The Ones Who's Fallen [En Curso]

Capítulo 30

"Entonces, ¿por qué estás aquí ahora? Podrías pasarte el resto de tu vida quedándote en Floukru y evitando verme".

"Vi bajar algo del cielo y oí que te interesaba. Luego me enteré de que ibas personalmente a comprobarlo". Luna le da a Lexa un ligero golpe en la nuca. "Branwoda (tonta). Eso y otra cosa. Algo está cambiando y seguirá cambiando. El equilibrio del mundo está cambiando".

"¿Cómo lo sabes?" Lexa pregunta.

"Desde que fui a Floukru, me he vuelto... No conozco la palabra adecuada en gonasleng para describirlo. ¿En sintonía, quizás? Con el mundo. Los ancianos del clan lo han confirmado".

¿Algo está cambiando? ¿Lo suficientemente grande como para cambiar el equilibrio del mundo? ¿Podría ser que la gente del Arca baje aquí? Ya sé que enviarán a un grupo de delincuentes... No sería tan difícil imaginarlos enviando a todos.

"¿Sabes lo que pasará?" Pregunto, esperando que niegue mi miedo. No es que espere que la gente del Arca muera en el espacio, sólo que no quiero que fastidien la Tierra como fastidiaron el Arca.

"No. Tendremos que esperar y ver, y luchar para sobrevivir". Dice Luna, su voz tranquila pero fuerte y decidida. Todas nos quedamos en silencio un momento antes de que ella lo rompa. "¿Qué ha bajado del espacio? ¿Por eso están las dos aquí?".

"No, hemos venido a cazar a la Pauna". Lexa dice, dándome una mirada que me dice que quiere que le cuente a Luna sobre mi caída del espacio.

"Eh, y yo soy la cosa que cayó del cielo".

Luna me mira confundida. "¿Tú? Una caída desde esa altura convertiría a cualquiera en un charco rojo en el suelo".

"Si solo fuera yo, sí. Caí en una vaina especial hecha de metal que se hizo para que pudiera sobrevivir a la caída".

"¿De qué te caíste?" Luna pregunta, inclinándose hacia delante.

"Hay una nave gigante ahí arriba llamada el Arca". Empiezo y soy cortada por la siguiente pregunta de Luna. Si fuera cualquier otra persona me molestaría, pero su entusiasmo y curiosidad me recuerdan a Lexa cuando nos conocimos. Supongo que realmente están emparentadas, como si tuviera alguna duda.

"¿Una nave? ¿Como un barco?"

"No, es como una ciudad metálica gigante que depende de sí misma". respondo. Con una idea, me levanto y me acerco a mis pieles. Saco mi cuaderno de bocetos y lo acerco. "Cuando digo metal, quiero decir que todo está hecho de metal".

Comienzo un rápido boceto del exterior del Arca. No la vi cuando estaba en la cápsula (la Tierra era demasiado hermosa para que apartara la vista), pero vi dibujos de ella muchas veces antes de que me encerraran. Papá era ingeniero, así que guardaba un montón de fotos del exterior. La pantalla de inicio de la televisión y de su tableta era una imagen tridimensional giratoria de ella. No es la mejor, y sé que me molestará lo suficiente como para terminarla más tarde, pero tengo un boceto. Se lo enseño a Luna y a Lexa.

"Así es el exterior. Es enorme y tiene algo más de mil personas. Eso creo. No estoy segura de la población, pero sé que hay un montón de gente. El Arca se compone de doce estaciones más pequeñas, todas juntas en una. Antes había trece, pero estalló por los aires".

"¿Y toda esa gente está ahí arriba ahora? ¿Eso está en el cielo?" Luna pregunta, sonando asombrada.

"Sí, así es. Pero puede que no por mucho tiempo. Este podría ser el cambio del que hablabas". Eso llama la atención de ambas. Lexa ya lo había oído, pero no estaría mal que se lo recordara. "El Arca se está muriendo. El sistema de suministro de oxígeno está fallando catastróficamente y no hay nada que nadie pueda hacer para detenerlo. Pronto van a enviar a un centenar de delincuentes, todos ellos menores de 18 años que han cometido algún delito, para ver si se puede sobrevivir en la Tierra. Después de eso, puede que envíen a todo el mundo".

Luna se levanta de un salto, saca una daga (¿dónde demonios la tenía escondida?) y me apunta con ella. Permanezco agachada, sin querer que me corte accidentalmente (o a propósito). "¿Así que te enviaron por delante? ¿Como espía?"

Lexa se pone delante de mí: "Bájala".

"Lexa-" Luna empieza,

"Pon. Lo. Abajo".

Me alegro de estar detrás de ella, porque la cara ligeramente pálida de Luna me indica que Lexa la está fulminando con la mirada. Luna suspira y enfunda su daga.

"¿Por qué la defiendes?".

"Escúchala. Entonces lo sabrás". Dice Lexa antes de volver a sentarse a mi lado.

"El problema del oxígeno fue algo que descubrió mi padre. Quería contárselo a todo el mundo. Tenía fe en que no se amotinarían, sino que harían todo lo posible por ayudar. Estaba de acuerdo con él. Pero el Consejo, incluyendo a mi madre, no. El Consejo es un grupo de personas que representan a un grupo mayor de personas. Tiene un representante de la Agricultura, Medicina, la Guardia, y otros, Mi madre es la mejor cirujana del Arca, y representante de los Sanadores. El Consejo decidió no informar a todos, pero papá siguió trabajando en su plan. Lo descubrieron, y lo mataron. Lo lanzaron al espacio como si nada. Se enteraron de que le estaba ayudando, y me metieron en la cárcel. Yo era demasiado joven para ser condenada a muerte. Estuve encerrada en el Sky Box solo durante un año cuando mi madre vino y me sacó. El Consejo iba a votar si me ejecutaban antes. Había estado trabajando con una mecánico para arreglar una vieja cápsula de escape y me habló de los cien antes de enviarme. Y entonces aterricé aquí".

"Tu gente es dura". comenta Luna.

Les dedico una sonrisa triste. "La verdad es que hace tiempo que no los considero mi gente. Pero sí, lo son. Siempre nos decían que así sobreviviríamos todos y que la raza humana seguiría adelante, pero poco sabían que todos ustedes estaban aquí abajo sobreviviendo también."

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No se metan con la futura esposa de la Comandante que no viven para contarlo.

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