Capítulo 25

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"Clarke".

Doy un quejido y me acurruco aún más entre las pieles, poniéndome una sobre la cabeza. Es demasiado pronto para estar despierta. Oigo una risita y me retuerzo, deseando volver a dormirme.

"Clarke. Vamos, es hora de levantarse".

Esa voz me resulta familiar, pero no es Anya. "Cinco minutos más." suplico, esperando que no sean tan crueles como Anya cuando no me despierto cuando ella quiere.

"Clarke". La voz es severa, pero puedo oír la diversión. Una mano empieza a sacudirme ligeramente el hombro y suspiro, sabiendo que no podré volver a dormirme.

La persona se detiene cuando mi cabeza emerge de entre las pieles. La repentina ráfaga de aire frío me hace estremecer, pero el aire fresco es un cambio bienvenido. Tardo un par de intentos en abrir los ojos, e incluso entonces todo está borroso. Bostezo y saco una mano de debajo de las pieles para frotarme los ojos.

Mi vista se centra en Lexa, que está agachada frente a mí. A juzgar por la sonrisa divertida de su cara y su cercanía a mí, que me provoca un cortocircuito cerebral, ha sido ella quien me ha despertado.
"Estoy despierta", suelto, haciendo una mueca de dolor al oír la aspereza.

"Apenas". Lexa dice bromeando. "He salido y nos he cazado el desayuno". Pensar en comida me hace rugir el estómago y me motiva a salir de debajo de las pieles. "Iré a prepararlo mientras tú te vistes".

Me pongo en pie y estiro las extremidades, liberando mis músculos de la mayor parte de la rigidez del sueño. Miro a Lexa y veo que está de espaldas a mí, probablemente para darme intimidad mientras me cambio. Bueno, tanta intimidad como se puede tener en una cueva gigante abierta.

Me quito el pijama y me pongo rápidamente la armadura, sin querer exponer mi piel al frío aire de la mañana más tiempo del necesario. No es que esté helada, es que estoy acostumbrada a que sólo haya una temperatura en el Arca, y ésta era más cálida que ésta. Incluso después de más de un mes, todavía me estoy adaptando a las diferencias de la Tierra. Me acerco a Lexa y me siento a su lado, bostezando.

"Después de desayunar, podemos intentar rastrear a Pauna". dice Lexa, mirándome cuando me siento. "Por lo que parece, anoche debió de estar cerca de nosotras. Sólo tenemos que averiguar dónde estuvo y seguir sus huellas".

"Haces que parezca tan sencillo", digo burlona, sabiendo que será cualquier cosa menos eso.

Hay una pequeña sonrisa en su rostro mientras se inclina más cerca del fuego, revisando la carne de cualquier animal que haya matado para ver si está lo suficientemente cocida. Aparentemente satisfecha, saca el palo con la carne. Lexa mete la mano en una vaina que hasta ahora no había notado que llevaba atada a la cadera y saca una daga. Lexa corta la carne del hueso y coloca los trozos en los platos que ha traído. Los divide de forma relativamente equitativa entre los dos, aunque estoy bastante seguro de que a mí me da un poco más. Una vez limpios de carne, tira los huesos a la pared, lejos de nuestras cosas.

Le doy las gracias cuando me pasa el plato. Comemos casi en silencio, el único sonido son los caballos comiendo la hierba y el sonido del bosque que viene de la entrada.

"Deberíamos irnos si vamos a rastrearlo hoy". afirma Lexa cuando ambas hemos terminado.

"De acuerdo".

Repaso mi lista mental dos veces, asegurándome de que tengo todo lo que podría necesitar mientras lucho contra un gorila mutante gigante. Sí, puede que esta no haya sido la idea más brillante. Lexa y yo nos vamos poco después, las dos en guardia.

Lexa tiene una de sus espadas desenvainada y mis manos están listas para agarrar mi arco o mi espada, dependiendo de lo que necesite. No hay mucho ruido y cuanto más nos alejamos de la cueva, menos sonidos hay. Es inquietante. Normalmente, el bosque es una mezcla absolutamente impresionante de hermosos paisajes y sonidos de animales. Debemos de estar muy cerca de él, lo que no me reconforta lo más mínimo.

Sigo a Lexa, sin perder de vista los árboles y nuestros alrededores, mientras ella sigue el rastro que nos dejó la Pauna. Normalmente son árboles rotos y pisadas alarmantemente enormes (me aterra pensar qué aspecto puede tener en realidad), pero unas cuantas veces ha habido un animal pequeño en la huella (sí, dentro. Como completamente aplastado) e incluso el esqueleto de un ciervo. Todavía tiene un poco de carne, por lo que Lexa determina que no hace mucho que lo mataron, un día como mucho.

Cuando Lexa se detiene, yo todavía estoy asegurándome de que no hay nada ni nadie siguiéndonos y tal, así que no me doy cuenta hasta que choco con su espalda. Al contacto, ella suelta involuntariamente un gruñido silencioso y da un paso adelante.

Estoy a punto de preguntar qué pasa, pero Lexa me hace callar y susurra. "Creo que hemos descubierto su campamento. No parece estar aquí ahora mismo, así que echemos un vistazo".

"Eso suena como una muy mala idea". murmuro, observando el claro que hay frente a nosotros, oculto en su mayor parte por los árboles.

"Probablemente lo sea. Vamos". Con eso, Lexa comienza a moverse silenciosamente a través de los árboles y hacia el claro.

"Y me dijo que no hiciera estupideces". refunfuño antes de seguirla.

Oh, mierda. El claro es definitivamente de nuestra Pauna. El suelo polvoriento es rojo, lo que supongo que significa que está empapado de sangre. Hay huesos bordeando el claro (y algunos son humanos), así que tengo que trepar por ellos para seguirla, y casi tropiezo con un pie. Un pie real de una persona, desprendido. Con la piel todavía. Soy sanadora, he visto cosas malas. Pero esto me revuelve el estómago.

Lexa me hace un gesto para que me acerque a ella, así que me apresuro.

"Clarke, mira".

Echo un vistazo al agujero en el suelo que señala y me quedo flotando: es una persona. Está reteniendo aquí a una persona viva. ¿Por qué?

Se oye un rugido muy fuerte (parece muy enfadado por algo) y sin darme la vuelta sé que está demasiado cerca para Lexa y para ponerme a salvo. Intercambiamos una mirada. Lexa desenvaina su otra espada y yo saco mi arco, esperando poder hacer unos cuantos disparos antes de que se acerque demasiado.

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Esto se pone intenso.

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The Ones Who's Fallen  [En Curso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora