Príncipe de las Flores ✿Hyunmin✿

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En medio de un valle, al este de Asia existía un reino muy colorido, desde la cima de las colinas se podía apreciar lo hermoso que era.

Y al llegar al lugar un hermoso arco de flores te recibía y mientras más te adentras, el aroma refrescante y dulce del lugar invadía todo el reino.

Todos parecían muy felices, regaban y cuidaban las flores con mucho amor y dedicación ya que era la insignia del hermoso valle.

A Seungmin le encantaba pasear por las hermosas calles llenas de vida, persiviendo el rico olor que desprendían.

Se sentó bajo un árbol grande muy frondoso y verde, desde ahí podía ver el hermoso castillo de los Hwang.

Si ya el reino era hermoso, estar dentro del palacio era aún más bonito, todo ordenado y fresco.

- Hasta allá - señaló a lo alto del palacio - ahí está tu papi, es un hombre muy guapo y muy amable cuando sepa de ti se emocionará mucho, el va a quererte mucho peque.

Seungmin acaricio el mini bulto de su estómago, apenas y tenía un mes de embarazo.

Lastimosamente hace un mes que no veía a Hyunjin.

Hyunjin se veía enojado y no con él, solo que parecía que el malestar que estaba viviendo no podría arreglarlo está vez con un beso y un abrazo.

- Minnie...amor, la magia del reino está decayendo, estoy asustado, no quiero que desaparezca este bello lugar...no se que pensar - mencionó el príncipe, triste - tengo la sospecha de que alguien está interfiriendo... maldito, cuando lo encuentre lo mandaré a matar, solo espera a que lo encuentre, será castigado por hacer sufrir a mi pueblo.

Hyunjin besó la frente de Seungmin y acaricio su mejilla con tristeza, acomodó la capa sobre la cabellera castaña del doncel y sonrió con ternura.

- Tenías algo que contarme, ¿que es? - después de Seungmin cumplir su segundo mes de embarazo Hyunjin había ido en su búsqueda, con una bonita y una fea noticia.

Hace tres días que todas las flores del reino iban marchitándose sin razón aparente, por otro lado Hyunjin tendría su coronación en poco tiempo y podría llevarlo al palacio con el, ya que sería el rey y nadie tenía más mandato que el.

Por fin podría presentar a Seungmin como su pareja sin miedo a que su hermana diga algo, ella era la actual Reyna hasta que Hyunjin cumpliera los 21, al estar al mando ella se negaba que el forastero pertenezca o se vincule con el futuro rey.

- Y-yo...yo, te extrañé - Seungmin lo abrazó sintiéndose mal por no poder decirle sobre su hijo - lo siento por marchitar las flores - susurró.

Hyunjin sonrió con dulzura y negó.

- Amor no tienes la culpa, es del maldito que se la está robando, no te preocupes cuando lo encuentre, no importa quien sea lo haré pagar, será castigado por la casa real sin opción. Haré que tus lindas flores del valle vuelvan y brillen para ti cariño.

Estaba asustado, si Hyunjin se enteraba que su hijo era el que estaba robando la magis de las flores, se enojaría, ya lo vio enojado una vez, no quería volver a repetir eso. Que tan mal les podría ir si eso sucediera,

"No importa quien sea lo haré pagar"

Solo esa frase ya lo hacía temblar.

El viento sopló un poco más fuerte, Hyunjin cubrió la cabeza del castaño dándole un tierno beso en los labios.

- Espérame Seungmin, solo un poco más, déjame encontrar al culpable y prometo que seremos felices para siempre

Hyunjin huyó en su caballo blanco, desapareciendo por la colina, yendo en busca del culpable del que su reino este secándose.

Hace tres días que el reino está cayendo, hace tres días que Seungmin cumplió dos meses, hace tres días que Seungmin tocó una flor mágica y todo empezó a desmoronarse.

5 meses atrás