capitulo 5

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Narrador.

Las densas lágrimas nublaban su vista, la mirada de la azabache solo reflejaba una cosa: dolor.

¿Por qué su adorado rubio está siendo besado por esa tipa? Ese era el único pensamiento que cruzaba por su mente. Su juicio estaba nublado, su corazón palpitaba a tope en su pecho, estaba temblando. Vio como su "esposo" y esa chica se separaban rápidamente al escuchar el almuerzo estrellar contra el suelo, él la miro con miedo y ella con superioridad. Hinata no podía parar de llorar, su corazón se oprimía y sentía sus rosadas mejillas cada vez más mojadas por sus lágrimas.

- Hi-Hinata, amor. Esto no es lo que parece, lo juro.- Dijo él. Ella lo miro incrédula, ¿ese era el hombre al cual ella le había entregado su corazón? No lo podía creer. Él trato de acercarse a su esposa, sin embargo, ella retrocedió temblando.

- ¡No te acerques! No te atrevas a acercarte.- Dijo ella, con su voz quebrada. Sentía que en cualquier momento iba a colapsar, pero no, no iba a dejar que esa tipa que ahora se estaba riendo de ella la viera tan débil.

- Amor, por favor, no es lo que parece. - Dijo Naruto deteniendo sus pasos, sus manos temblaban y sus ojos estaban ya cristalinos.

- Déjala, cariño. Que se de cuenta de la verdad de una vez por todas.- Dijo Shion, con una sonrisa ladina en su cara.

-¡Cállate, ¿quieres?!- Grito desesperado Naruto, Shion solo agachó la cabeza con esa sinica sonrisa aún en su rostro.- Hina, déjame explicarte.

Antes de que Naruto pudiera seguir hablando, Hinata salió corriendo de la oficina para adentrarse al pasillo y luego bajar corriendo las escaleras. A lo lejos la observó Shikamaru confundido, ¿Qué pasó?

Hinata corrió por los tejados de las casas y cuando llegó a su casa cerró la puerta con fuerza ocasionando que algunos retratos familiares se cayeran. Ella los miro con rabia.

-Todo fue una farsa. Tú nunca me amaste, ¿no, Naruto? - dijo observando detalladamente el rostro sonriente de su "esposo" en aquella foto. Cómo olvidar ese día.

Flashback

Era un día de verano y la familia Uzumaki decidió ir a dar un paseo por el parque. Los tres hijos del matrimonio Uzumaki estaban jugando en el agua y Hinata y Naruto estaban observando sentados en una banca. Ella lo miro, vio como los ojos de su esposo estaban iluminados viendo cómo sus hijos jugaban, sonrió.

- Estás feliz, amor? - dijo ella con una dulce sonrisa en su rostro. Él la miro enseguida.

- Jmm, sí. Estoy muy feliz. Gracias por todo hinata.- ella lo miro sin comprender.- o sea, gracias por darme una familia y por estar a mi lado en todo momento. Jamás pensé que mi vida sería tan feliz. Te amo.- dijo mirándola fijamente, los ojos de Hinata se iluminaron y una sonrisa más grande apareció en su rostro.

- Yo también te amo, Naruto. Y gracias a ti por dejarme entrar en tu vida, gracias por dejarme amarte y cuidarte. Créeme que si en este momento le dijera a la Hinata de 13 años que eres mi esposo y el padre de mis hijos estaría muerta de vergüenza.- rio levemente y él también lo hizo.

Se preguntaba por qué alguien como Hinata lo había mirando a él, por qué su corazón lo había amado a él. Después de todo, todas las chicas de su generación estaban locamente enamorada de Sasuke, sin embargo, ella no. Ella siempre lo miro a él, sin importar en que situación se encontrase ella siempre lo amo y lo apoyo a él. No a Sasuke, no a Toneri, a ÉL.

Entonces no pudo evitar sentirse agradecido, ella lo amo por tantos años sin esperar nada a cambio, y aun estando casados ella lo ama como el primer momento en que lo vio.

-Gracias, Hinata.- Ella asintio con una sonrisa. Naruto aprovecho y agarro su mano, estaba seguro de algo: la amaba. Y eso nada ni nadie lo cambiaría.

Fin del flashback

Y luego, regreso a la cruda realidad. Miro con desprecio ese cuadro y se paró del frío piso. Tomo todos los cuadros esparcidos por el piso y todos los que aún quedaban colgados o en las repisas, todos aquellos cuadros que guardaban hermosos recuerdos familiares. Todos ellos eran mentiras, una fachada que ella se había creído, todo era mentira. Boto todos esos cuadros a la caneca de la basura luego subió a su habitación matrimonial que compartía con Naruto. Al abrir aquella puerta el olor a él inundó sus fosas nasales y no pudo evitar que algunas lágrimas traicioneras escaparan de sus ojos y se deslizaran por sus mejillas. Se tiró a la cama y callo rendida a los brazos de Morfeo. Había llorando mucho, sus ojos ardían.

Necesitaba descansar.
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Un par de horas después tres niños entraban a su hogar. Kawaki y Boruto llevaban unas 3 bolsas cada uno mientras que Hima iba saltando felizmente por su jardín. Abrió la puerta y lo primero que noto era la falta de fotos familiares. Se le hizo raro, ya que su mamá valoraba mucho esas fotos. Boruto entro después que ella pero a comparación de su hermana él no lo noto, Kawaki tampoco fue la excepción. Notando que sus hermanos no le tomaron importancia, Hima decidió ignorar el tema y gritar muy fuerte un

- ¡Ya estamos en casa!- su voz hizo eco por los pasillos de esa gran casa.

- Jm, tal vez mamá salió. - dijo Boruto, restándole importancia.- Hima, por qué no vas a tu habitación y llevas todos los juguetes que compraste?

Himawari miro las bolsas y luego fue corriendo a su habitación emocionada. Kawaki se quitó los zapatos y lo primero que hizo fue ir a la cocina por un bocadillo, Boruto lo siguió.

Todo estaba normal hasta que escucharon el grito de su hermana menor.

-¡Mamá!

Los dos hermanos se miraron confundidos y subieron casi volando aquellas escaleras que conducían a las habitaciones. Al estar ya en la segunda planta de la casa observaron como su hermana estaba llorando en el piso mientras miraba algo que estaba dentro de la habitación de sus padres. Boruto fue el primero en reaccionar y salir corriendo hacia donde su hermana menor, Kawaki siguió su acción. Los dos al llegar quedaron helados.

Su madre estaba tendida en el suelo al parecer desmayada, sus ojos se veían hinchados y su nariz estaba algo rojiza, era obvio que había llorado por horas.

- Mamá, mamá. Reacciona, por favor. - dijo Boruto tomando la cabeza de su madre y poniéndola en su regazo. Vió como su madre había lentamente los ojos, noto lo rojos que estaban.- Mamá, estás bien? Qué pasó?

- Boruto- dijo Hinata en un pequeño susurro, luego, poco a poco fue levantándose y tomando su cabeza los miro a los tres. Los tres estaban más que preocupados, se notaba en sus ojos.

Por un momento pensó que todo fue un horrible sueño y que nada de lo que vió fue real, pero, vamos, sus ojos ardían y los recuerdos la bombardearon. Sus ojos se cristalizaron pero luego reaccionó y se dió cuenta que estaba frente a sus hijos.

- Oh, disculpen. Creo que me caí y me golpee la cabeza.- dijo ella mirando como ellos soltaban un suspiro de alivio al ver que su mamá se encontraba bien.

- Debes tener más cuidado, mamá.- dijo en tono de regaño Kawaki, ella río, siempre era ella la que lo regañaba por el poco cuidado que tenía.

- Sí, tranquilos. Tendré más cuidado.- los abrazó en un cálido abrazo y beso las cabezas de sus tres hijos.

Los tengo a ellos después de todo, no?

Traitor - NaruhinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora