Esme Lefay una de los hijos adoptivos de Alma Lefay una excluida reconocida, era conocida por el rumor de ser la hija de un demonio, en solo 15 años ya había cambiado de escuela más veces de las que pudo contar, siempre siendo expulsada por su compo...
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🔯: ¿Te sorprende que recuerde tu nombre?
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—Veo que no mentías— Merlina hablo sin quitar la vista de ambos hermanos— que lastima, tenía ganas de tronar dedos.
—Merlina ¿Que haces aquí?— Esme se levantó tratando de sacar a Merlina de la habitación pero la de trenzas entro y cerró la puerta rápido.
—No trates de engañarme, dedos me contó que había visto a este niño durante la clase de esgrima— Merlina se acercó a Charlie y él parecía nervioso— ¿Quien eres?
—Por favor no se lo digas a nadie Merlina— pidió Esme acercándose a su hermano.
—No respondió mi pregunta.
—Es mi hermano, Charlie.
—¿Qué se supone que hace aquí?— se acercó a él y Charlie se acercó.
—Quería hacerle compañía a mi hermana niña emo— Charlie le respondió.
—Bien, eso será suficiente— Merlina miro a Charlie y luego a Esme— van a ayudarme a escapar de este lugar.
—¿Disculpa? ¿Y cuando se suponía que aceptamos hacerlo?— Merlina solo se acercó un paso a ambos con ambas manos a los lados.
—Desde ahora, si no lo hacen le diré a la directora sobre tu hermano y van a enviarlo de regreso a su casa— Ambos miraron sorprendidos a Merlina.
—¿Eso es una amenaza?— Charlie se escondió detrás de su hermana al notar que había empezado a molestarse.
—Es una advertencia Esme, quiero irme de este lugar lo más pronto que puedo y si haciendo esto puedo hacerlo no dejaré pasar la oportunidad— la facilidad con la que Merlina lo decía molestaba a Esme.
—No lo haremos Merlina tendrás que buscar otra forma.
—Claro que lo harán de no hacerlo ya saben que pasará, te espero en mi habitación después de mi seción de terapia para empezar el plan— sin decir más Merlina salió de la habitación.
—Supongo que hasta aquí llegamos— Charlie se sentó en la cama.
—Es una maldita manipuladora— Esme rodó los ojos arrepentida de haber salvado a Melina de esa gárgola, sin pedirlo el recuerdo de Xavier apareció en su cabeza recordando que si no lo hacía también él habría salido herido.
