･｡ﾟ: ∘◦☾◦∘｡ﾟ. Unreal [Papu Gomez x Dibu Martinez]

17.

—Entonces eso paso—Tomé de mi mate mientras les contaba a Enzo y a Otamendi sobre mi noche mágica.

—Que hijo de puta—Enzo parecía un niño asombrado, como siempre—Yo también quisiera romperle bien la cola a Julian, pero es más tonto.

—Pero si vos nunca haces nada para que se concrete loco, vos lo tratas como si tuviera ocho años y es más grande que vos—Lo dije mientras comía una buena media luna.

—No es verdad. Él puede manejarse por sí solo.

Es como si nuestra realidad estuviera manejada por irónismo puro que al poco tiempo aparecía Julian casi en pelotas—¡Julian! ¿Qué haces con eso ahí?

—Perdí una apuesta con Leandro y Rodrigo, debo depilarme el pecho con cera y no me lo puedo sacar, ¿Por qué duele tanto? Tipo es pelo, no debería ni de doler—Apareció Lionel y le arrancó un poquito de la cera—¡Mamá! ¡Me duele!

—Tranquilo chiquito, yo voy a intentar sacartelo, vamos al baño ¿Pero que haces en boxers?

—En realidad soy lampiño en el resto de mi cuerpo, pero tenía que depilarme semidesnudo para más placer, eso dijo Rodri

—Ahí lo tenes a tu pelotudo—Era muy chistosa la escena dios.

Otamendi se levantó del sillón donde estaba acostado y le rajo toda la cera de una, dejando a Julian en un solo grito con el pecho como Independiente, no, frío no, rojo dolor.

—Me duele—Es la primera vez que veo a Julian pestañar, para luego dejar caer una lagrima de su ojo.

Mi chuchurrumin, o sea Emiliano, llegó luego de tantos gritos nada más a retarme—¡Papu! ¿¡Qué le haces a mi hijo!?

—¡Pero si fueron los otros!

Dibu se llevó a Julian y a Enzo a otra parte, dejándome solo con Lionel y Ota.

—¿Y como anda ese tema de que querías contarme?

—¿El casamiento?—Susurré cerrando la puerta de mi habitación—Pues estoy planeando que luego del mundial proponerselo en el restaurante más caro de todo Qatar, frente a todos ustedes y una hermosa serenata mexicana.

—Pero—Otamendi se veía confundido

—¡Callate! Que restaurante más caro, tampoco soy millonario, o sea si pero tampoco tanto, lo haremos en un bar argentino a puertas cerradas y solo estarán ustedes, luego de la final, obviamente habrá cumbia villera, quien conoce a México.

—¿Pero no crees que es muy pronto?—Lionel se veía todavía más confundido que Ota.

—Silencio cabra, todo déjame a mis manos y a mi arte