Capítulo 4: ¿Juntos desde ahora?

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Aliquem estaba mirando sin rumbo alguno en la playa del pueblo, tuvo que obligarse a ser disimulado con el viajero cuando le preguntó sobre Kazuha, solo Nahida sabía la verdad pero hasta ella decidió mantener silencio sobre ello. Era obvio, ya lo conocía desde hace muchísimo tiempo, pero era algo amargo saber que para poder cambiar tuvo que haber hecho a la gente olvidarlo, no tuvo en cuenta lo que sentían ambos a la hora de borrarse del Irminsul, quería acabar con ese sufrimiento que tenía desde hace tanto tiempo, la marioneta de la Shogun, alguien a quien Dottore pudiera manejar, pero al final... Eso volvió a ser, excepto que unos pocos le recordaban, sin estar entre ellos a la persona en quien volvió a confiar, el sobreviviente de los Kaedehara.

Cuando lo vio otra vez, tuvo la esperanza de que algo ocurriera y reconociera su rostro, su caminar, alguna cosa, pero se llevó una decepción, cometió el error de ir ciegamente con él, ni siquiera le preguntó cuál era el propósito, solo fue directo, quería estar a su lado otra vez, y solo por su decisión, eso es lo que lo colocaba peor, cuando por fin había podido decirle lo que sentía una vez, la capacidad de borrarse lo tentó, tanto que su mente terminó nublada y sin poder despedirse de él. Había llegado a pensar que si lo hacía nunca recuperaría esos recuerdos, pero así fue.

"Debería arrepentirme, hacía ya tiempo que no lo veía..." estaba frustrado, Dottore lo terminó separando de Kazuha más de una vez, eso es una historia que ahora no le importaba, no sabía qué pensar, para él era algo bueno haberse separado de los heraldos fatui, ya nadie podría molestarlo como un viajero errante, tenía un nuevo nombre, identidad, y podría empezar de nuevo, pero eso le costó muy caro.

Debía empezar desde cero, aunque eso ya era obvio, no podía tratarlo igual como antes, seguro terminaría incomodándolo. Respiró hondo, varias veces, él le llegó a enseñar cómo controlar sus emociones, falló más de una vez en el intento, incluso cuando era tan fácil ya que él no recordaba nada, Pensó en cómo debía avanzar de ahora en adelante, ya lo conocía a profundidad... Pero él no, se dio cuenta que acercarse con tanta naturalidad como lo hizo fue bastante mal, dejó confundido al samurái con sus reacciones impredecibles, cuando lo volviera a ver al atardecer, ya esperaba saber qué decirle.

Veía que el sol ya estaba a punto de caer para formar un atardecer, Kazuha debería llegar en cualquier momento. Se levantó del suelo y caminó hasta la orilla, perdiendo la mirada en el horizonte, teniendo la fe de que el tiempo terminará consumiéndolo.

- Aquí estoy, Aliquem - Una voz terminó por sonar a su espalda.

No quería mirarlo a los ojos, no ahora que estaba tan sentimental, pero al cabo de unos pocos segundos sintió el tacto de la mano del samurái en su hombro, repitiendo la acción para llamarlo. Tuvo que obligarse a voltear, apreciando su rostro que se encontraba inexpresivo, sus labios se mostraban firmes, mientras sus ojos denotaban preocupación, desde que se separaron empezó a sentirse extraño, como si le faltara algo.

- Llegué como me dijiste, casi al atardecer - Ambos cruzaron las miradas, Aliquem mantuvo el silencio - también quería hablar contigo.

- Dime - Dijo, quería pensar que Kazuha había olvidado todo lo que pasó, era lo mejor para sí mismo.

Entonces se sentaron a hablar. Resulta que en toda la charla llegó un mensaje de Beidou para el samurái, donde le decía que tuvo que irse de afán por algunos inconvenientes, entonces le dejó unos moras para que pudiera cuidarse mientras ella volviera, también tuvo que leer una nota "Para mi niño Kazuha: Básicamente atracaron a los atracadores (nosotros, piratas) así que te dejo algo de dinero para que puedas sostenerte, como buena madre que soy te enviaré cada cierto tiempo algo más para que aguantes mientras borro de la faz de la tierra a estos bandidos, espero encuentres algo para hacer."

- Te seré sincero - tragó un poco de saliva - Hay un sentimiento extraño que tengo hacia ti, por eso te dejé acompañarme, quería descubrir lo que me transmitía, pero eso requiere más tiempo y tal vez ahora no lo tengas.

El Trotamundos no sabía cómo contestar,"Lo que me dijo el viajero fue cierto, puede que él no lo recuerde pero no pude borrarme en su totalidad"

- No tengo a dónde ir, ¿qué se supone que harás tú? No pienso subirme a un barco - Le hizo saber Aliquem, que le mareaba la idea de ir en uno.

- Eso es una de las cosas que vine a decirte... Me quedaré viviendo un tiempo en Inazuma y quería que vivieras conmigo a partir de ahora, o bueno, hasta que regrese a la flota - El trotamundos volteó bruscamente su mirada hacia él, era una propuesta directa y simple.

- ¿Entonces quieres que me quede contigo para que encuentres una respuesta? - Preguntó sin tapujos, aunque era bastante obvio el asunto.

- Sí, quédate conmigo el tiempo que te necesite - Sonrió. 

Aliquem Con Corde - Kazuscara/ScarakazuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora