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━Hera tenemos que irnos ━Le dije intentando levantarla ━Iremos a buscar a Hestia, se pondrá muy feliz al saber que has decidido ayudarnos

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Hera tenemos que irnos Le dije intentando levantarla Iremos a buscar a Hestia, se pondrá muy feliz al saber que has decidido ayudarnos.

Gen La miré a los ojos cuando dijo mi nombre ¿No me pondrás las estúpidas reglas de Zeus?

Lo prometo Sonreí, por más que actuará de forma con dura con todos los olímpicos seguían siendo mis familiares, sobrinos y hermanos, menos Zeus, ese dios inútil era el único por el que no me arrepentiré de verlo sufrir.

Con referencia a Zeus era momento de hacerle una bonita visita, hora de hablar entre hermanos.

Nos transportaré al palacio de Caos ¿Vale?

Hera asintió.

━Te dejaré con Hestia y allí te explicara todo lo que debas saber, entre tanto Hera quiero que sepas que apenas pises el palacio dejes de lado toda la arrogancia, no creas que no me he enterado como tratas a los demás.

Ella iba a reclamar pero me aparté y levanté una mano mostrando la palma de esta.

Quiero que te quede claro que a partir de ahora el que lleve las contras a mis reglas, que son mucho más maduras que las de Zeus, lo mataré. Ella se puso pálida, pero no me importó  Zeus no sabe tomar el mando, por algo la sociedad ha dejado a los dioses griegos de lado, pero en mi reino mis reglas serán hechas tal y como las mandó, la única que te dejo a ti es simple, nada de arrogancia, sabes cuál es tu lugar y cuál es tú poder, no quiero nada de arrogancia, los semidioses no tienen la culpa y no te preocupes, me encargaré de que Zeus no pueda tener más hijos Antes de que pudiera reclamar algo me acerque con rapidez y le toqué el hombro, su cuerpo brillo y al instante desapareció.

Lo estaba haciendo tan continuo que estaba empezando a conseguir un lugar donde almacenar mis poderes, mi propio cuerpo.

Sonreí recordando la fuente de Hera, si queríamos acabar con todos los lazado de Hera y Zeus había que hacerlo desde la raíz, y esa raíz era el asiento de la diosa del matrimonio.

Me concentré en transportarme con rapidez a la sala de los olímpicos, aparecí allí y como siempre no había nadie, sabía que Zeus sentiría como el asiento de su exesposa se desmoronaba por lo que la reunión sería muy feliz.

Una tormenta empezó a formarse en el techo, iba a ser genial como atacaba ese lugar con los mismos poderes del "rey" del Olimpo.

Un enorme rayo cayó encima del asiento de Hera, este se fue desmoronando hasta que por sí solo empezó a transformarse en polvo, fruncí el ceño al notar que el trono de Hades seguía allí, intacto, con un movimiento de mi muñeca el trono de Hades quedó en el mismo estado que el de Hera.

¿Qué haces aquí? Gruñó Zeus a mi espalda, por la corriente te aire no me era difícil identificar que me estaba apuntando con el rayo maestro.

𝑯𝑰𝑱𝑨 𝑫𝑬 𝑪𝑹𝑶𝑵𝑶𝑺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora