Hermoso, esa era la palabra con la que Shotaro describía a Sungchan. Habían pasado ya varios días desde que éste le habló por primera vez, y no podía evitar sentirse feliz al continuar manteniendo contacto con el. – Dios, Shotaro, podrías decirle a Sungchan que porfavor venga sin sus amiguitos? – habló Chenle, Sungchan se acercaba a el en los recesos junto a sus amigos, cosa que a él no le molestaba demasiado, pero sus amigos si que parecían tener un gran problema con Sungchan y los otros dos.-Si no me dices porque te molesta, entonces no lo haré – respondió Shotaro con una sonrisa divertida. Finalmente Sungchan llegó con sus dos amigos, los cuales tomaron asiento también – Qué tal? – Dijo Sungchan a modo de saludo – Hola… - Shotaro aún conservaba su timidez, por lo que sus mejillas se sonrojaron levemente al decir algo tan simple, mientras que sus amigos lo ignoraron e hicieron oídos sordos
-Oye, presentanos, yo también quiero conocerlo – Habló ahora el chico alto que días antes tuvo un momento bastante extraño con su amigo. – Oh, claro, Shotaro, el es Park Jisung, y él es Lee Jeno – el tal Jeno tenía un semblante de querer asesinar a cualquiera, por lo que solo agitó su mano y volvió su vista a Sungchan – Un gusto.. –
-Tienes planes para hoy al salir de aquí? – Aquello lo tomó por sorpresa - N-no, porque? – el mayor sonrió todavía más y observó fijamente a Shotaro – Te gustaría salir conmigo? –
<< Joder, esto realmente está pasando? >> - Debo hablar con mi hermano primero, pero te avisare lo que suceda -Para ese entonces ya habían hecho un intercambio de números celulares, por lo que el mayor solo asintió – Que? Tienes cinco años? Como que : “ debo hablar con mi hermano “? –
-Esque su familia si se interesa por él, y a pesar de la edad no permiten que le ocurra algo malo – Respondió Jaemin a Jeno, quien había soltado el comentario anterior a modo de burla. No es que Yuta fuera estricto con el, simplemente quería avisarle o mantenerle informado de lo que hacía – No te pregunté ati, Jaemin – habló nuevamente Jeno, en un tono bastante serio – Si? Pues Shotaro tampoco hablaba contigo, y te pido de la forma más amable que no vuelvas a hacer bromas de ese tipo- Soltó Jaemin con más seriedad aún, es la primera vez que lo había visto tan serio
-Eres realmente insoportable, ahora entiendo porque Juyeon te dejó – Shotaro abrió los ojos sorprendido, como podía decirle eso en frente de tanta gente?. Lo siguiente que vio fue a Jaemin golpeando con su palma la mejilla de Jeno – Quien mierda te crees? – no era fan de la violencia pero apoyó aquel golpe.
-A eso vienen? A jodernos el puto descanso? – Quien habló ahora fue Chenle, levantándose de la mesa para tomar a Jaemin de la muñeca y llevárselo de allí, el pobre había empezado a llorar – Te hablo luego- dijo a modo de despedida antes de seguirle el paso a sus dos amigos.
Chenle se detuvo en un salón que parecía ser de baile, ya que tenía un espejo gigante en la pared contraria. Cerró la puerta y, junto a ambos tomó asiento en la baldosa del lugar – Ya, ya.. Ese maldito imbécil lo dijo sin pensar –
-Sabes cuanto lo amaba, duramos 5 años, 5 AÑOS! LE DI TODA MI ADOLESCENCIA!– Jaemin sollozo más fuerte mientras se aferraba al uniforme del contrario – Lo sé, pero no fue tu culpa, ese idiota no te valoró –
Shotaro no tenía detalles exactos pero entendía de que hablaban, sin embargo no tenían tanta confianza, así que optó por quedarse a su lado en silencio. Luego de algunos minutos Jaemin se tranquilizó y al fin se percataron de su presencia – Shotaro, se que va a sonar loco, pero deja de hablar con Sungchan yá –
El chico fruncio el ceño – Que? –
-Que dejes de hablar con ese imbécil, es igual que sus imbéciles amigos – aclaró, pero Shotaro seguía en shock, que tenía que ver lo patán que era el tal Jeno con lo caballeroso y educado que era Sungchan? - N-no lo entiendo, porque? –
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𝐋𝐢𝐤𝐞 𝐚 𝐫𝐨𝐬𝐞
RandomSungchan se quedó con su padre, no porque quisiera, sino porque el se lo pidió, temió dejarlo solo, y al final, quién termino sintiéndose solo fué el. Observaba a su padre darle todo el amor que existía en su ser a su trabajo, clientes y mujeres que...