Esme Lefay una de los hijos adoptivos de Alma Lefay una excluida reconocida, era conocida por el rumor de ser la hija de un demonio, en solo 15 años ya había cambiado de escuela más veces de las que pudo contar, siempre siendo expulsada por su compo...
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🔯: No debiste haber venido
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Merlina y Esme salieron vistiendo sus nuevos uniformes, el de Merlina era color negro perfecto para ella y el de Esme era similar solo que un poco más claro, su madre lo había pedido específicamente para su hija al igual que los Addams.
-Estas hermosa cariño, me recuerdas a mi cuando tenía tu edad- Alma se acercó a su hija tomándola por los hombros y arreglando un poco su saco.
-Gracias por haber pedido que cambiarán mi uniforme, el color que usan es detestable, tal como lo dijo Miles- Esme recordó la suposición de su hermano cuando preparaba sus maletas.
-Sabía de ante mano que no te gustaría, cuando tus hermanos vengan también pediré la modificación de sus uniformes- la peli-morada asintió estando de acuerdo con su madre y giro levemente a ver a Melina con su madre.
-No parecen llevarse muy bien- Alma miro disimuladamente notando que lo que decía su hija era verdad.
-Bueno siempre pasa cuando los hijos crecen, me pasó igual con Dani, Miles y contigo- tomo a su hija para que dejara de ver a las Addams.
-Por favor no dejes que entren a mi habitación- Esme miro a su madre con un rostro de súplica.
-Los mantendré alejados, cuando regreses estará tal cual como la dejaste al irte, lo prometo mi niña- ambas se abrazaron y al separarse Alma limpio una pequeña lágrima que se le escapaba- pórtate bien cariño.
-Lo haré mamá, les enviaré cartas si encuentro un lugar para hacerlo- Alma abrazo a su hija nuevamente antes de alejarse y subir a su auto.
Esme miro el auto de su madre y el de los Addams alejarse dejándola sola con Merlina, la de trenzas no espero nada más y se adentró nuevamente en la academia.
-Y así empieza esto- Esme volvió a entrar para ir a su habitación a desempacar lo que quedaba.
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