Traitor - Naruhina

Capitulo 9 - Final.

Pov. Hinata.

Hanabi ya estaba en casa y yo me dirigía hacia mi hogar. Ya era de noche y mi paso era lento. Mientras caminaba pensaba en todas las desiciones que tome en mi vida, en todas las oportunidades que tome y todas las que desperdicie. ¿Si hubiera tomado distintas decisiones, mi vida sería distinta ahora? Obviamente sí, si hubiera dejado de amar a Naruto desde el momento en que note que él no sería nada mío en este momento tal vez mi corazón no estuviera tan oprimido.

Solté un largo suspiro y mire hacia la luna estaba hermosa. Pequeños recuerdos inundaron mi mente, cuando toneri secuestro a Hanabi y todos fuimos a rescatarlas. La vez que Naruto se me declaro y cuando me besó. Todos esos recuerdos alteraron la química de mi cerebro. Ya no podía llorar, ya no habían más.

¿Si me hubiera casado con Toneri, yo estaría sufriendo? Claramente, sí. No existirían mis hijos, y probablemente no existirían mis amigos, estoy agradecida con ellos por todo lo que han aportado en mi vida. Todas las personas que ahora están en mi vida son las personas más importantes para mi. Los amo a todos.

Sin darme cuenta ya estaba enfrente de la residencia Uzumaki, mi hogar.

- Ya...- Mis palabras quedaron atascadas en mi garganta al ver la casa solo iluminada con velas.-...llegue.

- Bienvenida, Hinata.- Salió Naruto de la sala y me recibió.- Sakura llamo pidiendo permiso para que los chicos se quedarán en una pijamada, no le vi problema y le dije que sí, espero no te moleste.

- No, para nada.- Evite su mirada y cuando iba a empezar a subir las escaleras él agarro mi brazo haciendo que volteara a mirarlo.- ¿Necesitas algo?

- B-bueno, la cena está servida, ¿no vas a comer?- pregunto algo nervioso, sus manos sudaban.

- No tengo hambre, gracias.

- Insisto, por favor, come.

- Bien.- Resignada baje los pocos escalones que subí y tome marcha hacia el comedor. Al llegar me sorprendí.

La mesa estaba adornada por lirios blancos y la luz de las velas daban un ambiente romántico. Mire a Naruto confundida, él solo sonrió mientras se dirigía a la mesa y jalaba una silla para atrás. Yo me senté.

- Espero que te guste.- Dijo él sentándose enfrente mío. Lo mire incrédula.

- Sí, me gusta mi comida.- Un tono de burla salió de mi boca y él sonrió bajando la cabeza.

- Sí, es deliciosa.

Nos quedamos mirando unos segundos y luego yo aclare la garganta. Acto seguido tome el tenedor y comencé a comer.

- Eh, Hinata...- lo mire.- ¿Podríamos....hablar?

- No creo que sea necesario, Naruto. Yo ya vi todo con mis ojos, no tienes nada que explicarme.

- Hinata, tienes que escucharme. No es lo que parece.- Se exaltó y me miró fijamente.

- Bueno, te escucho.

Pareciera como si le hubieran dado la mejor noticia del mundo, su sonrisa se extendió más y se levantó de la silla tomando asiento al lado mío.

- Verás, te voy a explicar todo. Pero es tu decisión si me crees o no, vale?

- Sí, claro.

- Verás, antes de que llegarás ella y yo estábamos arreglando un acuerdo que podría favorecer a la aldea. Ella se acercó a mí y cuando íbamos a estrechar nuestras manos se resbaló y sin querer nos besamos.

-¿Qué?

- Te juro que es verdad, tienes que creerme.- Tomo mis manos mientras sus ojos destellaban suplica.