Emilio dejó de creer en el amor el día en que aquel ojimiel murió en la cama de un hospital a causa de una leucemia terminal.
Lo había amado incluso más que a su vida y realmente no había palabras para explicar el dolor que había sentido cuándo se...
Ya había pasado 1 semana desde que me enteré de aquella maravillosa noticia. La noticia que me alegró la vida. Hoy por fin salía del hospital y estaba feliz por eso, estar aquí era una tortura principalmente por la comida y más para mí que soy un tragón de primera. En fin, estaba terminando de vestirme y tocan la puerta del cuarto
Joaquín: Pase
Emilio entró al cuarto con un gran ramo de girasoles, los favoritos del mexicano
Emilio: Por lo que veo ya terminaste de vestirte
Joaquín: Así es, quiero irme lo más pronto posible de aquí
Emilio: Lo sé, es frustrante estar en un hospital. No me gusta mucho estar en lugares cómo éstos, digamos que las pocas veces que he venido a un hospital regularmente fueron por malas noticias…..Bueno ésta es la excepción ya que estoy feliz de que por fin salgas de aquí
Joaquín: Yo también estoy feliz y emocionado a la vez
Emilio: Sabes Joaquín he estado pensando en cómo será nuestras vidas ahora que seremos padres. Claro que estoy muy emocionado e ilucionado por ello, lo que me preocupa es no poder ser el padre que nuestro hijo necesite
Joaquín: Me he preguntado ya más de mil veces lo mismo, pero estoy seguro que seremos los mejores padres porque simplemente lo vamos a querer con nuestra vida y eso es lo que importa, el amor de padres. Además…tú eres genial, claro que será lo que él desee.
Emilio: Siempre eres así de lindo, no entiendo cómo me cambias el ánimo en sólo segundos
Joaquín: Ni yo lo entiendo….sólo sé que te amo *Beso*
Elisabeth: *Llegando* Lamento interrumpirlos, pero…hijo ya es hora de irnos, el doctor dijo que ya podrías salir de aquí y tu padre nos está esperando en el auto
Joaquín: Mamá puede venir Emilio, es que no quiero aburrirme en la casa
Elisabeth: Claro que sí hijo, él es bienvenido siempre en la casa
Joaquín: Genial, ven Emilio vamos, puedes ayudarme con la bolsa de la ropa por favor
Emilio: Con gusto.
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Después de salir del hospital fuimos a casa. Al llegar estaban todos los chicos, me alegraba verlos a todos reunidos
Todos: Bienvenido
Joaquín: Gracias chicos
Todos nos fuimos a sentar a la sala y empezamos a platicar de cosas sin sentido
