IV

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NARRA SANZU

Me dirigí a donde estaba ran, que rápidamente me ofreció una copa, la cual acepte, la fista transcurria con normalidad, todos parecían divertirse mucho, decidí dar una vuelta por la mansión.

Mientras caminaba por un largo pasillo, desde una ventana que daba con el exterior, pude ver cierta cabellera blanca bastante conocida para mi, sali a ver que ocurria, la puerta estaba abierta por lo que el peliblanco ni siquiera noto mi presencia, me quede ahi por un momento observandolo en silencio, viendo su sedoso cabello  moverse ligeramente por el viento, sus ojos cerrados, su cara serena, me acerque a paso lento a donde estaba sentado, podia escuchar su tranquila respiracion.

-hola sanzu-dijo sin cambiar de posición o siquiera abrir los ojos.

-hola-respondi en lo que sono casi como un susurro.

El invierno recien empezaba el frio se hacía precente y el cielo amenazaba con soltar las primeras nevadas de la temporada, por lo que el aire era algo frio, palmeo con una de sus manos el suelo junto a el indicando que me sentara y lo hice, me abrazé a mi mismo tratando entrar en calor.

El a diferencia de mi no parecía tener frio para nada, parecia estar mas que comodo con el clima que desde mi parecer era lo sificientemente frio para que de la nada comenzara a nevar, y asi fue, pequeños copos de nieve comensaron a descender del cielo estrellado de aquella fria noche de diciembre, justo entonses senti una presion en mis muslos, mire hacía abajo en busca de una respuesta, era mikey, que ahora estaba acostado con su cabeza apoyada en mis piernas, lucia tranquilo, y cuando noto que lo miraba me regalo una pequeña sonrisa.

Una hermosa sonrisa, tan ligera que no pude ver sus dientes, tan ligera que se desvaneció en un segundo, como vapor en el aire.

Mire de nuevo hacía el frente  y ambos nos quedamos callados, en un silencio bastante confortable, aunque no fue para nada raro ya que estos se repetian constantemente cuando estabamos juntos.

No eran incomodos... solo eran... como nosotros.

Me distraje por un momento, no sabria decir con exactitud durante cuanto tiempo estube absorto en mis pensamientos, ignorando el mundo a mi alrededor, no sali de mi transe hasta que note la nieve acumulandose levemente sobre mi cabeza.

Mire hacía abajo... y lo vi, estaba dormido, honestamente moria de frio pero no quise despertarlo, mikey siempre lucia tan cansado, que me sentiria mal si no lo dejara dormir al menos por un rato, despues de todo, no me molestaba para nada que estuviera acostado en mis piernas, mas bien me parecia agradable, ademas de que desde esta pocicion podia contemplar a la perfección cada una de sus facciones.

Su marcada mandíbula, su pequeña nariz, sus largas pestañas que siempre me parecieron realmente bellas, podia ver cada parte de el.

No estoy seguro de cuanto tiempo estuvimos ahi, el dormido y yo contemplando la belleza, tanto de la hermosa noche, como la suya.

NARRA MIKEY

Me desperté al sentir un suave tacto en una de mis mejillas, abri los ojos ligeramente y pude ver a sanzu, mirandome fijamente, con una de sus pálidas y frias manos posada sobre mi rostro, ciertamente esto no me molestaba, de igual forma su frio tacto era casi imperceptible ya que igualmente tenia nieve en la cara, asi que no dije nada, solo me quede observándolo, aparentemente no habia notado que esta despierto, ya que cuando lo hizo dio un pequeño salto y retiro au mano de mi rostro rapidamente.

-a yo... yo solo...- dijo con un tono nervioso mientras me indicaba con gestos que tenia nieve en la cara, y sus mejillas cambiaban a un ligero tono carmesi.

Yo solo sonrei al verlo, en realidad me parecía divertido ver a sanzu tan nervioso por algo como eso, aunque provablemente si hubiera estado en su lugar,  abría reaccionado igual.

Realmente me gustaba pasar tiempo con sanzu, me hacia sentir tranquilo, ademas de que el es una persona muy interesante, jamas te aburres si esta contigo, y siempre tiene un tema de conversación.

Lo miraba mientras el mi miraba a mi, de nuevo sin decir una solo palabra,  pude nortar como su rostro bajaba lentamente y su cuerpo se inclinaba ligeramente hacía mi, por mi parte no hice nada por evitarlo, al contrario comencé a levantar mi cara para acercarla a la suya, nuestros rostros estaban a centimetros, podia sentir su respiración, asi como nuestras narices chocar.

-puedo?- pregunto en un susurro.

-hazlo.

Y entonces el pelirosa unio nuestros labios en un cálido e inexperto beso haciéndolo desparecer la poca distancia que aun nos separaba, podia sentir sus suaves y dulces labios contra los mios, era una sensación que nunca habia experimentado, se sentia como si un calor acogedor nos abrazara a pesar de el frio que nos rodeaba.

El Privilegio De Sentir Contigo [sanzu × mikey] [bonten]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora