･｡ﾟ: ∘◦☾◦∘｡ﾟ. Unreal [Papu Gomez x Dibu Martinez]

2.

Algunos días pasaron y Emiliano no se apartaba de mi en ningún segundo, empalagoso de mierda, no sé por qué insiste tanto en estar a mi lado.

El partido de Arabia Saudita se jugaría mañana, estaba nervioso en mi habitación, escuchando música desde mis auriculares mientras intentaba conciliar el sueño, siempre fui medio duro para dormir.

Alguien tocó la puerta y me hinchaba las pelotas, me levanté de mala gana y abrí esta, encontrándome con dibu.

—¿Puedo dormir esta noche con vos?

Mi mente decía que no, que se vaya a cagar el putarraco este.

Mi corazón hizo algo completamente diferente, dejándolo pasar enseguida, pues sabía todo lo que había pasado cuando fue a jugar al Arsenal, y lo importante que era contener nuestro arquero.

Solo tenía una cama pero era de dos plazas así que entramos cómodamente.—¿Podemos hablar un poco? Me cuesta dormir.—Yo solamente asentí-Siento que ya no siento miedo, ¿Sabes? Los otros días hable con Rodrigo y Angel, creo que tendría dejar florecer mis emociones para sentirme mejor ¿me entiendes?—Carajo mierda, espero que no se me declare por que no sabré como rechazarlo—Sería bueno mostrarme más fuerte y dejar salir todo en la cancha.

Me abrazó, me sentí incómodo pero no hice nada al respecto, solo deje que me abrazara por que sabía que lo necesitaba—Quizás también debas empezar a controlarte también con el tema este de tus sentimientos.

Lo miré más detenidamente y me odiaba por verlo tan lindo, tan genuino, tan capaz.
Me odio por que no debería sentir esto y menos por un compañero de trabajo, mucho menos por un hombre.—Te quiero, Papu—Dios, ¿qué hago?

—Dibu, solo te pido que no te confundas, a mi no me gustan estas cosas ¿si?

—Solamente te digo que te quiero.

—No seas tan puto y dormite ¿queres? Por que esto es re incomodo y muy de tarado, a parte que digamos que no sos mi favorito de acá, ni tampoco mi prioridad—Emi abrió sus ojos como platos, jamás yo lo había tratado así, tampoco sé si me pasé, pero quería que se alejara de mí. Me dijo buenas noches y se durmió.

Al día siguiente pasó lo inevitable, hasta me sentí culpable de aquello luego del partido, por que sé que mis palabras influyeron fuertemente en el resultado.
Por eso hemos perdido.

Luego del partido, fui a la habitación de Emiliano para fijarme en su estado.
Estaba llorando como un niño pequeño, abrazado a su almohada, con sus ojitos rojos y su cara empapada de sus lágrimas.

—Dibu, lamento lo de hoy, si queres puedo dormir con vos esta noche.

—Callate, tilingo, si a vos te chupa un huevo, total no soy tu prioridad.

Un poco me dolió, creo que me pasé de imbécil anoche—Anoche me porte como un yarco, pero venía a arreglar las cosas por que sos el pilar de nuestra selección.

Secó sus lágrimas y luego de un largo asintió—Bueno, dale. Nada más te pido que no seas un papon conmigo.

Pasé y me senté a su lado abrazandolo—Esta bien fallar, todos los grandes futbolistas lo hacen, no pasa nada ¿si? Eres más fuerte que esto. Todos fallan y volverás más fuerte. Quiero que sepas que te quiero.—Lo abracé con mucha fuerza, consolandolo.

—Si supieras realmente como te quiero—me lo dijo en mi oído, empapando mi hombro.