III

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-Por el amor de cristo, Yuta, esto me queda algo.. extraño –

-Cierra la boca, te ves perfecto, igual que tu hermano – Shotaro rodo los ojos en reacción al egocentrismo de su hermano, pero en cierta parte lo envidiaba, Yuta se veía bien incluso con pijama. – Esque.. Esta corbata me asfixia – Expresó el menor de los Nakamoto mientras intentaba aflojar un poco el nudo de la corbata – Hey! La corbata hace juego con el uniforme elegante, esque acaso no sabes de moda? – regaño el mayor volviendo a ajustar la corbata, además de acomodar el cuello de su camiseta para finalmente acomodarle de manera correcta la chaqueta – Listo, ahora vámonos, se hace tarde- 

Shotaro no tenía intenciones de ir, por un lado le aliviaba el hecho de ya no tener que ver a esos acosadores a diario, pero.. Y si le hiba peor allí?. Su hermano notó emociones negativas por su parte apenas al salir , y no dudó en intentar tranquilizarlo – Todo saldrá bien, confía en mí, está bien? – Shotaro asintió con una sonrisa.

El autobús llegó y ellos no dudaron en subir, entregándole las tarjetas al chófer y tomando asiento en los lugares que les correspondían. El viaje fue silencioso, bueno, para Shotaro, ya que Yuta tenía sus auriculares puestos y parecía bastante a gusto con lo que sus oídos percibían. Yuta una vez le comentó que la música ayudaba a calmar la ansiedad, él lo pasó por alto, pero en este momento le vendría bien hasta una canción de rock.

Salió de su trance cuando Yuta le propinó leves golpecitos en su hombro, indicándole que era hora de bajarse. Por alguna razón reaccionó de forma muy torpe y al levantarse del asiento su cuerpo se desplazó involuntariamente hacia atrás, haciéndolo golpear su columna de forma dolorosa con alguien.

Cerró sus ojos con fuerza antes de voltear hasta la otra persona y hacer una reverencia a manera de disculpa. Lo último que pudo divisar antes de que Yuta le jalase hasta abajo fue a un muchacho de cabellos marrones, ojos grandes y altura considerable <<Dios, soy tan idiota >>

-Porque tardaste tanto en bajar? Se que no quieres ir, pero tampoco exageres – El menor fruncio el ceño y chasqueo la lengua, acaso no vió como casi se rompe la espalda con el torso de ese apuesto muchacho?

- No es eso, es solo… no importa – Yuta le rodeo el cuello con su brazo indicándole que se mantuviera tranquilo, pero el estaba muy lejos se sentir tranquilidad, más con lo que acababa de suceder, su espina dorsal aún dolía, y de su cabeza no salía ese chico – Bien, entra, Diles que tu nombre es Shotaro Nakamoto y que vas en secundaria, ok? – el mencionado abrió la boca para responder, pero su hermano se marchó con tal rapidez que ni siquiera le permitió preguntarle a que salón debía ir

-Maldición.. –

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-Buen día Yuta – Saludó Jaehyun, su amigo y compañero de trabajo – Buenos días – respondió de vuelta, refiriéndose también a Jhonny, quien parecía muy concentrado con un plano el cual era diseñado con sumo cuidado – Que tal todo, como lo tomó Shotaro? – cuestionó Jaehyun iniciando una conversación – Lo noté algo alterado, pero sé que todo saldrá bien –

- Como estás tan seguro? Hasta donde sé Shotaro es muy antisocial –  Quién habló ahora fue Jhonny, quien segundos antes no parecía pestañear – Vaya, hasta que notas mi presencia – Soltó sarcástico

-No quiero sonar pesimista pero.. creo que debiste darle algo de tiempo, ya sabes, para que se acostumbrara al nuevo ambiente – Expresó girando su silla en dirección a su amigo – Mi hermano no es un bebé, ha pasado por cosas difíciles, pero el es muy fuerte y no va a rendirse cuando falta apenas un año para graduarse del colegio, estoy seguro de que le va a ir de maravilla – Yuta no esperó ninguna respuesta y simplemente tomó asiento en su lugar y se dispuso a trabajar. Mientras que Jhonny y Jaehyun se miraron entre sí y levantaron sus hombros dándole la razón al mayor.

𝐋𝐢𝐤𝐞 𝐚 𝐫𝐨𝐬𝐞 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora