Grito la anciana, ver a una desconocida al entrar a la habitación de su hogar. Inmediatamente agarro una de sus posiciones para lanzárselo a la loba, que aquella lo esquivo, estaba asustadiza del fuerte alarido.
En ese momento la feroz bestia quiso huir de la escena, pero no puedo moverse, ni siquiera quería dejar sola a la azabache con esa loca abuela.
Pensó que la mayor, iba a hacer más adorable y dulce, pero era diferente; cabello alborotado y canoso, piel muy arrugada, piel pálida, al parecer estaba ciega pero podía ver, uñas alagadas, y con orejeras.
¿Acaso esta señora era la abuela de la encapuchada de color negro?
La mayor no perdió el tiempo, agarrado un palo desgastado, empezó a acercarse lentamente hacia la hibrida con una cara atemorizante en ella.
-¡ABUELA BASTA!- grito la de trenzas que estaba detrás de la anciana.
Tanto como la lobezna y la mayor Addams, se les erizaron la piel al escuchar el grito de la menor.
-No le hagas daño...-dijo firmemente mientras agarraba el hombro de su abuela.
-Acaso esta bestia te estuvo siguiendo?!- volteo a haber a su nieta.
En tanto la rubia que era huir de ese lugar, y no volver a ver a la pelinegra.
-Ella no es una mala persona,
ella... no es lo que tu piensas... es alguien gentil y amable...
no le hagas daño por favor...
-Amable?...-susurro Sinclair, inmediatamente recibió una mirada amenazante de la anciana y se escondió detrás de una cortina, intentado esconder su gran cola de lobo.
La mujer de canas negaba en su mente la aceptación que le daba la menor hacia el "monstruo" que ella conocía desde hace años, sabiendo perfectamente que esa especie era de esos tipos de híbridos, que causaron daños hace décadas en las diferentes ciudades, incluso llego a hacer atacada por un alimaña similar a la sonriente rubia.
Pero esta era diferente, con tan solo un pequeño movimiento brusco la pequeña loba adolescente se asustaba, ¿acaso no era igual que sus progenitores?
-Eres de la manada de San Francisco verdad?- dijo con vez temblorosa la vieja
La mayor solo asintió.
-Espera un momento... tu la conoces abuela?-dijo dudosamente la de trenzas
-Hace años... recuerdo que aquella manada, era de las más temerarias, y por culpa de una licantropa me quede tuerta.
Estas palabras hicieron que Enid saliera de su escondite nerviosamente.
-Fue mi madre madre verdad?- dijo fríamente
Esto ya se estaba yendo de control, ¿acaso es un rencuentro o algo asi?
La pelinegra solo se quedaba mirando perpleja por la escena.
-Yo no soy como mi madre- decía tartamudeando mientras que en sus ojitos comenzaron a salir lagrimitas e intentaba secárselas.
-Yo se que eres diferente...- Enid escucho una voz firme ante ella, era la menor en frente, y esta comenzó a secar sus lagrimas que aun seguían saliendo de sus húmedos ojos, y para luego mostrar una pequeña sonrisa.
La anciana miro de forma sorprendida sobre la acción de la menor Addams, nunca se comporto de esa manera con nadie, ni siquiera con su Tío Lucas, aunque aquel era su favorito, solo mostraba sonrisas, ninguna muestra de afectividad.
La lobezna sintió mariposas en su estomago, y ruborizándose un poco, no sabia que era, ¿quizás era porque hace tiempo no recibió amor de otra persona que no se ella misma?
-Perdón por mi actitud, niña loba, como fuiste una dama con mi nieta te invito a pasar la tarde con nosotros.-dijo mostrando una sonrisa
-Enserio?!-grito con emoción la mencionada.
-De verdad abuela?.
-Tranquila chiquilla!, le diré a tu madre que te quedas a almorzar conmigo, no le diré nada sobre nuestra invitada especial.
La pálida quedo sorprendida por la nueva actitud de la anciana, mostro un pequeño gesto, para luego mirar a su acompañante, que igual estaba de emocionada.
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ℭ𝔞𝔭𝔢𝔯𝔲𝔠𝔦𝔱𝔞 𝔒𝔰𝔠𝔲𝔯𝔞| WenClair AU
Romance¿Todos conocemos la historia de la Caperucita Roja cierto? • Pero... en vez de ser esa niña dulce para poder curar a su abuelita enferma, ¿es una adolescente de 16 años que fue por obligación?. • Y que ese lobo feroz temible por todo el mundo, ¿es u...