Aquel joven miraba curioso por la ventanilla del coche, aquel lugar al parecer era un pequeño pueblo, no había rastros de edificios enormes ni todo el ruido que las calles de las ciudades grandes poseen.
Hace tan solo unos minutos había salido del hospital, el médico finalmente había informado que podía volver a casa ya que los últimos estudios habían salido bien, además el chico ya se encontraba mejor.
Algunos cuantos meses atrás había tenido un accidente de coche, mismo que lo había dejado en coma durante semanas, afortunadamente ahora se encontraba bien y ya había tomado algunas terapias, pues su cuerpo no había sufrido daño alguno, al menos no un daño permanente, el único problema era su memoria, la cuál, dijo el médico, que podría volver si su entorno se lo permitía, es decir; hacer cosas que hacía con frecuencia y visitar o reunirse con personas que conocía antes del accidente.
-ese es nuestro hogar, hijo.-las palabras de su madre lograron hacer que el joven observará por el otro lado del coche, notando de inmediato aquella hermosa casa.-creo que lo más recomendable es que entres a tu habitación, probablemente recuerdes algunas cosas.-
-si, lo haré. Gracias.-
Ambos descendieron del coche, al entrar a la casa su madre le mostró la habitación que le pertenecía, era cálida y estaba muy limpia, sin mencionar que la alcoba desprendía un agradable aroma a menta.
-preparé la cena. Te llamaré en cuanto esté lista.-la mujer salió dejando solo al chico, este recorrió la habitación con la mirada tratando de reconocer algo, posiblemente recordar tomaría tiempo.
***
Como era de esperarse, la cena con su madre estuvo llena de anécdotas pasadas, recordándole el porque su padre no estaba con ellos, su vida en aquel pueblo, y el porque no tenían amigos en ese lugar.
Al sentirse un poco cansado decidió volver a su habitación para descansar, su madre accedió con una enorme y melancólica sonrisa, tal vez todo esto era igual o más difícil para ella.
Al estar en la alcoba se recostó mirando el techo, solamente llevaba un día fuera del hospital, sabía que su memoria tomaría tiempo, pero no recordar absolutamente nada comenzaba a incomodarle de cierta manera.
El sol entraba por la ventana, iluminando aquella pequeña habitación, la cama destendida y una que otra prenda en el suelo. Habían demasiadas fotos pegadas en una pared, un grupo de amigos se mostraba en la mayoría de ellas, mientras que el viento removía con delicadeza las cortinas, logrando hacer que una foto cayera al suelo, una foto que por el momento, solo pudo ver la sombra de aquella persona, no había rostro, solo una silueta.
Despertó de golpe, aquel sueño se había sentido tan real, miro a su alrededor notando que lo que había soñado no se parecía en nada a su habitación, era como si se tratará de otra totalmente diferente.
Tomo su celular y miro la hora, era un poco tarde, así que está vez optó por revisar su celular, tal vez podría encontrar algo, tal vez fotos o información de él mismo en sus redes sociales. Tenía la esperanza de poder encontrar algo, pero no había nada en ese aparato, su celular no tenía fotos ni mucho menos aplicaciones, y en los contactos solamente tenía el número de su madre.
***
El paso de los días comenzó a ser frustrante, pese a que pasaba el tiempo haciendo cosas que su madre aseguraba que antes hacia, nada en su memoria volvía, su madre siempre estaba para él, apoyándolo siempre que lo miraba deprimido, pero no hace mucho se había dado cuenta de que ella lloraba por la noches, se repetía que posiblemente era igual o más doloroso para ella.
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¿Recuerdos? «YAOI.» EDITANDO
FanfictionTras perder la memoria y volver a casa, Erick siente que las cosas no son como deberían ser, pese a los esfuerzos de su madre, ningún recuerdo vuelve a su cabeza. Más sin embargo, el encuentro con cierto chico comienza a alterar su mente, haciendole...