Si las miradas mataran, Sabina habría muerto apuñalada por la forma en que mis hermanos y yo clavábamos los ojos en ella. La anciana, como la digna representante de su clan, se mantuvo imperturbable.
—¿Les estás ayudando? —pregunté, como una idiota.
Yareth la apuntó con un dedo de forma débil. Le estaba costando moverse.
—Por eso tu familia sigue viva a pesar de estar fuera de la protección del gremio.
—Típico de los Coralillo—espetó la anciana con una mueca—, subestiman a los demás porque su ego es del tamaño del sol.
Mis hermanos y yo permanecimos en nuestros lugares, pues Bilal había imposibilitado nuestros movimientos con sus poderes. Él vino hacia nosotros y recargó su cuerpo en el escritorio de forma relajada.
—Viniste aquí—me dijo de manera gélida—, a pesar de lo escurridiza que te crees. Eres tan tonta como tus expedientes lo dicen.
Se me escapó un gruñido y me puse roja hasta las orejas. Todavía recordaba la última vez que me habían llamado estúpida, pero nunca nadie me lo dijo con el tono burlón de Bilal ¿A que expedientes se refería él? ¿Los expedientes de la universidad? ¿Los de mi registro de salud?
—¿Dónde está Nao? —logré decir unos segundos después.
Levantó una ceja.
—¿No deberías saberlo tu? El vínculo que los une es muy fuerte. Casi—movió los dedos en el aire—...demasiado.
Le mostré los dientes.
—¡No juegues conmigo!
—¡Eda! —Yareth me miró y negó con la cabeza.
Bilal vio a Yareth y estudió su rostro con una misma expresión fría, luego repitió el proceso con Yuma.
—Todos ustedes se parecen.
—Los hermanos—siseó Yuma—se parecen por lo general.
Bilal le dio una sonrisa burlona.
—Tengo hermanos—dijo él por lo bajo—, no puedo decir que nos parezcamos mucho, pero al menos nosotros nos cuidamos los unos a los otros—. El brillo en sus ojos se apagó por un momento—...lo hacíamos.
Parecía alguna especie de reclamo y se escuchó una melancolía fugaz en sus palabras.
—Bueno—dijo Yareth—, ahórranos la charla de villano y dinos qué quieres.
Yo sabía que querían. Los cuchillos. Una parte de mi consciencia pensó en el cuchillo que Yareth tenía escondido en la bota. Si Bilal sabía que uno de los cuchillos que buscaba estaba allí...no solo eso, estábamos en la cede de los jaguares, si creía en los rumores...si tenía razón...había otro cuchillo allí mismo. ¿Ellos se lo habrían dado ya?
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El Clan De Las Mariposas. #PGP2024
Fantasy¤ Eda caza monstruos, pero ahora dos monstruos la cazan a ella ¤ ¤ ¤ ¤ ¤ ¤ ¤ ¤ ¤ ♡ ¤ ¤ ¤ ¤ ¤ ¤ ¤ ¤ ¤ Cuando Eda es cuestionada por la cicatriz en su mejilla no suele decirle a las personas que esa cicatriz la ocasionó su propio padre poco antes de...