Capítulo 5

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Juan sintió su corazón cálido por primera vez en años, el ambiente festivo siendo algo a lo que no estaba acostumbrado. A pesar del ensordecedor ruido de gente hablando al mismo le parecía reconfortante de alguna forma.

Auron charlaba amenamente como Biyin, contando las cosas relevantes de los últimos meses que no se habían visto. Noni y Tanizen murmuraban palabras rápidas el uno al otro mientras reían entre dientes y hablaban con comida en la boca. Zorman estaba hablando con él y Spreen, los tres manteniendo una conversación ligera.

Todos estaban evitando el tema que pesaba abrumadoramente en la mayoría si no es que en todos.

La muerte de Juan y su repentino regreso.

Los que eran inconscientes de la situación les parecía extraño, anormal si lo tenían que describir con claridad. Muchas cosas simplemente no cuadraban y la mayoría sabía de primera mano lo ajenos que resultaban los dioses a la hora de hacer favores. Juan siempre fue su favorito, pero una segunda oportunidad que implicaba cambiar el curso temporal era anormal.

Spreen no se lo tragaba en absoluto.

También estaba el hecho del repentino cambio de actitud en el hechicero, no era la energía nerviosa y ansiosa a la que estaba acostumbrado. Se había burlado un par de veces de él en la cena, y para su sorpresa e incomodidad simplemente recibió miradas ladinas y un chasquido de lengua que parecía más molesto que enojado. Juan nunca reaccionaba con calma, la palabra no estaba en su vocabulario. Y aún así de alguna forma logró hacerlo.

No le parecía común, ni siquiera normal. No le parecía que Juan fuera su Juan, el que conocía bien.

Spreen se jactaba de su impresionante habilidad de leer a las personas con facilidad, podía decir cuando alguien estaba fingiendo, mintiendo o manipulando. Juan demostraba una falta de emoción preocupante, su porte era neutral, igual que su voz y rostro. Todo era una carencia de emociones que nunca había visto. Incluso su sonrisa no denotaba nada, el cómo su voz se mantenía cuidadosamente alegre era extraño.

Spreen estaba ligeramente preocupado.

"Oso, has estado muy callado." Se tensó, mirando hacia Juan como si lo hubieran atrapado haciendo algo ilegal. La expresión del hechicero era consciente, divertida incluso. Parecía como si supiera todo lo que él pensaba, algo muy primario se despertó en él. Un miedo instintivo que le advertía y gritaba que lo que estaba frente suyo era peligroso, un depredador. "Estoy pensando hechicero, no espero que lo entiendas." Actuar con cautela era el peor error que podía cometer. Sabía que podía resultar altamente sospechoso y levantar sospechas era lo último que quería y necesitaba.

"Puto oso mierda, más respeto a los muertos." Zorman negó con la cabeza, una sonrisa plana alcanzando por unos segundos su rostro. Spreen bufó, acomodando sus lentes y haciendo una mueca molesta.

Juan sabía que Spreen tenía dudas sobre él y la veracidad de su historia creada en minutos, no era una sorpresa para él y estaba seguro que no lo era para nadie. Spreen era astuto, sabía cómo funcionaban las mentiras y como descifrar una. Al final de todo era experto creándolas, sabía cómo mentir y cómo actuar ante una mentira. Juan no estaba sorprendido en lo absoluto. Sentía su mirada penetrante intentando leerlo de cualquier forma, buscando una forma de apaciguar sus dudas.

Era imposible para él, había perfeccionado con Xena la mirada en blanco junto con todo lo demás, nadie podía leerlo si no lo quería. Era bastante útil si era honesto, siempre detesto la forma en la que la gente lo descifraba con tanta facilidad, como la gente podía adivinar lo que pensaba como sabían sus acciones futuras y pasadas. Era un libro abierto.

No más.

"Te ves distraído." Lo vio tensarse, sus orejas dirigiéndose hacia él en búsqueda del sonido. Le pareció de cierta forma tierno, como estaba tan alerta a su alrededor. "Estoy cansado, la reconstrucción ha sido pesada." Juan tarareo contemplativo, asintiendo con lentitud. "Me imagino, yo tuve suerte, llegué y tengo mi casa intacta." No había malicia en su voz pero la manera en la que lo dijo fue burlona de cierta forma. "Hechicero afortunado." El hibrido de oso mordió sin tomarse el tiempo de esconder el veneno en su tono. Juan sonrió con ligereza.

~hombre con alas~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora