Neverland.

¿Salvarle? ¿A él?.

Y aquí estoy con un nuevo capítulo, sé que me tarde en actualizar, lo siento, pero estoy de vuelta XD, empecemos.

¿Garfio? Oh fantástico... No podría haber esperado para atacar. Si que es impaciente el tío. Espero que no le contara a Peter lo que le había dicho, porque si se lo contaba, estaría cavando mi tumba.

Peter solo seguía sonriendo, mientras miraba a todos los lados. Intentando encontrar a su "querido" pirata.

-Pan, mi querido Pan- murmuró una voz. Una voz estruendosa.

De repente, de unos matorrales, salió el pirata. Vestido con sus ropas negras y acariciando su garfio.

Peter solo sonrió más.

-¿Qué hay Garfio?- preguntó él, mientras cerraba los ojos.

-Tan irritante como siempre, ¿nunca cambiarás, verdad?- preguntó irónicamente Garfio, mientras reprimía una pequeña risa.

-Y tu tan viejo como siempre, ¿nunca cambiarás, verdad?- preguntó esta vez Peter, mientras sonreía burlesco.

Garfio solo apretó la mandíbula, quizás llamarle viejo era su punto débil. Quién sabe.

-¿Sabes qué? No he venido a pelearme contigo muchacho, he venido para hacer una tregua- confesó el pirata. ¿Una tregua? Eso me olía a chamusquina...

-¿Una tregua? ¿Qué clase de tregua?- cuestionó el niño de ojos verdes, interesado.

-Una tregua que sé que te interesará... Mira, tu te vienes conmigo y yo dejo ir a tus amigos ¿trato?- preguntó Garfio, mientras achinaba sus ojos azules.

Peter se mordió el labio inferior, intentando aguantar una carcajada, pero no aguanto y dejo salir la risa.

El bucanero frunció el ceño.

-¿Por qué te ríes muchacho?- preguntó, aún molesto.

-Me rió, por la simple razón de que tu pienses que yo voy a hacer eso- explicó Pan mientras jugaba con su daga.

La verdad, es que había estado todo el rato moviéndola entre sus manos. Parecía que lo hacia cuando se ponía nervioso. Pero, seamos sinceros, ¿ese chico poniéndose nervioso? Ni en sueños.

-Entonces, tendrá que ser por las malas- susurró Garfio, mientras suspiraba.

Peter arqueó una ceja, mientras sonreía.

-Siempre lo hacemos por las malas, piratucho- replicó el niño.

No sé porque, pero creo que Peter disfrutaba haciendo rabiar a su contrincante.

Igual se alimentaba de eso... Igual tenía como una especie de corazón electrónico, que solo funcionaba cuando la otra persona le trasmitía odio.

Si, creo que eso había sonado un poco paranoico, pero, reflexionemos. Estoy en una isla llamada Nunca Jamás, con un líder adolescente, y sus secuaces adolescentes. Que, por raro que parezca, tienen como enemigos a unos piratas. Típico.

Seguí mirando a los dos personajes. Garfio solo estaba tensando la mandíbula, como si estuviera maldiciendo a Peter por dentro, y la verdad, eso si tenía lógica. Y Peter, bueno, Peter estaba sentado en el suelo, mientras bostezaba y miraba a Garfio.

-¿Cuándo quieres que empecemos? Me estoy aburriendo- cuestionó Pan, mientras se rascaba la nuca. En verdad se veía aburrido, y un poco cansado.

-¿Acaso tienes prisa?- preguntó el pirata, mientras se acercaba a él.

El muchacho de ojos verdes se levantó del suelo y se sacudió sus ropas. Miró a Garfio y le sonrió.

-No, no tengo prisa. Pero tu si. ¿No te das cuentas de que estas perdiendo minutos de tu vida? Normal que te hagas viejo. No vives cada segundo de tu... Lamentable vida- respondió Peter con un tono burlesco. El comentario que había hecho, no me sorprendió. Pero parece ser que a todos los demás presentes si, y hasta al mismísimo capitán le sorprendió. En ese instante, es cuando empezó el combate de verdad.

Garfio, lleno de rabia, intentó abrir en canal a Peter. Bueno, no en canal, pero si que intentó rajarle el vientre. Por suerte, Peter lo esquivo a tiempo.

Ahora era el momento del niño de ojos verdes para hacer un movimiento, así que lo hizo. Miró su pequeña daga y se enzarzó en el duelo.

Me sorprendía que Pan pudiera defenderse tan bien... Quiero decir, tenía una daga muy pequeña, mientras que Garfio tenía una espada larguísima. Además, contaba con su garra de hierro.

Aunque, creo que hablé demasiado pronto.

De momento, Garfio agarró la daga de Peter y la tiró hacia uno de su tripulación, después puso su espada en el cuello del muchacho, y su garfio encima de esta, para hacer presión.

-Parece ser... Que no has durado mucho- admitió Garfio, un poco decepcionado.

Peter solo soltó una carcajada.

-Esto no ha hecho más que empezar Garfio- replicó Pan con una mirada desafiante.

No sé que se proponía, estaba atrapado... Ese chico era un caso.

¿Cómo saldrá Peter de esa? ¿Acaso saldrá? Lo veremos en el próximo capítulo, ¡¡¡¡Adiós y gracias por leer!!!!