Asustada pero con fuerzas

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Elisa
Me dije a mi misma que no devia de preocuparme porque me prostituyeran porque nadie se hiba a fijar en una chica como yo ya que no era para nada la típica chica rubia de ojos azules con cuerpazo, ni me asomaba a serlo. Yo era una chica de pelo castaño y liso, pesaba 56kg y media1,68cm, de ojos verdes y piel bastante palida.
Pero por dentro tenía miedo de lo que me pudiesen hacer.
Intenté no quedarme dormida pero no lo conseguí.

-Despierta, ya hemos llegado. Este será tu nuevo hogar hasta que alguien te compre por unos dias o semanas y si tienes suerte puede que hasta uno o dos meses. -El que me estaba hablabdo no era el borracho que me había golpeado la noche anterior, para nada se parecía a él, este era bastante guapo tenía el cabello rubio y los ojos azules, tendría unos dieciocho o diecinueve años.

-No me pienso quedar aquí ni loca. -Respondí enfurecida. -Me quiero ir a mi casa.

-Acaso estás sorda, esta será tu nueva casa. -Respondió otro chico acercandose a mí. Este tenía los ojos verdes y el pelo cantaño con unos rizos muy monos. ¡Pero que ago alagando a uno de mis secuestradores.

-Pues parece que el sordo eres tú, porque te repito que me quiero ir a mi casa.-Respondí levantando mi tono de voc cada vez más en cada palabra.

Puso los ojos en blanco, me cargó como si fuera un saco de patatas y me llevó adentro del, aislado del mundo, edificio que estaba frente a nosotros.
Yo me resistí gritando y dándole patadas en el vientre pero el no me sueltaba.
Cuando entramos al edificio solo había un enorme pasillo lleno de puertas. Habrió la puerta número 56 y me tiró al enorme sofá que había en esa especie de despacho.

-Mira niñita estúpida ya me hartaste con tus berrinches y tus patadas. -Me espetó, y justo cuando parecía que me hiba a golpear se habrió de nuevo la puerta.
Era el borracho que me había golpeado en la playa.

-Harry controlate no es momento para tus ataques de ira, tenemos problemas, problemas muy graves. - Dijo el borracho con cara de preocupación.

-¿Que pasa ahora Stif? -Preguntó Harry todavía alterado.

-Es la policía, ha descubierto este local. ¡Tenemos que irnos! ¡Ahora! ¡Agarra a la chica y llevatela a tu casa unos días hasta que encuentre otro local!

¡¿Que?! -Preguntamos yo y Harry al mismo tiempo.

-¿Por qué yo? Hai más hombres trabajando aquí.

-Lo sé. Y sabes que yo a ti te quiero como a un hijo, y por eso solo te mando llevarte a una. Los otros trabajadores se han llevado a unas quince cada uno. Y tu no tendrías que quedarte con esta si hubieras llegado antes. Pero los demás hombres ya se han hido.

-Está bien. -Dijo resignado. -¿Y cuánto tiempo me tendré que quedar con ella?

-Unos tres meses hasta que encuentre un lugar seguro y me desaga de unos cuantos empleados traidores. -Dijo mientras se sentaba en la silla de su despacho.
Harry me sujetó con fuerz del brazo y me llevó de nuevo al coche.

El secuestrador más sexy del mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora