primero insultaron a su gran héroe, quien él mismo lo habia matado y ahora lo trataban de escoria. Ni los animales domestico tenian derecho a burlarse de él, y unas ratas de callejones no tendrian ni por que haberlo mirado. La repulción lo abrazó y la ira le cantó al oido. Con un poco de fuerza sacada de Dios sabra donde le metió una patada en el cuello que era el lugar donde le alcanzaba el pie. El desdichado hombre solo hizo un gesto de ligero dolor y lo apretó más.

- ¡Jo! Entonces el crió si tiene caracter - se burló en su cara sin verguenza alguna, de nuevo. No sientiómiedo, era lo que menos sentia y le escupió. Bajó el brazo y consigo a el muchacho, lo llevo a rastras hasta un lugar donde yacian muchos, iguales a él. Habia propuesto su sentencia de muerte...

Con la pierna derecha derribó la puerta de una sola vez. La vio y no hubo parte de su cuerpo que no se sintiera culpable por lo ocurrido (ese mismo sentimiento olvidado hace mucho tiempo atras). Si no la hubiera secuestrado, si no la hubiera dejado en bandeja de plata para sus perros, si no hubiera dejado a Leo a cargo del grupo, si no la hubiera conocido. Pero eso no existe, ni existio, ni tampoco existira. Lo hecho, hecho esta.

Queria correr para llevarsela lejos de ahí, y cobrar su cometido sin remordimiento, matar a el desgraciado de Marco por ponerle en la vida tal acto de crueldad. Aunque es su "deber" y "obligación" cumplir con las ordenes de sus clientes, no evitaba sentir culpabilidad por involucrar a su propia amiga... ¿Qué tipo de viejo amigo hace esto a alguien que ni siquiera tenia la culpa de nacer?. ¡Ah si!, él. Volvia a sentir ese mismo remordimiento, volio a sentirse como un animal. Y pos una vez en su vida comprendió el dolor de un malhechor. Acordandose de aquellos que lo acogieron de pequeño. Sin duda de no ser llamado El Caballero, tendria de apodo La Hiena...

---------------

NO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora