Anne Cooper estaba destinada a ser feliz, aunque ella siempre pensaba que ese día nunca llegaría, pero estaba realmente equivocada, porque cuando tuvo ese fatídico accidente, las cosas empezaron mejorar para ella. El amor de su vida se cruzara en su...
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Diciembre | Navidad
La navidad era una de las épocas más divertidas del año para Anne, sobre todo la hora de la cena de nochebuena, le gustaba molestar a su hermano, diciéndole el Grinch, porque para ella el lo era. Pero esa navidad Anne estaba decaída.
Ya habían pasado más de tres meses que no veía a su amiga pelirroja y no tenía con quién hablar fuera de su madre y hermano, por supuesto ellos lo notaron y armaron un plan para animar a la pequeña.
—Oye Anne, ven aquí un momento —Hablo su madre y ella fue sin rechistar, cuando ella llegó vio dos obsequios en manos de ella —¿Te vas a quedar mirando o lo vas abrir?
Anne corrió y los agarro con sus pequeñas manos —¡Muchas gracias madre!
—Ábrelo fueguito seguro te va a gustar —Sonrió su hermano al ver la felicidad de ella.
Ella abrió el primero y pudo ver un cuadro con un dibujo de una mariposa, definitivamente era de Will, ella lo miro y lo abrazó.
—Muchas gracias, Grinch —Le susurro, lo que hizo que el la mirara indignado por el apodo.
Abrió el otro regalo y casi salta de la felicidad al ver un libro de la mitología griega, eran sus favoritos, miro a su madre y la abrazo con muchas fuerzas.
—¡Gracias, gracias, gracias! —Dijo mientras seguía abrazándola.
—¿Quieren que prepare galletas, mientras ustedes van a hacer un muñeco de nieve? —Preguntó ella pero no obtuvo respuesta, ambos niños salieron corriendo hacia afuera.
Después de un rato Anne hizo un muñeco de nieve junto a su hermano, pero se detuvo al recordar algo.
—Ya vengo Will —Dijo ella a lo qué el asintió y siguió haciendo muñecos de nieves.
Ella entró corriendo a la casa y fue directo a su cuarto, vio la carta encima de la mesa de noche y la agarró, volvió a salir de la casa rumbo al bosque, donde antes se encontraba con su querida amiga.
Al llegar Anne dejó la carta en el árbol que tenía una pequeña cajita colgada, dejó el sobre dentro de ella y antes se irse miro a su alrededor.
—¡Rojita, no te olvides de mi y feliz navidad! —Gritó ella con una pequeña sonrisa, antes de emprender rumbo a su hogar.
Nota:
Algo corto, pero como es navidad, actualice este pequeño capitulo, después entenderán que fue todo esto, cuando sea publicado el capítulo seis.
