𝐋𝐢𝐤𝐞 𝐚 𝐫𝐨𝐬𝐞

XXV

-Eres un maldito adicto! Y no serás nada más que eso nunca! - Jaehyun tenía sus manos tamblorosas mientras observaba con terror la escena. Presenciar algo así sólo le hacía imaginarse estar en la posicion de las víctimas, siendo torturadas de formas inhumanas hasta perecer después de una larga y dolorosa agonía. Yuta filmaba con su móvil de forma disimulada, ocultando el aparato electrónico bajo la manga de su smoking. Jhonny tenía la respiración agitada, pero aquello no le impedía acercarse más a su amigo, impidiendo que se notara el objeto que después les serviría para destruir a su jefe.

-Hijo de puta! Creíste que dándoles información no te cobraríamos la deuda, eh?! - El chico pelinegro, con una edad exacta de 24 años se encontraba colgado de los pies, con la cabeza muy cerca del suelo y la sangre divisandose por cada parte de su cuerpo - Lo.. siento jef... AH! - Otro golpe, Hyuckjae estampó el bate en el torso del chico dos veces más, impidiéndole hablar - Maldito idiota, te costará la vida -

Yuta paró la grabación y guardó su celular, introduciendo su mano al bolsillo de su pantalón y haciendo que el aparato electrónico se deslizara dentro de la tela a la misma velocidad de su mano. Fue muy cauteloso, obviamente allí habían cámaras que eran monitoreadas constantemente, no tenía intención de arriesgarse ahora que su plan de venganza estaba dando frutos.

El tormento terminó, y entonces pudieron salir del pequeño cuarto utilizado para fines estrictamente ejecutivos (literalmente hablando). – Yuta – Lo llamó Siwon, él volteó y caminó hasta su jefe a paso rápido -Sí? – Respondió, con su característico tono serio y expresión neutra, expresiones personalizadas especialmente para él – Regresa con los demás, Hyuckjae y yo debemos encargarnos de otro asunto – Le susurró, Yuta asintió con la cabeza y caminó de vuelta a la camioneta en donde se encontraban sus amigos.

Jhonny tenía el estómago revuelto, desde hace días no lograba comer de forma correcta, siempre que lo intentaba, a su mente venían éste tipo de escenarios. Las personas siendo torturadas hasta la muerte en esa maldita bodega. Jaehyun por su parte se limitó a suspirar con frustración – Lo has escondido bien? – Susurró, Yuta le dedicó una mirada acusatoria. No debía hablar de eso, aún estaba Chanyeol, el chófer. – Oh.. –

-No se preocupen – Habló de repente, mirando a los tres chicos por el retrovisor – De que hablas? – Preguntó Jhonny – Sobre Siwon.. Yo también estoy recaudando pruebas – Los tres amigos se miraron entre sí, confundidos, sorprendidos y… algo asustados – Con todo el respeto Chanyeol, no te metas en nuestros asuntos – Le dijo Yuta, mirándolo fijamente, intentando descifrar las intenciones del chófer al soltar tan repentina confesión – Quieren saber cómo llegué a ser chófer de esa basura? –

Jhonny miro a sus amigos una vez más, y luego de aseciorarse  de que todos estaban de acuerdo, dijo – Habla-

                                           (....)

-Oigan, seguros que es una buena idea? – Cuestionó Ten – No hay de otra, hay que decírselos – Respondió Doyoung – No deben tardar, ya casi son las cuatro – Avisó Mark.

Doyoung, Mark y Ten discutían su situación actual fuera de la casa de Yuta, esperando que el mismo llegara. – No tienes el teléfono de Shoraro? -  Preguntó Ten a Mark, imaginando y suponiendo que, al ser novio de Yuta, tenía contacto también con Shoraro, tecnológicamente hablando – No, y si lo tuviera, no me respondería –

Los dos amigos del chico se miraron entre sí, algo extrañados por la respuesta – Cómo? Es que no se llevan bien? – Mark negó - No es eso… es sólo que… Shoraro es algo complicado, ya sabes, está en la adolescencia – Levantó los hombros y se cruzó de brazos – En dónde estará? Hace rato debió salir del Colegio-