IX

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La última campana de la jornada sonó, haciendo que los estudiantes se levantaran de sus asientos para salir del Salón ansiosamente. Jaemin y Chenle solo se limitaron a levantarse y ponerse la mochila al hombro - Estás seguro que no quieres ayuda? Mi mamá no tiene problema con que demore una o dos horas en llegar - Cuestionó el chico de cabello rosa, el castigo que le habían determinado a su amigo era una labor bastante pesada - No te preocupes, estaré bien - Respondió Shotaro sonriendole, tenía claro lo horrible que hiba a ser limpiar todo el Colegio, incluídos los retretes, quizás a la próxima pensaría en no responder a los licenciados y quedarse en silencio como siempre lo ha hecho.

-Está bien, recuerda que puedes llamarme si algo sucede - Respondió ahora Chenle, el contrario sólo asintió con una sonrisa fingida, su especialidad. La verdad es que el deseaba desde el fondo de su corazón que sus amigos se quedaran para ayudarlo, pero ellos no habían sido castigados, ellos no habían sido groseros con un maestro, no tenían nada que ver y aunque quisiera, no sería correcto dejar que le den una mano.

Los vió retirarse del Salón y después observó cómo cruzaban la puerta principal, listo, estaba solo. Soltó un largo suspiro para después tomar su mochila y salir camino a la dirección General, lugar en donde se encontraba el licenciado Haechul. Al llegar éste solo le dijo que dejara sus pertenencias en un asiento y que fuera al cuarto de limpieza, Shotaro obedeció sin cuestionar, y una vez teniendo los materiales se dispuso a cumplir su castigo.

(.....)

Había perdido la cuenta de cuantos pasillos había barrido y cuántos baños había limpiado, sentía un intenso ardor en su espalda baja y la piel de sus manos había tomado un color rojizo, por suerte solo le faltaba sacar la basura.

Se dirigió hacía los baños para tomar las bolsas de basura, sin embargo y justo cuando caminaba de vuelta, logró divisar una figura familiar - Hola hermoso - << Tiene que ser una broma >>

Siguió su camino, intentando ignorar al chico que había salido de quién sabe dónde, pero como siempre no lo consiguió - A dónde vas con eso? Quieres ayuda? - Sungchan jaló levemente una de las gigantes bolsas que sostenía con dificultad el contrario - No necesito tu ayuda, dame permiso - Respondió seguro, pero aquel tono cansado, el sudor en su frente y las manos rojizas temblando decían lo contrario - Dame eso - le arrebató una de las bolsas y caminó a paso rápido hasta el basurero principal, para después tomar las demás y dejarlas allí evitándole esfuerzo al menor - Gra.. cias.. -

-No hay de que, que haces aquí? - Luego de botar la basura se dispusieron a caminar hasta dónde se encontraban los lavamanos - Que haces tú? - Sungchan treminó antes y se dirigió a la secadora de manos - Me castigaron por responder de mala manera a un maestro - Shotaro abrió los ojos de par en par, habían hecho lo mismo, pero él había salido más perjudicado - Pues ami me ocurrió lo mismo -

Finalmente salieron de los cubículos, Shotaro aún sentía sus manos temblando y su espalda baja arder, incluso algunos músculos de sus piernas estaban entumecidos - Oye Shotaro, quiero pedirte una disculpa por lo que ocurrió aquel día... - hizo una pequeña pausa antes de continuar, solo para observar como el menor no tenía problema con que siguiera hablando, cosa que lo motivó a continuar - Te juro que no quería que te sintieras así, es cierto, yo quería hacerlo contigo, pero nunca a la fuerza -

-Como me dices que no tenías esa intención? Yo no quería hacer nada de eso contigo - Replicó el menor, era cierto, aceptó salir con el porque pensó que todo sería como en las películas, que equivocado estaba - Y como hiba a saberlo? Nunca en mi vida he cruzado con un chico que no me abra las piernas o al menos me de un beso en la primera cita - No hiba a mentir, no tenía porque hacerlo, éste muchacho tenía un problema grave y merecía una disculpa, sin embargo y por alguna razón, Sungchan veía como una necesidad el hecho de que el menor lo mire de la misma forma que lo hizo hace unos días

Shotaro poseía una gran cantidad de empatía, se puso mentalmente en el lugar del mayor y dedujo que, aunque sus intenciones no eran las más correctas de forma moral, él no intentó tomarlo por la fuerza. Eso sin contar con que se había tomado el tiempo de disculparse, nadie más que su hermano había hecho algo como eso - Está bien, te disculpo - El mayor sonrió de forma sincera y miro con cariño al contrario - Me gustaría que salieramos una segunda vez, sin sexo de por medio, claro -

Separó levemente sus labios para responder, no obstante, recordó las palabras de sus amigos. Quería aceptar, todos merecen una segunda oportunidad, pero si Jaemin o Chenle se enteraban lo iban a quemar vivo. A pesar de ésto, sabía que no pasaría de una salida, por tanto, ellos no se tendrían que enterar - Me parece una buena idea -

-Bien, entonces te recogo el Sábado a la una en punto - Anunció - de la mañana? - Sungchan no pudo evitar reír ante la pregunta hecha por el contrario - No precioso, de la tarde - Las mejillas de Shotaro se tornaron rojizas, obligándolo a bajar la mirada - Bien, te esperaré - Luego de aquella animada conversación ambos recogieron sus cosas y caminaron rumbo a sus hogares, no sin antes despedirse de manera amable.

Shotaro no terminaba de deducir si las acciones que estaba llevando a cabo eran correctas, pero incluso si en el fondo sabía que estaba mal, algo lo impulsaba a involucrarse cada vez más. Sonrió por impulso pensando en como le contaría de Sungchan a su hermano, pero su sonrisa se desvaneció automáticamente al recordar que el mismo no estába enterado del castigo y que se supone que debía estar en casa hace aproximadamente cuatro horas.

Al tomar el autobús y al bajarse sintió una fuerte opresión en el pecho, cosa que lo hizo caminar a paso rápido hasta finalmente llegar al Departamento que compartía con su hermano. Inhaló profundo y mientras exhalaba sacó sus llaves , para después introducirlas en la cerradura y quitar sus zapatos. Deslizó la llave y finalmente ingresó, volteó a todos lados curioso, encontrándose con.. Mark?

Hola Ma.. - el mayor ni siquiera le dejó terminar, simplemente lo envolvió en un abrazo - Pensamos que te había ocurrido algo, estás bien? - el menor asintió - En donde está Yuta? - Cuestionó, no lo veía por ningún lugar de la casa, normalmente el solía estar en el sofá - Está arriba, creo que está reportando tu desaparición - <<Qué? >>

Lo siguiente que vió fue a su hermano bajando por las escaleras a una velocidad algo cuestionable, para después abrazarlo con fuerza - Yu.. ta.. - Logró notar entonces la respiración agitada y el alivio que sentía su hermano al tenerlo allí . El mayor se separó de su hermanito sólo para notar las condiciones en las que éste se encontraba y debido a lo ocurrido en el pasado por su mente pasaron los peores escenarios, haciéndolo sentir culpable e insuficiente - Que te ocurrió? Porque tus manos.. Oh Dios.. - Shotaro enseguida lo volvió a abrazar - Es una historia larga, pero no es algo malo, no te preocupes -

-Porque no me avisaste? Te llamé muchas veces y no atendiste - Mark observaba desde la cocina lo adorable que podía llegar a ser Yuta, muy gracioso y espontáneo, dominante y terco, pero extremadamente sensible y vulnerable cuando se trata de sus seres queridos. No se arrepentía de haber aceptado ser su pareja.

-No pude, pero estoy bien, de verdad - El mayor lo miro dudoso, pero al final terminó creyéndole - Bien, ve a cambiarte y ven a comer, Mark y yo hicimos la cena-

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Muy buenas noches lectores y lectoras , como están hoy?

Espero que realmente bien. Hoy actualice un capítulo bastante lindo y algo corto, pero prepárense, porque en el otro veremos la cita con Sungchan y se van a enterar de unas cositas.

En fin, si les gustó no olviden votar. Comenten lo que quieran y mantenganse hidratados, Chau ♡

𝐋𝐢𝐤𝐞 𝐚 𝐫𝐨𝐬𝐞 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora