The Ones Who's Fallen [En Curso]

Capítulo 38

"De acuerdo". Digo, asimilando lo que me ha dicho Lexa. "Así que lo que me estás diciendo es que tenemos cuatro opciones. Una no podemos usarla porque nos llevaría demasiado tiempo. Otra no podemos usarla porque nos invadirían los guerreros de Azgeda. Y otra que no podemos usar porque estaremos rodeados de asesinos que quieren matarte. Lo que nos deja una única opción para llegar a esta reunión, en la que tendremos que acercarnos mucho a la base de nuestro mayor enemigo."

"Sí", confirma Lexa.

Frunzo el ceño. "Pues casi parece que te están arreando hacia esa ruta".

Eso hace que Lexa haga una pausa, su cara se tuerce ligeramente mientras piensa. "Creo que tienes razón."

"Entonces, ¿quién podría estar detrás de esto?". Me pregunto en voz alta. Lexa se sienta en una silla junto a la mesa y me hace un gesto para que haga lo mismo. Tomo asiento y repaso las posibilidades en mi cabeza. "Veamos primero a los asesinos de esa carretera. ¿Hace cuánto que ha aumentado su número?".

"Muy recientemente. Desde hace una semana, sólo un día después de que se confirmara la hora y el lugar de la reunión. Alguien debió contratarlos o avisarles". Dice Lexa, con los ojos muy abiertos. "No puedo creer que no lo viera antes.Mochof, Clarke".

"Pro. ¿Tus exploradores han notado algo sobre los asesinos? ¿Son muchos de ellos Maunon o Azgeda?".

La boca de Lexa se abre ligeramente en señal de comprensión. "Ha aumentado el número de informes sobre Maunon en esa zona, sí. Esto no es bueno, Clarke".

"¿Puedes decirme qué sabes de los Hombres de la Montaña?". Pregunto.

"Anya me ha contado lo mismo que a ti. Sabe casi todo lo que sabemos de ellos. Su gente se lleva a los nuestros y rara vez regresan con vida. Si se les vuelve a ver, se han convertido en un Segador. Su gente tampoco sale de su recinto a menudo. Cuando lo hacen, están cubiertos de un material flexible".

"¿Qué aspecto tiene?" pregunto.

Lexa coge un lápiz y una hoja en blanco, y empieza a dibujar en ella. "No sé cómo describirlo".

Termina y deja el lápiz. Lo estudio detenidamente. Casi parece una versión más endeble de los trajes que llevan los Mecánicos Cero G en el Arca, pero ¿para qué los necesitarían aquí abajo?

"¿Algo más?" pregunto, volviendo a mirar a Lexa.

Ella se lo piensa un momento. "Sí, una última cosa. Una vez atrapamos a uno de los suyos. Cuando intentamos quitarle el traje, empezó a gritar que le mataría. Como no le creímos, le hicimos un agujero. Empezaron a salirle bultos en la cara y no paraba de gritar. Murió a los dos minutos".

Algo tuvo que causarle una reacción tan extrema. Tuvo que reaccionar a algo en el aire, si sólo un pequeño agujero en su traje le causó la muerte.

Casi suena como si lo hubiera matado la radiación, pero no sé si eso sería posible. Lexa y su gente están bien, y yo también. Es posible que Lexa y su gente se hayan adaptado a la radiación de la atmósfera, pero eso no explica por qué yo estoy bien. No había radiación, que yo sepa, porque estábamos en el espacio. Espera. Radiación solar. No hay nada que proteja al Arca de ella, así que debemos estar acostumbrados a altos niveles de radiación. Pero si hay un montón de radiación en la tierra, habría señales. Algunos defectos en la población. Aunque realmente odio usar esa palabra.

Lexa me deja pensar, esperando en silencio a que hable. Cuando lo hago, se gira, prestándome toda su atención. "¿Hay gente que nace con anomalías?".

"Sí, supongo que te refieres a anormalidades físicas". Espera a que asienta y confirme. "Una vez vi a un bebé con una mano como un pie. Se les considera mancillas en la línea de sangre y se les destierra. Es duro, pero mantiene a nuestro pueblo lo más fuerte posible".

Entiendo su punto de vista, pero me siento mal por todas las personas que nacieron diferentes y fueron castigadas por ello.

Lo que me ha contado Lexa refuerza mi teoría. Le explico lo que pienso, sólo haciendo una pausa para desayunar rápidamente cuando llega. Lexa lo asimila con facilidad, parece entender todo lo que le digo y, cuando no, hace preguntas hasta que lo consigue. Es mucho más lista de lo que pensaba, la verdad. Y eso es mucho decir.

"...Necesitaré ver un Maunon por mí misma para confirmar mi teoría". Digo mientras termino de explicarme.

"Estaremos tan cerca de ellos que está casi garantizado que verás uno muy pronto. Hay una exploradora que regresará pronto. La envié ayer a comprobar el camino que tenemos por delante".

Justo a tiempo, las puertas de la tienda se abren y Gustus aparece, abriéndolas para que entre una chica pequeña y musculosa. La reconozco. Es una exploradora increíblemente buena, pero una vez la atraparon y le dispararon desde un árbol. Por suerte, sólo fue alcanzada por la flecha en el hombro, pero tuve que hacerle puntadas.

"Mara". Lexa dice, poniéndose recta y mirándola. Vuelve a estar en modo comandante. "¿Cuál es tu informe?"

"Hay muchos Maunon en el camino, todos ellos con dispositivos. Algunos tienen armas, pero ninguno parece que vaya a intentar matarte. Casi parece que están preparados para observarte".

Lexa asiente. "Mochof, Mara. Buen trabajo".

Mara inclina la cabeza y se marcha, haciéndome un gesto con la cabeza antes de irse.

"¿Por qué crees que sólo quieren observarte?". le pregunto.

"Ya saben mucho sobre mí, Clarke. Soy el líder de su enemigo, así que me observan a menudo. Pero esto es diferente. Soy una conocida, alguien a quien han estudiado desde que me convertí en Heda. Pero tú eres una desconocida. Eres una persona nueva en esta guerra. Una enemiga inesperada. Quieren observar tus interacciones conmigo, ya que no pueden acercarse lo suficiente a la aldea para hacerlo aquí. Tendremos que tener cuidado, Clarke. Eres una amenaza para ellos, como lo soy yo. Y como cualquier bestia asustada, si demostramos ser un peligro para ellos, nos eliminarán".

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Los montañeses están intensificando su juego, pero como siempre, eso no les durará mucho.

Y aún falta que hablen sobre el beso en la mejilla, esto cada vez se pone más interesante.

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