Mi gran misterio eras tú

Capítulo 7.

ESPECIAL NAVIDAD 3/5

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Samuel vio cómo Lexi y Marco se marchaban hacia el coche de ella. Resopló frustrado cogiendo el teléfono y marcando el número al que tanto había llamado hoy, tenía un hilo de esperanza de que esa vez escuchase su voz y no la del contestador, pero después de tres tonos de llamada y cinco intentos más se dio por vencido. Bruno seguía sin contestar al teléfono, cosa que ponía histérico a Samuel, le daba la sensación de que algo no iba bien, tenía un presentimiento nada bueno, una sensación en el pecho asfixiante, como si estuviese sintiendo mil holeadas de dolor, pero algo lejano, como si no fuese del todo parte de su cuerpo.

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Olivia escucha atenta cada palabra que le dice Alexander, conteniendo la risa que quiere salir de su boca, intenta poner la cara lo más seria posible, pero le es imposible entender del todo que pueda haber personas con habilidades tan desarrolladas ¿me estás diciendo que hay gente con poderes? Venga ya, ni que estuviésemos en una película de esas que le gusta tanto a mi hermano de superhéroes. Piensa mientras Alexander le sigue contando sobre su infancia.

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Distraído está mirando la ventana. Marcos no deja de darle vueltas a lo que Samuel les acaba de contar, aún no cree que sea algo relativamente preocupante, pero si sabe que hay una pieza que no encaja del todo en el puzle solo que no sabe a qué se debe ese sentimiento. Escucha a Lexi parlotear y divagar en sus pensamientos, pero Marcos no le presta mucha atención, en el fondo tiene miedo de saber que oculta el padre de Olivia y Samuel, tiene miedo de que realmente pueda llegar a ser algo lo sumamente importante como peligroso. Nunca le cayó muy bien su padre, tiene un aire frío y tenebroso, finge ser simpático, pero no se da cuenta de que siempre tiene la boca tensa y los ojos saltones, justo cuando intentas aparentar algo que no eres y Marcos nunca se fio del señor Torres.

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Olivia estaba tan absorta en lo que le decía Alexander que no vio las llamadas de su hermano, o las de su mejor amiga Lexi, tampoco el mensaje de su padre, ni la llamada de un número al que no conocía, otro número que resultará de lo más confuso en la vida de Olivia, su hermano y sus amigos, una llamada que abrirá un tercer camino entre el supuesto bien y mal, una llamada importante y determinante si la hubiese cogido en aquel momento, tal vez no tenga otra oportunidad, o tal vez si.

En aquel momento solo están ellos dos, no existe nada más y, por alguna razón, Olivia no cree del todo que lo que Alexander le está diciendo sea una chorrada, es como si una parte de ella que estaba dormida empezaba a despertarse, sentía un hormigueo en las yemas de los dedos y el latir de su corazón se aceleró en gran medida a la vez que la conversación seguía su curso.

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Samuel estaba cansado, no había dormido mucho la noche anterior, desde que escuchó la conversación de sus padres es incapaz de pensar en otra cosa, había pensado cientos de teorías sobre aquellos misteriosos chicos de los que hablaron, una chica y un chico, algo dentro de Samuel le dio por pensar que hablaban de Bruno, era como si lo sintiese por dentro, no había escuchado su nombre pero Samuel no era tonto, no era casualidad de que Bruno no fuese a clase ni estuviese dando señales de vida, el chico que mencionó su padre, que apareciese su nombre en la lista de ese fichero y todos los demás nombres, ¿Qué serían aquellos nombres que vio? Otra cosa que también le rondaba, pero fue incapaz de decirlo era que había visto el nombre de su hermana en aquella lista.