Capitulo 7.

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Hinata Hyuga se encontraba haciendo el desayuno para sus tres hijos. No había visto a Naruto durante ya dos días, decir que no era un alivio sería mentira. No estaba lista para verle la cara.

Oyó a su hijo, Boruto, bajando las escaleras y eso la saco de sus pensamientos. Seguido de él venían Kawaki y Himawari.

- Bonito día, señora madre.- Dijo Boruto con un tono burlesco en su voz, Hinata solo le sonrió.

- Bonito día, señor hijo.- Dijo ella siguiéndole el juego.

- Bom día, mamá.- Dijo la pequeña Hima. Hinata se quedó pensando un poco y luego la miro.

- ¿Portugués? - Pregunto con una ceja alzada, la pequeña la miro con una gran sonrisa y asintió varias veces.

Himawari había encontrado un diccionario no hace mucho, había estudiado 10 maneras de saludar en diferentes idiomas. Hinata se sentía orgullosa de ella.

- Hola, mamá.- dijo Kawaki.

- Buenos días, Kawaki.- Dijo mientras le mostraba una sonrisa. Tomo algunos platos y los llevo a la mesa. Luego todos se sentaron a comer.

El desayuno paso por muchas risas y bromas. Boruto se había levantado de humor hoy y no paraba de hacer bromas, Himawari estallaba en carcajadas contagiando a Kawaki y Hinata.

Todo iba bien, Hinata estaba lavando los platos cuando de repente oyó la puerta principal abrirse, y lo que más temia paso.

- Ya estoy en casa.- La voz de Naruto resonó por toda aquella grande casa y seguido de eso unos pequeños pasos acelerados bajando la escalera.

- ¡Hola, papá! ¡Bienvenido a casa!- Himawari salto a los brazos de su padre rodeando con sus pequeñas manitos su cuello, después, le depositó un dulce beso en su mejilla. Naruto río.

- Hola, princesa. Mira lo que traje.- Naruto saco un peluche en forma de kurama de una bolsa. A Himawari le brillaron los ojos y lo tomo.

- ¡Gracias, papá!- al decir esto salió corriendo hacia su cuarto. Apenas Himawari salió del campo de visión de Naruto aparecieron dos chicos: sus hijos. Tenían sus respectivos atuendos e iban charlando animadamente.

- Oh, hola viejo. Bienvenido - Dijo Boruto pasando por el lado de su padre y poniéndose sus zapatos.

- bienvenido, séptimo.- Dijo Kawaki haciendo una reverencia. Naruto solo asintió y ellos dos salieron.

Él se quedó esperando un poco más en la puerta esperando algo, o más bien, alguien.

Suspiro al ver que nadie más venía a recibirlo, y los recuerdos pasaron en su mente. Resoplando se dirigió hacia la cocina, sabía que Hinata estaba ahí.

Ella se encontraba lavando los platos, ya estaba terminando. Su expresión era fría y ni en un solo momento lo volteo a ver, sin embargo, sabía que estaba ahí.

- H-hola, Hinata.- Dijo él tímido, vaya, los papeles se habían invertido. Rascándose la nuca camino torpemente hacia donde estaba su esposa. Ella soltó y suspiro leve.

- Hola, Naruto.- Naruto se sorprendió, no lo había llamado por el "-kun" que a él tanto le encantaba, y su tono era frío. El corazón del rubio se oprimía en el pecho y la miro impaciente.

- Hina, tenemos que hablar.- Dijo él mirándola con súplica. Ella lo miro enseguida, sin embargo, no era la mirada de amor o comprensión que estaba tan acostumbrado a recibir, era una mirada llena de ira y tristeza.

- Ja, ¿hablar? ¿Hablar de qué? ¿De cómo te revolcabas con esa zorra y me veías la cara de estúpida?- En ningún momento elevó la voz, Naruto estaba sorprendido, nunca la había visto hablar de esa manera o llamar a alguien "zorra".

A diferencia de su amiga pelirrosa y aquella Yamanaka, Hinata cuando alguien le caía mal simplemente ignoraba la presencia de esa persona, nunca la insultaba o algo así. Naruto trago duro. Suspiro y luego la volvió a mirar.

- Hina, escucha. No es lo que parece, déjame explicarte.

- Tienes 5 minutos.

No desaprovecharía la oportunidad, sus ojos azules se iluminaron y cuando estaba apunto de hablar alguien llegó.

Mierda.

Traitor - NaruhinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora