4.-"Declaraciones"

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—Neji—le llamó la atención en un pequeño susurro. El nombrado levantó la vista de la tarea con la que estaba ayudando a Hinata. Habían pasado casi dos semanas desde la fiesta, y su relación había vuelto a la normalidad—. Ha-hay algo que quería preguntarte.

¿Por qué se ponía tan malditamente ansioso cada vez que tenía que hablar de un tema serio? No podía dejar quietas sus manos, que mantenía detrás de su espalda para no evidenciar su nerviosismo. El Hyuga no apartaba su mirada, y al darse cuenta la intensidad con la que el chico lo estaba viendo, Lee bajó la vista, en un intento de ocultar el pequeño sonrojo que había aparecido.

Neji le dijo algo a su prima en una lengua que no llegó a reconocer. Ella asintió, juntó sus cosas y se marchó, agradeciéndole a Neji por la ayuda. Él también se puso de pie, para después apoyarse en el borde de la mesa donde antes estaba sentado, quedando de frente a Rock Lee. El comedor de la escuela estaba vacío, salvo por ellos dos.

—Te escucho—dijo. Al darse cuenta que Lee no respondía, añadió—. ¿Qué pasa? ¿Nervioso de golpe?—utilizó un poco de sarcasmo al decir esto último. Pudo ver como el otro se tensaba.

«¡Aborten misión!» decía el cerebro de Rock Lee «¡Aborten! ¡Aborten! ¡Nos descubrieron!»

Hizo todo lo posible por calmarse. Ese momento sería casi decisivo y era obvio que Neji sabía o sospechaba de sus sentimientos. No podía arruinarlo.

—Yo quería preguntarte...—empezó, controlando el tono de su voz—. Lo que dijiste en la fiesta de Ino, en el Verdad o Reto, ¿Es cierto?

—¿Qué cosa? ¿Que no soy heterosexual o que alguien me hizo dudar?

—Ambas.—rezaba en silencio a un dios que sabía que no estaba allí, pero que aún así le rogaba.

—Sí, es cierto—se quedaron en silencio un momento. Lee pensaba en el nuevo abanico de probabilidades que se extendían enfrente suyo, y lo puso feliz—. ¿Algún problema con eso?

—¡NO! ¡Por supuesto que no! ¡No hay ningún problema Neji, solo me sorprendí...—«gratamente».

—¿Qué? ¿No tengo cara de gay? ¿O de bisexual? ¿O de cualquier otra de esas cosas?

No supo qué responder. Sentía que Neji estaba malinterpretando sus palabras; tal vez pensaba que se estaba burlando de él. ¿Cómo podría no obviar que había visto una nueva oportunidad, y que aquello lo ponía feliz?

—No es por eso... es que...—el otro continuaba mirándolo atentamente, con esos hermosos ojos claros de los que estaba tan perdidamente enamorado. Respiró profundamente, mentalizándose para perder una de sus más preciadas amistades—. Me gustas, Neji. Mucho, en verdad es un montón cuánto te quiero, y no solo como amigos. Me lo estuve guardando durante casi un año, y no puedo seguir sin decírtelo. Entiendo cualquier sentimiento que venga a tu cabeza en este momento, entiendo que ya no tengas ganas de ser mi amigo, ¡Entiendo todo! Pero de verdad te valoro mucho como persona, sin importar que me correspondas o no, así que si no...

No pudo seguir. Neji guardó todas sus cosas rápidamente y se fue, sin siquiera mirarlo a la cara. Lee quedó pasmado, como un idiota, mirando al lugar donde antes estaba sentado el Hyuga. Cuando pudo reaccionar, lo primero que hizo fue golpear el banco, con algunas lágrimas en los ojos. ¿Por qué no había controlado su impulsividad? ¿Por qué no había esperado un poco? Todo su progreso se fue a la mierda. Ya no podría verlo a los ojos sin sentir vergüenza. Había perdido la amistad de Neji, todo por no poder controlar su lengua en el momento más importante.

Se sentía humillado y avergonzado. De todas las reacciones que se esperaba, esa era la última.


«Cobarde.»

Se repetía lo mismo durante todo el trayecto hasta su casa, y una vez en ella, se lo seguía diciendo.

«Cobarde. Maldito cobarde, Neji Hyuga.»

Eso era. Había escapado una vez que Lee se había declarado, dejándolo plantado en mitad de su discurso. ¿Por qué no había dicho nada? Podría al menos haberle respondido un "ya lo sabía", o haberle contado todas las incógnitas que no lo dejaban dormir, para no herirlo demasiado. Podría incluso haberlo besado, para terminar de aclarar sus dudas.

¿Por qué?

¿Qué le costaba quedarse un rato más, para al menos no herirlo?

Miraba el techo, acostado en su cama. Había tantas cosas que podría haber dicho y hecho, y él había elegido la peor, la que más dañaría el corazón de Lee, de la se arrepentiría el resto de sus días.

Unos pequeños golpes sonaron en la puerta.

—Adelante—dijo, aún mirando al techo.

Hizashi, su padre, entró en la habitación y lo miró durante largos segundos. El mayor lo había visto entrar como una bala, para luego encerrarse en su habitación, sin siquiera saludarlo y le pareció raro, viniendo de un chico tan educado como él.

Su hijo siempre había sido reservado con él, cosa que a veces lo ponía nervioso. Siempre le había dado su espacio, pero últimamente lo encontraba demasiado metido en sus propios pensamientos, y en parte se había preocupado.

—Algo te pasa—lo que dijo fue más una afirmación que una pregunta. Se sentó en el borde de la cama, mirando atentamente al joven. Neji se incorporó, devolviéndole la mirada a su padre. Suspiró, abrazando sus rodillas.

—Creo que me gusta un chico—hizo contacto visual con su padre, que mantenía el mismo rostro indescifrable que también lo caracterizaba a él—. Pero no estoy seguro. Es muy buena persona y un gran amigo, pero no creo estar preparado para una relación romántica. Ni siquiera sé si es lo que quiero.

El mayor se quedó en silencio un momento.

—Y este chico, ¿Siente lo mismo?

—Sí. Se me declaró hoy, en la salida.

—¿Y qué le dijiste?

Neji apartó la vista, con vergüenza.

—Nada—Hizashi se sorprendió por aquello—. No supe qué hacer. Solo me levanté y me fui. Soy un idiota.

Se cubrió el rostro con sus manos, culpándose por no haber hecho nada. Le había roto el corazón a Rock Lee, lo había humillado, no le había permitido siquiera terminar su discurso, que parecía previamente practicado.

Los brazos de su padre lo envolvieron. No solía tener ese tipo de muestras de afecto con él, pero se sintió bien. Muy bien.

—Lo que yo creo—dijo luego de un tiempo, obligando al otro a mirarlo a la cara—. Es que lo mejor es que te expliques con él. Duele mucho un rechazo—al ver que Neji iba a contradecirlo, lo detuvo—, y aunque no haya sido tu intención, esa es seguramente su interpretación. Si no estás seguro de tus sentimientos, hablar directamente con él sería lo mejor, tal vez incluso te ayude a aclarar tus dudas. No tiene que ser en la escuela; pueden ir a caminar por un parque, o ir a tomar un café, puede ser incluso por mensaje; pero no dejes que la única respuesta que recibió de tu parte fuera un silencio. Medita bien tu respuesta, piensa en todo lo quieras decirle. Si te importa, aunque sea solo como amigos, es importante que se lo hagas saber.

Besó con cariño la frente de su hijo. Luego, se levantó y salió de la habitación, dejando a Neji solo. Miró su celular, apagado sobre su escritorio.

Su padre tenía razón. Si de verdad le importaba su relación con Rock Lee, sea romántica o solo de amistad, no podía esperar demasiado para darle una respuesta definitiva.


En un desesperado intento de conquistar a Neji Hyuga... [NejiLee]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora