Extra

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Cuatro semanas
después...

Las minis vacaciones de navidad en Francia se habían acabado y con ella la alegría de los días libres.

Jungkook debía volver a sus labores como CEO de J-Classic y como el nuevo comprador de el orfanato donde había crecido. Por otra parte Taehyung había iniciado con algunas tomas de fotografías para promocionar maquillaje y otras para soju, pero lo que más le emocionaba era la pequeña adopcion de aquel tierno perrito que había hecho días después de su viaje a Francia.

Yeontan le iluminaba sus días.

La adopción fue como un pequeño capricho, pues cuando lo vio por el cristal de aquella nueva perrera cerca de su hogar, decidió que debía tenerlo si o si. Nunca le importo que el cachorrito tuviera problemas de el corazón, el lo quería igual y estaba dispuesto pagar a todos los veterinarios con tal de mantenerlo a salvo.

Si unos meses atrás le preguntaran a Taehyung si quería adoptar a un dulce perrito con problemas de corazón hubiera dicho que no sin pensarlo, pues tenerlo sería una gran responsabilidad, pero el nuevo Taehyung estaba dispuesto ayudar a todo aquel que lo necesitara ya sea persona, animales o hasta una simple planta; Todos merecemos ser queridos y tener una mano ayuda.

Jungkook le estaba trasmitiendo sus buenas vibras a el doncel...

El pelinegro también había agregado a su agenda el nuevo deber de ser el encargado de las necesidades de el orfanato, por eso se encontraba de camino a el lejano lugar apartado de la ciudad donde se encontraba la casa de los adorables bichitos como les decía Jungkook.

Estaba nervioso, era su primera vez viendo a los niños y sus cuidadoras. No sabía que debía decir o que debía hacer era un simple joven de 24 años que no sabía nada sobre las necesidades de los demás o como debía tratarlas, pero Jungkook lo había calmado diciéndole que eran buenas personas. Ellos le contaran de sus necesidad y Jeon se encarga de cumplir sus deseos.

Luego de una larga hora de camino a su destino sintió un fuerte mareo que lo hizo escuchar ruido blanco, tuvo que pedirle al chófer que Jungkook le designó para que no fuera solo, que se detuviera para respirar aire fresco.

-¿Se encuentra bien?- pregunto el joven de pelo rubio con algo de preocupación en su voz.

-Si solo debo...- dejo de decir, pues una fuerte arqueada lo hizo vomitar todo su desayuno.

-Oh por dios- dijo el chico dándose el atrevimiento de agarrar el corto pelo de el contrario para que no se lo ensuciar, mientras le daba pequeño golpes en la espalda.

-Que vergüenza...- Taehyung escupió unas cuantas veces recibiendo una botella de agua junto con un pañuelo que el rubio le extendió. -Gracias.

-No hay de que, señor. ¿Necesita algo antes de seguir con el recorrido?- pregunto el joven.

-Tengo un spray para el aliento en mi bolso y unas cuantas pastillas para el dolor de cabeza ¿Me las puedes traer?- pregunto todavía habajado en la orilla de la carretera con un mal sabor en su boca y un terrible dolor en su garganta.

-Espere unos segundos- varios minutos después el chico volvió con lo pedido entregandoselo a Taehyung.

Los dos chicos siguieron su recorrido en la solitaria carretera con la esperanza de llegar pronto a su destino. Y como e de esperarse así fue.

MODA, ELEGANCIA Y OBSESIÓN |KOOKV 💋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora