DÍA 9: Vibrador

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El joven rubio tiene su postura rígida, sostiene con demasiada fuerza su lapicero que sospecha que puede llegar a romperlo y provocar que todas las personas dentro del aula volteen a verlo. Hace todo lo posible por prestar atención a lo que el profesor está explicando en el pizarrón, pero no puede. Desvía su vista hacia su izquierda, encontrándose con el responsable de su problema.

Anthony Stark, quien está extrañamente cómodo en su sitio, escribiendo de vez en cuando en su cuaderno. Tiene una pequeña sonrisa que no puede esconder, el rubio duda si eso puede ser suficiente para revelar su travesura, pero en ningún momento mira a Steve.

Steve puede sentir pánico cuando su novio pasa sus dedos por su teléfono, subiendo o bajando por la pantalla sin mostrar que aplicación está usando, dejándole al rubio ninguna otra opción que cerrar los ojos y evitar las reacciones que el juguete provoca en él sean obvias.

Odiaba a Tony y se odiaba a sí mismo por aceptar eso.

Era un regalo del castaño, Steve no pudo decir que no porque sabía que Tony había hecho ese obsequio con sus propias manos, un vibrador que estaba conectado con una aplicación en su teléfono.

Sin duda un regalo raro que podría ser divertido, por eso a Tony se le ocurrió esa idea, una apuesta: Steve no sería capaz tener el juguete hasta que terminen las clases, quien perdiera haría las tareas del otro por lo que resta del año. El rubio acepto sin saber lo complicado que sería su día por la presencia de ese juguete, solo para empezar estaba el hecho de lo complicado que era caminar con un vibrador metido en su trasero; la dificultad crecía sabiendo que el castaño tenía el control completo del juguete, subiendo y bajando la velocidad de las vibraciones sin avisar.

Ahora estaba en velocidad media, quizás pueda acostumbrarse y seguir escribiendo en su cuaderno para disimular su incomodidad; pero de la nada las vibraciones se dispararon, obligando al rubio a enderezar su espalda y clavar sus manos a su mesa, y rogar mentalmente que el pequeño gemido que hizo no se escuche por la bulla que hacían sus compañeros; sostuvo la mochila contra su regazo y ocultar la erección que estaba molestando desde que empezó la clase.

La campana sonó, dando inicio a la hora libre, y para el alivio de Steve las vibraciones bajaron a un punto más que soportable, lo que sería suficiente para permitirle caminar sin inconvenientes.

—¿Listo para la siguiente clase, hermoso?— Pregunta Tony con una sonrisa burlona.

—Solo quiero que estés alejado de mí, hasta que termine el día— Respondió Steve, manteniendo el tono molesto de su voz, a pesar de hablar entre jadeos.

Luego el rubio se levanta de su sitio, y ata su chaqueta alrededor de su cadera y evitar que sus dos problemas sean vistos, su erección y la base del juguete que sospecha que pude verse a través de sus jeans. Tony solo soltó una risa al ver como su novio ponía sus cosas rápidamente en su mochila y salía huyendo de él hacia otro salón de clases; después de que el rubio saliera del aula, cogió su teléfono, volviendo a abrir la aplicación que estaba conectada con el vibrador.

Steve sonrió, porque a medida que caminaba hacia la puerta del salón de clases las vibraciones empezaron a disminuir hasta ser casi imperceptibles.

"Quizás la aplicación no sea de largo alcance", pensó Steve, sonriendo que el juguete no funcionaba.

Los primeros minutos de la clase de historia fueron fáciles, varios indicios de su excitación fueron desvaneciéndose, Steve estaba seguro qué su sonrojo ya no era tan notorio y su miembro había dejado de estar duro. Sin embargo, la tranquilidad no duró mucho, porque el vibrador se encendió de golpe provocando que un jadeo se escape de su boca.

Gorgeous (KINKTOBER 2022)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora