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━¡Por Júpiter! ¡¿Me estás diciendo Váldez que Nico, Percy, Clarisse, Will y mi hermana están desaparecidos hace un jodido año?! ¡¿Y recién me dices?! ━Jason Grace se encontraba sujetando con fuerza los hombros del pequeño Leo Valdez

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¡Por Júpiter! ¡¿Me estás diciendo Váldez que Nico, Percy, Clarisse, Will y mi hermana están desaparecidos hace un jodido año?! ¡¿Y recién me dices?! Jason Grace se encontraba sujetando con fuerza los hombros del pequeño Leo Valdez.

Cálmate Grace Dijo Sherman Yang, el actual líder de la cabaña número cinco en falta de su hermana mayor, mientras colocaba su mano en el hombro del rubio apretándolo ligeramente.

¡¿Cómo carajos quieres que me calme?! ¡Mi hermana y mejores amigos están perdidos y quieres que me calme! Jason lo miró enojado y de forma brusca, Sherman levantó un dedo y lo golpeo con fuerza en el pecho.

Que te calmes maldita sea, mi hermana también está perdida y no ando perdiendo los putos estribos. Lo dijo de una forma tan calmada que viniendo de un hijo de Ares era terrorífico.

Pues sí, había pasado un año desde que de la noche a la mañana, casi un mes después de que Percy, Thalia y Nico se fueran con la desconocida diosa Génesis, Will y Clarisse desaparecieran del campamento sin dejar rastros.

Al principio las búsquedas fueron inevitables, pero con la llegada de una orden directa de Zeus que detuvieran la "estúpida" búsqueda y empezaran a mejorar en combate todo el mundo empezó a tomar bandos.

Dionisio, Ares y Atenea, gracias a Annabeth, apoyaban a Zeus.

La cabaña de Afrodita, Hefesto, Apolo, Artemisa, quienes no se habían ido desde que su teniente se fue, no habían dicho nada por más que las otras tres cabañas insistieran que tenían que elegir un bando.

Mientras que la cabaña de Deméter declaró que se mantendrían pacíficos.

El campamento era un caos y nadie podía negarlo.

En el Olimpo era igual, ninguna palabra se asemejaba más que caos.

Artemisa y Apolo habían dejado la sala del trono una conferencia y luego nunca se había vuelto a saber de ellos, Afrodita se rehusaba a ayudar a Zeus, Hefesto le daba igual, Ares era más que nadie quien quería esta guerra, Atenea era de las pocas que no mostraba expresión alguna en cuanto a la situación, pero en tan solo un año se convirtió en la mano derecha de Zeus luego de que Hera lo dejara.

Los dioses olímpicos se encontraban en espera a que la reunión que Ares anunció horas atrás empezara de una vez.

El dios de la guerra entró con una egocéntrica de oreja a oreja, disfrutando la gran tensión que había en la sala.

¿Que es esta vez Ares? El silencio fue roto por Atenea, quien miraba con odio a su medio hermano.

Esta vez es algo que creo que a todos ustedes les gustará, y mucho Señaló a los pocos dioses que estaban allí.

Chasqueó los dedos y el centro de la sala brilló, con lentitud empezó a verse una figura que se encontraba sentada, parecía estar haciendo fuerza por la forma en la que se movía.

𝑯𝑰𝑱𝑨 𝑫𝑬 𝑪𝑹𝑶𝑵𝑶𝑺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora