Príncipe de las Flores ✿Hyunmin✿

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El reino vecino, Alto Noreste, hace un par de meses le puso fin a la guerra que estaba llevando ya tres años con los del Norte.

Y aunque perdieron mucho territorio salieron ganadores, por ello es que ahora buscaban un poco de ayuda con el reino del valle del Este.

Ya que tenían que reponer sus tropas y ampliar su territorio al norte o al menos las partes donde no había población.

Yeji como la actual reina empezó a ayudarlos, haciendo convenios con ellos. Dejando que sus productos se vendan en el valle y de igual forma mandando guerreros para las pequeñas confrontaciones que habían en las fronteras con otros reinos.

- Su ayuda es buen pero ya no me sirve - había dicho el rey del Noreste - ¡necesitamos que sea el príncipe quien se involucre desde ahora!

Todos sabían que Yeji en pocos meses dejaria el mandato y se lo cedería al principe, pero este parecía no estar interesado en hacer tratos con ellos ya que solo una vez había asistido a una de sus juntas.

- Rey pero no podemos obligarlo, la ayuda que tenemos ahora nos sirve, si ella deja de hacerlo podemos perderlo todo - mencionó el secretario de el rey.

- Lo se por eso quiero que mandes una carta para el príncipe, también manda más joyas, ellos tampoco pueden perder nuestra ayuda somos fundamentales para el paso al norte y aunque tengan que enojarse no pueden oponerse a nosotros, deben de pasar por nuestras tierras obligatoriamente.

Todos los reinos estaban ubicados estratégicamente por ello es que la reina convenientemente acepto ayudarlos.

Hace ya una semana que había recibido la carta del reino vecino pidiendo que su hermano sea el que dirija y hablé con los mismos mandatarios del Noreste.

Pero la reina aún no encontraba dónde era que su hermano y el forastero se habían ido.

Habían seguido a Seungmin hace unos días pero al parecer se dió cuenta y logró perderlos de vista.

Para dejar que las cosas vuelvan a la calma no habían vuelto a buscarlo tan obviamente, han visto a Seungmin vender las flores (que todos rumoreaban eran especiales) no dijeron nada más que saludarlo.

- Necesito que lo traigan ya, no podemos alejarnos de nuestra labor por el niño ese - la reina últimamente estaba furiosa, gritando y dando órdenes sin sesar.

En el castillo se vivía un verdadero infierno desde que Hyunjin se fue.

Pero mientras todo se desmoronaba ellos eran felices.

Desde que Seungmin vive en su casa y Hyunjin la mantiene bonita para el se sabe que es la más hermosa del pueblo.

Las flores habían invadido cada rincón del hogar, incluso las gradas teniendo petalos de rosas para cuando llegue.

Seungmin había llegado con su canastita vacía, había sido un día muy bueno vendiendo todas las flores incluso le pidieron arreglos especiales.

Hyunjin había escuchado el suave crujir de la puerta, salió de la cocina a ver a su amado.

- Mi bella flor me alegro que hayas regresado - Hyunjin tomó su canasta y la dejo dónde siempre iba, está vez tomando las mando de Seungmin y besandolas - debes estar cansado prepare algo especial para ti.

- Me parece que el día de ayer las rosas eran blancas, porque hoy rosadas - Seungmin se sujeto de su brazo y caminaron directo al cuarto de baño.

Hyunjin cubrió sus ojos con sus manos y siguieron hasta entrar.

- El color rosado significa agradecimiento y yo agradezco cada cosa que haces por mi, por más que yo sea el príncipe ahora no puedo ser de mucha ayuda pero tú me has salvado de las reglas de mi hermana.

Hyunjin quitó sus manos dejando ver una caliente y florida bañera, con agua cristalina y bellas rosas flotando en ellas.

- Sorpresa cariño, hoy seré tu asistente y cumpliré con cada uno de tus mandatos.

Todo se veía bonitos, con velas, vapor, el calor, todo era una mezcla maravillosa, no era aún día especial solo eran ellos demostrándose cuánto se querían.

- Quieres acompañarme en mi baño...