6° Yo no soy un dios

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*voces* *aplausos* 


Jefe: Buen trabajo, Kiyoi. 

K: Presidente, vino a ver la obra. 

Jefe: Por supuesto. Te moviste bien, tu voz se proyectó bien, se nota que ensayaste mucho. Dado el resultado puede que te asigne más trabajos de este tipo. 

K: ¿En serio? Han pasado dos semanas desde aquel día. Hira me ha mandado incontables correos. En todos se disculpa sin acertar el motivo del conflicto. Al tiempo que pienso que ya da igual, la incógnita de si las cosas pudieron haber sido distintas me constriñe el corazón. Para evitar pensar en cosas innecesarias me mantuve ocupado. Asistí a la universidad con diligencia y puse empeño en mi trabajo. Me entregué por completo a los ensayos para la obra. Sin embargo, a la hora de volver a mi apartamento todo se derrumba; el recuerdo de Hira me asalta sin previo aviso y me torno vulnerable. Me está yendo bien en el trabajo, estoy avanzando. Todo estará bien, lo voy a olvidar. Voy a olvidar todo lo relativo a Hira. Estaré bien. 

Jefe: Kiyoi, vamos a la posfiesta. 

K: ¡Sí! 

*puerta* *voces* 

K: ¡¡!! ¡Hira! 

H: Kikikikikikikiki- 

*pasos* 

K: Lo lamento, ¿puedo alcanzarlos luego? 

*voces* 

K: ¿Qué quieres? 

H: Uh... Mh... Tus cosas. 

K: Gracias. Nos vemos. 

H: ¡Espera! 

K: ¿Qué quieres? 

H: ¡Yo estuve mal, te pido disculpas! 

K: No hace falta. Ya no me sigas más. Eres un incordio. Eres repulsivo. 

H: ¡¡Gh!! Eso pensaba hacer. Eso planeaba, pero no pude. No puedo olvidarte aunque me lo pidas, no después de habernos vuelto tan cercanos, comíamos juntos y charlábamos. 

K: Yo ya no quiero nada que ver contigo. No me llames, ni me mandes correos. No me esperes afuera de los lugares. No vengas a ver mis espectáculos. No quiero volver a verte. Nos vemos. No vuelvas a merodear cerca de mí. 

[03:10] 

H: ¡Espera! Por lo menos dime por qué estás tan molesto. 


K: Qué importancia tiene saberlo si ya no nos veremos jamás. 

H: Aunque ya no nos veamos no quiero hacer nada que te desagrade. 

K: ¡Suéltame! 


H: ¡Ah! 

K: Según estás desesperado, pero ni siquiera ves a mi yo real. Ya estoy harto de seguir tu jueguito de la celebridad perfecta. 

H: ¿Jueguito? 

K: ¿¡Vas a negarlo!? *arroja las cosas que Hira le llevó* ¿Soberano? No me jodas. Yo no soy nada de eso. ¡Soy un hombre común que quiere andar con la persona que le gusta, que quiere tocarlo y ser tocado y tener citas como cualquier persona! 

H: ¿Te gusta alguien? 

K: ¡¡Me gustas tú!! ¿¡Cómo me preguntas eso a estas alturas!? 

H: ¿Eh? Estás mintiendo, ¿verdad? 

K: ¿Por qué mentiría sobre algo así? 

H: ¿Te estás burlando de mí? 

K: No tengo tiempo para esas cosas. 

H: Pero... 

K: Te besé el día de la graduación... No me había dado cuenta, pero hacía mucho que me gustabas. Por eso esperaba a que me llamaras. ¿Sabes lo que sentí cuando cambiaste de número? A pesar de que te la pasabas repitiéndome que te gustaba. No te entiendo. 

H: ¿Por qué te fijaste en alguien como yo? 

K: ¡¡Eso quisiera yo saber!! No tengo idea. ¿Por qué terminaron así las cosas si eras tú el que estaba tras de mí al principio? Me enojaba saber que el hermano de Koyama y tú son cercanos. Me pregunté si el problema era mi actitud distante, así que pensé en ser gentil y sonreír como bobo, hacerte arrumacos, besarte, y más. ¿Sabes lo que sentí cuando dijiste que nunca seríamos pareja? Eres tú, no me jodas. ¡Muérete! 

[05:38] 

H: Kiyoi... 


K: Ya déjame en paz. Puedes seguir fantaseando con la versión ideal que creaste de mí, pero a mí, al yo real déjalo en paz. Dame un respiro. Cuando pensé que podría olvidarte llegas como si nada y te apareces frente a mí. *sollozos* ¿Así cómo te voy a olvidar? 

H: *inhala* Tienes razón. No entiendo tus sentimientos. 

K: *sollozos* Maldito... 

H: Pero tú tampoco entiendes los míos. Siempre se han reído de mí a causa de mi disfemia. En la escuela siempre me han pisoteado. Cuando cenaba con mi familia y en la tele daban una noticia sobre suicido a causa del bullying me sentía tan identificado. ¡Jamás entenderías cómo se siente alguien como yo que se la pasa consumido por la ansiedad! Para mí tú representas todo a lo que aspiro. No eres nada amable, tampoco eres una buena persona; eres egocéntrico, pero fue por todo eso que me salvaste. 

K: ¿Salvarte? 

H: ¿Recuerdas cuando golpeé a Shirota? Siempre fui usado como tapete, pero me reía y lo dejaba pasar como si se tratara del asunto de alguien más. Golpear a Shirota fue mi primera rebelión. En ese momento sentí que había sido salvado. Y todo fue gracias a ti. 

[07:38] 

K: Yo... Yo sólo estaba haciendo lo que quería... 

H: Sí... Siempre eres así... Por eso me gustas tanto, tanto que no puedo contenerlo. Ya eres algo así como un dios para mí. Jamás se me cruzó por la mente que alguien así pudiera estar a mi alcance. 


K: Pero, yo no soy un dios. 

H: Sí... Lo sé... ¿puedo tocarte? 

K: Si va a ser igual que hasta ahora entonces no. 

H: Si estás de acuerdo con ello, quisiera tocarte como a un amante. 

K: *sollozo* Entonces, adelante. 

H: ¡¡!! *sollozo* Kiyoi... 

K: Fue la primera vez que Hira me abrazó por él mismo. Eso bastó para que mi cerebro se paralizara de felicidad. 

Mi hermoso Hombre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora