¿Todos conocemos la historia de la Caperucita Roja cierto?
• Pero... en vez de ser esa niña dulce para poder curar a su abuelita enferma, ¿es una adolescente de 16 años que fue por obligación?.
• Y que ese lobo feroz temible por todo el mundo, ¿es u...
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Pasaron aproximadamente 5 minutos de la caminata.
Ninguna de los jóvenes de las 2 hablaba.
La hibrida daba saltitos como niña pequeña, mientras la azabache intentaba de no mirarla, a ella le daba vergüenza.
Esta decidió hablar primero.
-Asi que, eres la bestia mitológica de este lugar-dijo fríamente sin apartar su mirada, que eran las oscuridades del bosque
-Solo soy una loba!-sonrió para luego ver a la menor-¡Me llevo bien con todos los animales!.
Merlina fijo su mirada en ella, para luego de ver de re ojo que algunos animales, que ella llamaba "bichos", se escondían detrás de un árbol por la presencia de la lobezna.
Después hubo otro silencio incomodo.
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Paso cerca de 1 hora, ya iba a hacer medio día, pero la belleza del forestal nunca se acababa, en el camino hablaron sobre ellas, Enid era la que más hablaba, mientras la pelinegra solo la ignoraba, es de pocas palabras.
Poco después llegaron a aquella cabaña, la joven loba dio un pequeño salto de susto, nunca pensaría que estaría tan malas condiciones, parecía que el hogar estuviera abandonado.
-E-estas segura que esté es el lugar?-decía nerviosamente, la mencionada solo le respondió con una mirada, para luego dirigir al tenebroso hogar.
Sinclair quedo perpleja, apretando las manos, y agitando su cabeza de izquierda a derecha.
Al final decidió acompañar a la Addams.
Ambas pasaron adentro de la cabaña, en cuento la de trenzas abrió la puerta oxidada, vio que todo estaba desordenado, lleno de telarañas, y algunos ratones caminando por ahí.
-Esto es normal?-expreso la rubia, aun con miedo.
-Es la forma de decoración que usa mi abuela... en especial las arañas.
La de pelos pintados miro un poco más la casa, todo estaba oscuro, trago un poco de saliva y dio una boba sonrisa.
-Quédate aquí, no hagas cualquier estupidez, iré a buscarla- se alejo de la mayor, para desaparecer en la oscuridad.
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-Tardaste mucho!-grito la mujer de canas, para luego levantarse de la cama y dirigirse a la menor.
-Tuve algunos inconvenientes-miro al piso, esta estaba nerviosa, si la anciana se enteraba que la mujer loba estaba aquí, seguramente la mataría con un hechizo de mala suerte, para que aquella pudiera morir.
-¿A caso sabes lo que sufrí ayer?, suponía que deberías llegar el día anterior!-comenzó a hacer un berrinche
-Ya te dije que tuve algunos problemas!-
-No me conteste jovencita!, eso no es una excusa-dijo señalándole en dedo índice.
[....]
-Parece que estuviste haciendo tu trabajo de hechicera, no es asi?
-Asi gasto mi tiempo.-en ese momento la mayor se dio cuenta de la pequeña canasta que llevaba su nieta en sus manos.-¿Que contiene?-dijo mientras señalo el objeto.
-Leche, galletas, y uvas negras, tus favoritas.
-¿Acaso dijiste, uvas negras?-decía sorprendida, hace tiempo que no prueba de su fruta favorita, inmediatamente le quito la canasta a la azabache y comenzó a comer las uvas.
Ella solo la miraba, solo pensaba en la hibrida, realmente tenia miedo que le paso algo a aquella.
En ese momento sus pensamientos fueron interrumpidos por los gritos de su abuela.
-¡QUE HACE ELLA EN MI CASA!
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