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— Hola, muñeca — habló de manera coqueta un chico desconocido que se le había acercado

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— Hola, muñeca — habló de manera coqueta un chico desconocido que se le había acercado.

Ni bien había caminado solo dos cuadras lejos de su casa, un chico ya intentaba cortejarla.

— Buenas tardes — Saludó, disimulando su incomodidad, intentando irse de ahí.

— ¿A dónde vas? Querida, todavía no hemos terminado de hablar — agarró su brazo de forma brusca.

— Lo siento, voy tarde al trabajo. Por favor, suéltame — pidió, empezando a sentirse nerviosa.

Odiaba el contacto físico, odiaba sentir las manos de otras personas en su cuerpo.

— No necesitas ir al trabajo, podemos divertirnos — sonrió, atrayendola hacía él.

Sabía que nadie la ayudaría en ese momento, pues el lugar estaba solo, así que tomó valor antes de golpear con su rodilla la entrepierna del hombre, quien se quejó de dolor.

— ¡Maldita perra-! — no terminó de hablar, antes de que la chica se soltara de su agarre y le golpeara en la cara.

Sin más, se fué corriendo del lugar lo más rápido que pudo, sin voltear atrás.

Detuvo sus pasos hasta que llegó a calles donde había demasiada gente, caminó con normalidad, mostrando calma en su rostro, pero sin poder detener el temblor que tenía en sus manos.

Necesito ir al baño — pensó, mientras que se dirigía a unos baños públicos que estaban cerca de ella.

Mojó sus manos y su cara, intentando calmarse, hasta que se miró en el espejo y vió en el reflejo la silueta de una persona, la cuál no tenía cara y caminaba hasta acercarse a ella.

Giró su cuerpo para quedar cara a cara con esa persona, pero no había nadie. Entonces en ese momento su cuerpo comenzó a temblar nuevamente y el aire le faltaba.

De forma desesperada, buscó en su mochila un bote de pastillas, sin embargo, este se resbaló de sus manos una y otra vez, hasta que vió como una mano lo recogía del suelo.

— Aquí está, tome — habló un chico, el cuál parecía de dudosa higiene.

Con sus manos temblorosas, agarró el bote de pastillas y antes de formular alguna palabra, con ayuda de agua, se tomó dos pastillas.

— ¡Arisu, vámonos! — gritó un chico rubio, quien estaba acompañado de otro pelinegro.

— ¡Voy! — gritó a sus amigos y se giró a ver a la chica —. Por cierto, estás en el baño de los hombres.

Un leve sonrojo provocado por la vergüenza apareció en el rostro de la chica, quien hizo una reverencia cómo disculpa antes de irse casi corriendo del lugar.

Al salir completamente del lugar, observó cómo toda la ciudad estaba vacía, a excepción suya y de los tres chicos que venían riendo detrás de ella.

¿qué mierda? — habló en su primer idioma aprendido.

Aquellos tres chicos la miraron con extrañesa al escucharla hablar, como si eso fuera más extraño que ver a toda una ciudad vacía.

Si, estoy completamente loca — dispuesta a tomar una cantidad excesiva de pastillas, pensando que esto solo era una broma creada por su mente, fué detenida al escuchar la plática de los chicos.

— ¿A dónde se fué todo el mundo? — habló el rubio, quien miraba a todos lados al igual que los demás, hasta que posicionó su mirada en la chica — Tú, ¿Sabes qué sucede?

— ¿Por qué me preguntas a mí? — frunció su ceño ante la pregunta, hasta hace unos segundos ella pensaba que todo era un invento de su cabeza.

— Bueno, te ves inteligente, más que ellos dos, sí — señaló con el pulgar a sus amigos, las cuales hicieron una cara de ofensa ante lo dicho.

Claro que era inteligente, sus excelentes calificaciones en la universidad en la que estudiaba lo decía casi todo, sin embargo, no dijo nada al respecto.

— Estoy igual de confundida que ustedes o incluso más. — se cruzó de brazos, intentando convencerse a sí misma de que esto era solo su problema psicológico intentando llevarla más a la locura.

— No pudo haber desaparecido todo el mundo ¿Por qué no buscamos? — habló el otro chico

— Está bien, busquemos — habló nuevamente el rubio —. Por cierto ¿Cómo te llamas?

— Harumi, Yoshida Harumi.

— Karube — se señaló a sí mismo, mientras sonreía —. Ellos son, bueno, a Arisu creo ya lo conociste en el baño — hizo un gesto de que presentarno no importaba —. Y él es Chota — el mencionado saludó a la chica con su mano —. Bueno ¿Quieres venir con nosotros o...?

— Realmente no quiero quedarme sola, pero necesito ir a casa por algo — su plan era llegar a casa y tomar unas pastillas que eran aún más fuerte, creyendo que así todo volvería a la normalidad.

— ¿Qué te parece si en una hora nos encontramos aquí nuevamente? — habló Arisu, todos estuvieron de acuerdo ante su idea y tomaron caminos diferentes.

Corrió con desesperación hasta llegar a su casa, ¿En verdad todas las personas habían desaparecido? ¿Por qué ellos y ella no? Preguntas como esas invadían su mente, provocándole un dolor de cabeza.

Llegó hasta su habitación y abrió uno de los cajones del mueble que se encontraba al lado de su cama, uno que era específico solo para sus medicinas. Buscó con desespero hasta encontrar un bote de pastillas casi lleno, con temblor en sus manos, tomó una de las pastillas y se la pasó.

Su cuerpo se relajó, pensando que toda la alucinación creada por su mente había terminado. Caminó hasta una de las ventanas, esperando ver a la gente adulta regresar a sus casas después del trabajo o a los niños que siempre jugaban a la pelota sin falta, pero no había nada, ni una persona y ni un ruido que no fuera el de las aves que pasaban cerca, sus ojos comenzaron a humedecerse cada vez más, mientras que abría y cerraba las cortinas de la ventana repetidas veces, esperando que la gente apareciera en las calles mágicamente.

¿Qué está pasando? — pensó, antes de soltar varios sollozos sin encontrar una razón lógica a lo sucedido.

Se abrazó a sí misma, repitiéndose una y otra vez que todo estaría bien, y que pronto todo se arreglaría. Ahora, lo único que tenía que hacer era encontrarse nuevamente con los chicos que recién conocía.

Todo regresaría a la normalidad muy pronto ¿Verdad?

Ay, primer capítulo, espero que les haya gustado, realmente no soy muy bueno en esto de la narración ni nada, pero no podía quedarme con las ganas de escribir una historia como esta

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Ay, primer capítulo, espero que les haya gustado, realmente no soy muy bueno en esto de la narración ni nada, pero no podía quedarme con las ganas de escribir una historia como esta.

Intentaré mejorar con el paso del tiempo, lo prometo.

¡Coman bien, tomen agua y cuidense! 💞

SCHIZOPHRENIA - alice in borderlandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora