5.- "Hablemos"

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Lee no tenía ganas de hacer nada. Había faltado a sus clases de taekwondo, así como también al gimnasio. Se había quedado en su casa, recostado en la cama, mirando a la nada.

Sentía un nudo en la garganta, producto de la tristeza. Todavía tenía en la retina la imagen de Neji abandonando el lugar, en silencio, ignorando su declaración.
¿Por qué no había esperado un poco? Esa pregunta lo acompañaría durante mucho tiempo. Podría haber esperado, podría haber intentado guardarse sus sentimientos hasta estar seguro de ser correspondido.

Pero no tenía caso. Muy seguramente Neji ahora mismo estaba borrando cualquier recuerdo de lo que fue alguna vez su amistad. Muy seguramente ahora mismo estaba borrando cualquier sentimiento fraterno que podría haber sentido.

Se llevó ambas manos al rostro, queriendo tener el poder de volver el tiempo atrás; tal vez así nunca se hubiese declarado, tal vez ni siquiera serían amigos... tal vez ni siquiera se hubiese enamorado...

No.

No podía pensar en el "que hubiese pasado". Lo hecho, hecho está, y no podía hacer nada para cambiarlo.

Si callaba a su mente por un rato de seguro le haría bien. Miró la hora en su teléfono: las siete de la tarde. Todavía estaba a tiempo de ir a entrenar aunque sea media hora.

Mientras se vestía, recibió una llamada. Se acercó para agarrarlo y atender. En cuanto vio el nombre que figuraba en la pantalla, su cara pasó por todos los colores. Se le aceleró el corazón y parpadeó varias veces, creyendo que se trataba de una ilusión. Cuando se dio cuenta de que llevaba mucho tiempo mirando el contacto y de que seguramente la persona al otro lado debía estar impacientándose, contestó.

––Neji...––la voz apenas le salía, aún con sus intentos de hacerla sonar firme, incluso un poco reprochante.

––Tenemos que hablar-–él sí se escuchaba seguro, pero llegó a distinguir un flaqueo en el tono––. Por favor. Estoy a una cuadra... en serio necesito decirte algo.

Lee había cortado sin decir nada más. En parte se lo esperaba. Era bastante obvio que se mostraría dolido tan solo un par de horas después del rechazo.

Esperó pacientemente algunos minutos, apoyado en una pared fumando un cigarro. En cuanto lo vio llegar, se separó de su apoyo, mirándolo mientras se acercaba al lugar donde estaba.

En cuanto Lee llegó junto a él, un silencio pesado cayó entre ambos. Dado que fue Neji quien lo había convocado para hablar, Rock Lee lo menos que se esperaba era que fuera el Hyuga quien tomara la palabra primero.

Pero lo único que hizo Neji, de momento, fue ofrecerle un cigarrillo. Se negó amablemente, con más ganas de saber lo que tenía para decirle. El otro, al darse cuenta de que no tenía otra opción que hablarle a Lee acerca de sus didas, comenzó.

––Te invito algo––a pesar de que tenía que contarle, primero preferiría no estar en medio de la calle mientras oscurecía––. Hay un café veinticuatro horas cerca. Yo pago.

––De acuerdo––lo único que quería era saber que mierda le iba a decir Neji––. No fumes––se tomó el atrevimiento de exigírselo, y su amigo le hizo caso.

Pidieron un vaso de agua cada uno. No tenían ganas de tomar ni de comer nada, y Neji prefería ese lugar para charlar que el costado de la vereda, ahora que el sol se había ocultado.

––Fui un estúpido––empezó––. No debí haberme ido así como así, lo sé, y de verdad lo siento. No quería lastimarte, aunque sé que lo hice––hizo una pausa, para tomar aire––. Pero no vine solo a disculparme. Creo que me gustas, Lee, pero no sé si quiero estar en una relación sentimental en este momento. Quiero ir lento, probar, volver atrás, asegurarme de que estoy seguro que está funcionando––no lo miraba a la cara, incapaz de ver su expresión––. No te pido que me aguantes en todo ese proceso, que no sé cuánto va a durar, ni espero que lo hagas; solo te ofrezco una posibilidad, que si estás dispuesto a aceptar, voy a hacer mi mayor esfuerzo para darte todo lo que te mereces de una pareja.

Lee se quedó en silencio, en un estado entre la emoción y la sorpresa. ¿Había escuchado bien? ¿Era una alucinación? ¿Se había quedado dormido y todo aquello no era más que un sueño?

Neji había guardado silencio, esperando su respuesta. Ahora lo miraba atentamente, y fue cuando Lee se dio cuenta de que debía responderle.

––Yo...

––No es necesario que me des tu respuesta ahora––dijo Neji––. Salvo que estés completamente seguro, claro...

––No. Osea, sí, sí acepto tu propuesta, pero... no sé, ¡Ay! ¡¿Por qué me cuesta tanto?!––se cubrió el rostro con ambas manos, sin saber muy bien cómo expresar la euforia que sentía. Era impresionante la manera en la que Neji podía hacerle sentir tantas cosas sin siquiera hacer el intento. Quería decirle muchas cosas, quería besarlo, abrazarlo, demostrarle lo mucho que lo quería de una forma que las palabras eran incapaces.

El silencio volvió a reinar entre ambos, como ya solía ser costumbre. No era un silencio pesado; era tranquilo, no se notaba la necesidad de romperlo con algún comentario. Le gustaba.

Neji extendió una mano sobre la mesa, con la palma hacia arriba. Lee puso la suya encima de la de su ahora novio. El Hyuga entrelazó sus dedos y apretó levemente el agarre. Le dedicó una de sus bellas sonrisas, que no dudó en corresponder.

––Me gusta cuando sonríes––comentó Neji distraidamente––. Se le contagia tu alegría y energía al resto. Nunca dejes de sonreír. Por favor.

Lee se sonrojó ante el comentario. Nunca se había imaginado recibir ese tipo de piropos por parte de Neji, pero no estaba mal; de hecho, estaba perfecto.

Todo era bueno ¿Qué podría salir mal?



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Feliz navidad atrasado, ¿Cómo están?

Probablemente este capítulo no tenga la calidad usual, dado que como no estoy en mi casa y no tengo la computadora, tuve que escribir en el celular (tampoco me anda el Google docs en el celu, así que estoy peleando contra el escritor de Wattpad) pero no podía estar seis días sin publicar nada (ansiedad entrando al chat), así que tengo este capítulo.

En un desesperado intento de conquistar a Neji Hyuga... [NejiLee]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora